Y el procés mató a la izquierda

  • ¿Qué esperabais, Pedro y Pablo? Lo que ven los votantes que perdéis es que les habéis utilizado para dar las mayorías que no tienen a los que aquí representan el fascista “nosotros, primero”

3

El gurú de Moncloa que guía al Presidente, frente al terremoto del 2D andaluz, no tardó en improvisar la respuesta: hay que romper con la “deriva de Torra”. ¿Qué deriva? No hay nada novedoso en los desmanes del President por referirse a la vía eslovena. ¿Eran más moderados cuando hablaban de la opción Kosovo y su violenta limpieza étnica? La única deriva nueva es el zasca electoral y la evidencia de lo que no se quería reconocer, que el Procés mata a la izquierda. Ahora Pedro Sánchez y los tertulianos que se hicieron sanchistas intentan resituarse. No lo tendrán fácil.

Los resultados llevan su interpretación incorporada. Las izquierdas, las que gobernaban y las que estaban en la oposición, recibieron un varapalo de los electores. ¿Se han hecho de derechas los andaluces, como antes se dijo de los trabajadores de los cinturones industriales catalanes? Pocas bromas. Pierde el PSOE y pierden IU y Podemos, por la abstención y por las fugas a otros partidos. Se irá viendo en los estudios postelectorales, pero los ya publicados como el de Sigma Dos dejan pocas dudas sobre la fuga de votantes. Las izquierdas pierden setecientos mil votos, un 30% de su electorado. Para la nueva relación entre bloques, izquierda-derecha, un terremoto. Una catástrofe que tiene una causa, la causa.

Hay un factor que afecta por igual a PSOE y a Unidos Podemos: su posición sobre el Procés. Si pensaban Sánchez e Iglesias que saldría gratis poner en riesgo la cohesión nacional por cálculos electorales, la respuesta se la ha dado la roja Andalucía, y por duplicado. No podrán decir que no estaban advertidos, mientras ellos jugaban a las falacias del derecho a decidir y la España plurinacional. Lo que han dicho alto y claro los electores andaluces es que somos una Nación, no un campamento. Que, como se puede comprobar CIS a CIS, los españoles nos consideramos masivamente, también en Cataluña y en el País Vasco, españoles. Eso es lo que han olvidado las izquierdas más pánfilas que se hayan conocido en España.

Si esto ha pasado en Andalucía, ni te cuento qué pasará en Castilla y León o en Madrid. Pueden ir haciendo cálculos los líderes locales de las izquierdas de la moción de censura. Ahora ya no estamos en la distribución del botín, desde la Agencia EFE a Paradores, del Instituto Cervantes a TVE, ahora se trata de traducir la fuga de cien mil votos andaluces del PSOE a Cs, por ejemplo, distrito a distrito y para cada cita electoral. Y duelen más las derrotas que no se esperan, pero son más dañinas si no se asumen, como estamos comprobando. Si, como parece, van a seguir con el mantra del “nada más tonto que un obrero de derechas”, se puede adelantar el resultado: dos tazas. Vamos a tener ocasión de comprobar quiénes son los tontos, si los electores que abandonan a los partidos de izquierda o los líderes que ignoraron a sus votantes.

Esos electores no van contra los valores de la izquierda, huyen de unas izquierdas que no saben qué representan. Han visto cómo PSOE y Unidos Podemos se han convertido en cooperadores imprescindibles de quienes intentan romper la solidaridad nacional. Y no solo en Cataluña. Por ejemplo, en Baleares un gobierno presidido por una socialista, Francina Armengol, ha convertido las lenguas en un arma de guerra. Como si imitaran las tesis de Marx sobre la lucha de clases como motor de aceleración de la historia, estos utilizan la lucha de lenguas para acelerar la modificación de la realidad lingüística.

Así, si tienes un nivel de catalán A1, por ejemplo, puedes conseguir un empleo público. Si, como suele ocurrir con los castellanoparlantes, que son mayoría, su nivel de catalán es menor, mala suerte. Sí, la lengua como arma. Si tu hijo es un excelente pediatra, pero su catalán es de menor nivel que el de un catalanoparlante, a joderse. Es una “limpieza” tan burda que el propio Consell Consultiu balear ha advertido al gobierno socialista sobre los excesos de esta catalanización y les acusa de degradar el castellano a “lengua de apoyo”. Lo que ven los electores de izquierda es que se trata al castellano, la lengua materna mayoritaria en Cataluña o en Baleares, como a una lengua extranjera. ¿Qué esperabais, Pedro y Pablo? Lo que ven los votantes que perdéis es que les habéis utilizado para dar las mayorías que no tienen a los que aquí representan el fascista “nosotros, primero”.

Y atentos al viejo truco de policía bueno y policía malo. Eso de ahora ralentizo el proyecto soberanista en modo Urkullu y ahora lo radicalizo en modo Ibarretxe, o ahora con Torra, ahora con Junqueras. Los electores ya están doctorados en desenmascarar estas maniobras y ya no les despistan ni las crónicas de camuflaje del gran Enric Juliana en La Vanguardia. La vapuleada parroquia progresista ha visto como los tontos útiles de los partidos de la izquierda facilitan que los grupos de ideario independentista logren el milagro electoral de la multiplicación de los panes y los peces. En el País Vasco que, con un 20% de electores por la independencia, consigan una representación parlamentaria de un 60% independentista, y en Cataluña donde, con un 55% de castellanoparlantes, un escaso 10% de diputados consideran el castellano como su “identidad lingüística”. En Baleares directamente se unen a sus políticas y en Navarra se unirán en la primera ocasión. Y, sí, muchos votantes han dicho ¡basta!

