Madrid: no pasarán

  • Desde que comenzó la aventura de Podemos en el 2014, todos nos hemos equivocado muchas veces, excepto algunos que, desde el principio, se empeñaron en que lo más importante era seguir teniendo razón a cualquier precio

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Carlos Fernández Liria, integrante de la lista Más Madrid a la Comunidad

La última encuesta del CIS nos ha devuelto una esperanza que teníamos perdida desde hace 24 años, nada menos que un cuarto de siglo. Parece que estamos en condiciones de desalojar a la derecha de la Comunidad de Madrid. Eso ya sería bastante, quizás muchísimo. Parece claro que el proceso lo va a liderar el PSOE, pues tiene la mayor expectativa de voto. ¿Qué conclusiones sacamos por nuestra parte desde Más Madrid y Unidas Podemos? Tenemos un dato para comenzar a orientarnos: en las elecciones generales, Unidas Podemos obtuvo un 16,24% de los votos de la Comunidad de Madrid. Ahora, según el CIS, Unidas Podemos obtendría un 9,4% de los votos y Más Madrid un 9,3%. Ello tiene que movernos a una reflexión importante. En total, sumamos un 18,7% y alrededor de 35 escaños, es decir, más votos de los que sacó Unidas Podemos en las generales y más escaños, incluso, de los que tenemos ahora.

Todo está en el aire, por supuesto; algunos análisis son más optimistas y otros más pesimistas, pero estos son los datos con los que contamos. El tiempo dirá, pero, por el momento, está claro que Unidas Podemos y Más Madrid han salido ganando con su tan criticada división. La más relevante de las conclusiones es que ambas formaciones harían muy mal en declararse la guerra. Todo lo contrario, se benefician mutuamente y, a la par, pueden ser determinantes para dejar atrás a la mafia del PP y para impedir un tripartito de lo que sería sin duda una extrema derecha envalentonada que daría al traste con lo poco que queda de las conquistas sociales en la Comunidad de Madrid.

Lo importante no es, por tanto, si Unidas Podemos o Más Madrid sacarán más votos respectivamente. El dato que será decisivo para saber lo que estamos haciendo bien o mal es si, en estas elecciones, la suma de Más Madrid y Unidas Podemos aumenta el número de votos que se obtuvieron en las generales. Por mi parte, soy de la opinión de que, al final, Más Madrid quedará muy por encima de Unidas Podemos, pero hay que tener muy claro que eso no será lo relevante. Mucho más importante será comprobar que, entre las dos formaciones, hemos ganado votos, hemos movilizado más y nos hemos situado en condiciones de arrebatarle la Asamblea de Madrid a la derecha. No debería haber aquí un nuevo motivo de disputa, sino una preciosa oportunidad para el abrazo y la reconciliación.

Otro dato que, respecto al Ayuntamiento, debería dar que pensar a la izquierda, es el umbral previsto para Madrid en Pie según la encuesta (que pregunta por IU), que está muy lejos de llegar al 5% (un 2,2%) necesario para obtener representación. Todo hace pensar que serán decenas de miles votos arrojados a la basura a cambio de cargarse de razón. Esto de tener siempre razón, aunque se hunda el mundo, es, sin duda, otro de los vicios ancestrales de la mentalidad de izquierdas.

De hecho, desde que comenzó la aventura de Podemos en el 2014, todos nos hemos equivocado muchas veces, excepto algunos que, desde el principio, se empeñaron en que lo más importante era seguir teniendo razón a cualquier precio. Son los que vaticinaron el desastre desde el primer momento, los que acusaron a Podemos de suplantar a los movimientos sociales, los que sospecharon de que fueran de izquierdas, los que no pararon de denunciar el autoritarismo y el liderazgo, los que, ya en Vistalegre I, se lamentaban de lo mal que iban a salir las cosas.

Inmunes a cualquier ilusión y reacios a correr cualquier riesgo en el campo de batalla, unos se refugiaron en el muro de su Facebook, desde el que ejercieron de incombustibles aguafiestas, y otros, en IU, desde la que denunciaron la traición que suponía Podemos para los ideales de la izquierda (hasta el punto de que cuando IU y Podemos se aliaron, dejaron de votar, probablemente, a la coalición, uno de los motivos, quizás, por los que se perdió el 26J). Hay gente, en efecto, que siempre tiene razón: Carmena no es de izquierdas, no es socialista, no es comunista, no es trotskista, no es maoísta, no es libertaria, de modo que, así pues, más vale airear un voto consecuente en mi Twitter, seguir teniendo toda la razón, y que nos gobierne un alcalde del PP o de Ciudadanos (apuntalado por Vox). Ya ocurrió una vez en la Comunidad de Madrid, cuando IU nos hizo perder por cuatro años más el gobierno de la Comunidad, desperdiciando 190.000 votos. Ahora, puede que se pierda el Ayuntamiento por unas cuantas decenas de miles de votos cargados de razón.

El jueves pasado, en la apertura de campaña de Más Madrid, se respiraba una inmensa ilusión. No creo que hubiera nadie ahí que estuviera de acuerdo con Federico Jimenez Losantos en que, de ganar Carmena e Iñigo Errejón, los tanques soviéticos del ejército rojo desfilarían por fin por la Castellana. Sí pienso, en cambio, que encendía el entusiasmo la posibilidad de que, Madrid volviera a gritar un potente “No pasarán” a las fuerzas electorales de la derecha y la extrema derecha. Que fueran los trabajadores, los obreros, los parados, los representantes de los barrios menos acomodados de Madrid, los que pararan los pies a los que, desde hace un cuarto de siglo han esquilmado esta Comunidad. No les volvamos a regalar el derecho, las leyes y las instituciones, dijo Carmena, porque no hacen un buen uso de ellas. A mí, con eso, me basta.

La campaña de la izquierda deberíamos hacerla entre todos, seamos del PSOE, de UP o de Más Madrid. Más Madrid no tiene espacios electorales ni dinero para la campaña. Pero tiene algo muy importante que aportar. Frente a la abulia postelectoral y a la resaca de la prórroga que nos brindó el 28A, Más Madrid puede poner la frescura y la alegría de una población que todavía puede entusiasmarse, sin necesidad de pedir la Luna, con el hecho de que Madrid, una vez más, sea capaz de resistir a la derecha y dar voz a la gente contra la casta, la mafia y la intolerancia. Hay ya 15.000 balcones que son testigos de ello. En el acto de Orcasitas, cientos de banderas LGTBI lo llenaron todo de alegría, haciendo frente a las fuerzas políticas que habían propuesto trasladar nuestro orgullo y nuestra dignidad a la Casa de Campo (lejos de las familias, eso sí). No hay mejor símbolo para ilustrar aquello contra los que nos enfrentamos.

11 Comments
  1. Florentino del amo antolin says

    Un lema fuera de contexto: Madrid, no pasarán !… Para a posteriori reconocer algunas equivocaciones, soltando en la siguiente parrafada el dardo excepcional, de aquellos otros, que siempre tuvieron razón. La doble militancia señor Liria, no está permitida; por eso mismo los espacios electorales son de uso de quienes son titulares. Siendo de Más Madrid, no puedes ser de Unidas Podemos; podrás querer al padre igual que a la madre… Pero las reglas definitorias, están hechas y marcadas. ¡ Un mal cálculo del ego, tiene esas cosas !.
    Cuando nos arrojamos en brazos del CIS y quienes lo manejan, se hacen cábalas tan de primaria política, que cualquier abrazo resulta ser mortal. Hay que dejar sentado, que los caminos convergen por el bién de las gentes, ( de todas ) con algunas excepciones muy notables; que la herramienta Podemos está al servicio de los más desfavorecidos en cualquier derecho social, y el enemigo está en otras siglas, que manejan desde hace muchos años los medios desinformativos fácticos…Que estos mismos poderes verán el Proyecto Chamartín concluido, sin mancharse las manos; existen demasiados egolatras, que después de fracturar el proyecto, pasarse al anonimato y plantar la cara en un trapo; o decir ¡ que viene la derecha !, tocando a arrebato… ¿ Dónde están los proyectos ?. ¿ Quienes los apoyan ?… las asociaciones participan ?. ¿ Por qué no se explican ?.
    Señor Liria, se perdieron muchos votos. Unos, no se supieron ganar; otros, la resta debilitaba la herramienta matriz de Podemos… Y ¡ era un triunfo secular de cloacas de un Estado infesto de falsarios sociales y mercenarios de la desinformación !. Pues ya estoy en 15.000 balcones y siendo vanagloriado por los mismos que reciben el mensaje caducado. Madrid: No pasarán !… Queda el interrogante, para mí por lo menos… ¿ por qué ya han pasado ?. O, somos el caballo de Troya, versión guay del neoliberalismo ?.
    P D. Liria, avise muy urgentemente a los de Actua, para que esos 30.000 votos vayan a Más Madrid, y no a la papelera de OHL, ACS, FCC… ¡ Operación Chamartín !.