La verdad es que nunca ocultaron sus intenciones supremacistas. Félix Ovejero, en La deriva reaccionaria de la izquierda, cita una intervención de Artur Mas en un debate electoral en el que afirmó: “Miren si este país es tolerante que ustedes vienen aquí, hablan en castellano en la televisión nacional de Cataluña y no pasa nada”. Se dirigía a José Montilla, candidato socialista, que no dijo ni mu, para asombro de los votantes socialistas de Cataluña que, sí, terminaron cambiando su voto mayoritariamente. Ahora Montilla hace visitas de cortesía a los golpistas confesos que están en prisión. Se cierra el círculo del desastre.

¿Y ahora qué? La aventura de Sánchez, acompañado en esta última fase por Iglesias, está acercándose al final de la escapada. La metáfora del Lázaro que siempre resucita se agota. Las izquierdas españolas hace tiempo que se perdieron en objetivos identitarios, dispersos, y olvidaron su razón de ser: levantar un proyecto de “izquierda cívica” para todos los ciudadanos, como nos enseñaron los constructores del Estado de bienestar o los del New Deal. Mark Lilla en El Regreso Liberal señala con claridad el problema: “Pierden porque han retrocedido a cuevas que han cavado en la falda de lo que una vez fue una gran montaña”. Izquierdas de quita y pon a las que los peores nacionalismos han tomado la medida.

Y ahora, los que puedan, sáquenlos de ahí antes de que hayan provocado un daño irreversible.

3 Comments
  1. ninja45 says

    Hoy en día la Marca España se resume en dos palabras: Corrupción
    endémica y represión contra Cataluña. En este país tenemos unos
    «democratas de porra y cárcel». El Partido Podrido es una
    auténtica fosa septica. El 155 fue pura represión y un castigo
    irracional aplicado en aras a la «unidad de Spañistán» por unas
    supuestas «ilegalidades y violencia» que sólo están en sus mentes
    enfermas. Para acabar de redondearlo, tenemos una Fiscalía que
    «afina», una Injusticia represiva hecha a medida según para
    quién, un Tribunal Inconstitucional que come de la mano de los
    corruptos y unas cargas policiales salvajes contra gente
    indefensa comandadas por un golpista y torturador amnistiado
    llamado Perez de los Cobos. Gracias a la Ley Mordaza y al 155 que
    se sacaron de la manga, se estan conculcando derechos humanos, la
    libertad de expresión, el derecho de huelga y vivimos en un
    auténtico Estado de Desecho donde los fascistas y corruptos
    campan a sus anchas. Como es posible tamaño despropósito?. Facil:
    Cataluña es la «gallina de los huevos de oro» y las élites
    extractivas españolas no pueden permitirse el lujo de prescindir
    del 22% del PIB que los catalanes aportamos para que a los
    corruptos no les falte de nada y les sigan saliendo los billetes
    por las orejas. Intolerable y vergonzoso. Si me pegan, me divorcio.
    Som República !!*!!

  2. LDMuras says

    En Andalucía fueron las maniobras de Susana , primero rompió con IU en el 2015 y le salió mal ,luego pacto con la derecha o sea el CS , este bloqueo su programa y al final la dejo colgada ,y fue incapaz de pactar con Podemos ,convoco elecciones y le salió peor , de nuevo , y debía haber dimitido ya . Como es lógico sus votantes se abstuvieron o pasaron a otros bajo ese mismo discurso nacionalista español . Lo de Susanita no es un error , es que es nefasta, ya se vio cuando intento descabalgar a Pedro y casi destroza el PSOE.. ya se ve que no es nacionalismo español el que le va dar votos en Andalucía. Ni es ese el eje de debate que debe tener el PSOE. Y más al convertirse en susanismo . De todos modos no es el problema en Cataluña lo que definió tanto el voto , ni provoco el surgimiento de Vox ya que el tanto el PP como CS pedían igual , volver a aplicar ahora el articulo 155 a Cataluña por un periodo más largo . El nacionalismo es usado como sedante de las clases populares para que éstas, a diferencia de las opulentas, no ejerzan la lucha de clases. Según encuestas además la emigración ha pesado tando como el proceso . A quien afecto el proceso si fue a Podemos , nada nuevo por otra parte . Me leí el libro ese de Mark Lilla en El Regreso Liberal y es malísimo , sin argumentación de lo que dice , en todo caso es mucho mejor la Trampa de la diversidad de Bernabé.
    También deberíamos admitir que hay un auge del fundamentalismo en todo el mundo. Que explosiona como reacción al progreso occidental en los derechos de los homosexuales, los transexuales…Y en la UE con la emigración igual .

    Y cuando uno entra en una batalla con los métodos del enemigo, tiene todos los boletos para perderla. Eso le paso a Susanita

  3. Julio Loras Zaera says

    Nadie está vacunado contra el nacionalismo, ni siquiera la gente de izquierdas. Unos contraen nacionalismo catalán. Otros, nacionalismo español.

Leave A Reply