    1. Paco Cherp says

      Ejem… «Unidas Podemos» no tiene «militancia». No se puede ser militante de una organización que no existe como tal.

      Supongo que con lo de la doble militancia te refieres a Podemos, no a UP. Pues eso lo tendrá que resolver el comité de garantías de vuestro partido (si existe).

      Lo que no entiendo es como os aguantan esas chulerías y esos constantes desprecios vuestros «socios» de IU (Equo va por libre). Hablas de «UP» como si los hubieseis fagocitado ya.

      O igual es justo al revés y es el PCE el que ha fagocitado (discursivamente) a Podemos 😉

  2. LucasTJ says

    Pese a que en el corto y medio plazo, yo estaría totalmente de acuerdo con Fernández Liria, no sé qué impediría repetir el camino del PSOE. ¿Quizá es el único camino que coyunturalmente tiene la izquierda? Si es así, habrá que tomarlo. Pero es descorazonador pensar cuando surgirá el nuevo 15M. Es decir, que el voto útil es necesario para echar al PP de la CAM pero hay que tener también algún plan, alguna alternativa que impida que a largo plazo hayamos desconectado los nuevos representantes socialdemócratas del pueblo y sus bases.

    También creo que si, en la Comunidad de Madrid, UP y Más Madrid quedan muy ajustados pero en el ayuntamiento no, puede tener que ver con que UP apoyó a Carmena y se abstuvo de presentar su propia candidatura. Carmena es conocida por ser la alcaldesa, mientras Isa Serra dispone de lo espacios que le proporciona UP y la campaña que pueden hacer. Sánchez Mato, que ojalá arrasara y fuera alcalde, corre sin embargo el riesgo de convertirse en un Actúa.

    Por cierto que hay dos objeciones más: La primera, que cualquier reflexión a la que nos inviten los buenos resultados de Más Madrid y Madrid En Pie en la CAM no debe pasar por alto los malos resultados de Compromis y En Marea el 28A. Segundo, que tampoco se pueden comparar los resultados de las elecciones generales (y esto sirve también para coger con pinzas la objection inmediatamente anterior) con los de las autonómicas y municipales. Pues no votamos igual.

    1. Paco Cherp says

      Compromis ha triplicado en votos a UP en las autonómicas. A UP ojo, porque si no es por EUPV se quedan fuera de les Corts. Y si ha habido voto dual en el electorado de Compromís (y en el de Podemos), ha ido más bien al PSOE, porque UP no ha mejorado sus resultados en las generales de 2016.

      No se puede culpar del fracaso de Podemos a la «falta de unidad de la izquierda» (se supone que entorno a Podemos que es quien «lideraría» ese bloque). Es justo lo contrario, no hay unidad porque Podemos «no nos representa». Mucha gente que solemos votar otras opciones de izquierdas (IU, Equo, Compromís, etc) e incluso muchos ex votantes de Podemos hemos elegido al PSOE esta vez precisamente porque NO NOS GUSTA UN PELO PODEMOS.

  3. Platón says

    Aquí el que no se conforma es porque no quiere. La cosa es justificar como sea la división, el «navajeo», la defensa de los egos y en fin las miserias. Ahora va a resultar que cuanta mayor división, mejores resultados. Vamos que el divide y vencerás es cosa de perdedores. Lárgate otra por favor.

    1. Paco Cherp says

      Los números cantan. Allí donde hay más opciones de izquierdas (y estoy pensando en Compromís en el País valenciano, por ejemplo, o en MES en Baleares, o en Bildu en Navarra) es donde el trifachito pierde. La «unidad de la izquierda» no funciona (y no puede funcionar nunca). Es una falacia que haya un único proyecto «de izquierdas», y menos aún que ese proyecto esté liderado por Podemos. Podemos representa el voto histórico de IU, y eso tiene un techo.

      Igual que Madrid tenga su propio «Compromís» es una genialidad de Errejón a la larga. Lo que más problemas le ha dado a Podemos es precisamente empeñarse en construir una organización de «ámbito estatal» que necesariamente refuerza las relaciones de dominación centro-periferia en lugar de discutirlas, que es lo que tiene que hacer un proyecto político que pretenda ser de verdad «emancipador». Igual lo que hace falta no es tanto la «unidad» como la unidad de acción a nivel estatal. Un modelo de acción política confederal, dejando que cada territorio se referencie en sus propias organizaciones.

        1. Paco Cherp says

          Un artículo bochornoso, repugnantemente supremacista. Qué pasa? Que los gallegos o los valencianos no tienen derecho a tener sus propias organizaciones políticas? Que han de estar forzosamente subalternizados al poder de Madrid por la cara bonita (!) del Coleta?

          Además se ha demostrado que eso de la «unidad de la izquierda» además de ser una ficción no funciona. No es cierto que haya un proyecto político compartido liderado por Podemos. Si a la gente sencillamente no le da la gana hacerse «de Podemos», cual es el plan B? Podemos no nos representa.

  4. D'Artagnan says

    ¿Qué opinas, Carlos, de arrebatar el poder a la derecha en la comunidad (santo objetivo) para entregarlo al Dr. Bolonia (Gabilondo, el malo, el bueno es periodista), el hombre que destruyó en España el concepto de Universidad, la entregó a los bancos y la abrió a las sectas y a los fondos buitre?

  5. ninja45 says

    Cuando las reglas del juego las imponían unos fascistas y corruptos que
    ganaron las últimas elecciones fraudulentamente, se impone la desobediencia
    civil. Contra la voluntad de todo un Pueblo, no sirven unas Leyes y una
    Constitución aplicadas para tapar bocas. En el pais donde mandaban los
    chorizos, me llegó al alma eso de la Declaración de Independencia
    absolutamente ilegal, que proclamó a los cuatro vientos el Sr. Rajoy y su
    camarilla. Saben ellos lo que significa la palabra democracia? Se lo
    explicaré: El Derecho de Autodeterminación nunca es ilegal, es un derecho
    que tendriamos que tener los democratas y que estos fascistas y sus socios,
    quieren reprimir. Si esta gentuza nos consideraran españoles, ni nos
    robarían, ni nos amordazarían, ni nos aporrearían, ni nos encarcelarían.
    Pero como nos consideran como una colonia se creen con derecho a
    reprimirnos, expoliarnos, menospreciarnos y humillarnos. Ya basta de
    impunidad según para quién. Los más de 3000 corruptos imputados del Partido
    Podrido que malversaron más de 60.000 millones de euros, están de rositas o
    siguen chupando del bote. Los ERES de Andalucía, se patearon más de 800
    millones. Casi nadie tuvo que depositar fianzas, responder con sus bienes o
    entró en prisión. En cambio con los independentistas se pidieron fianzas de
    5,2 millones de euros para Mas, Rigau, Ortega y Homs, lo que supone su
    ruina económica y prisión sin fianza para los «Jordis» y nuestros
    «consellers». Olé por la Fiscalia que afina en manos de la extrema derecha
    de Vox y una Injusticia Española prevaricadora, títere de los fascistas y
    corruptos, vergüenza de Europa. Ante esta situación lo mejor que podemos
    hacer es soltar amarras de estos impresentables y montarnos por cuenta
    nuestra. A la m. con los Borbones ladrones, una JEC parcial y politizada,
    una Injusticia española prevaricadora, títere de fascistas y corruptos, y
    sus «valientes» esbirros aporreadores de viejecitas y gente indefensa. Si me
    pegan, me divorcio. Som República !!*!!

  6. Jesus García de las Bayonas says

    Mi manera de verlo es semejante a la de Carlos, la izquierda realmente existente y
    manifestada en la cúpula del trueno del Podemos de ahora, el salido
    tras Vista Alegre 2 y del que fue consecuencia, aún siendo anterior
    en el tiempo, el 26J de 2016. Un 26J que fue consecuencia de negarse
    en rotundo a abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez y que nos
    llevó no sólo a unos peores resultados (una gran abstención -en
    torno a un millón de votos válidos menos- junto a que la suma de
    Podemos e IU no sólo no sumó, sino que restó), sino tb. a un
    progresivo empeoramiento de las circunstancias -se dejó de marcar la
    agenda política- y a un desvanecimiento de la ilusión que sacó de
    su apatía política a mucha gente -y que, ahora, la amenaza de Vox
    ha vuelto a movilizar, pero por razones muy distintas y en un
    escenario por completo desfavorable para la izquierda.

    Todo hay que decirlo: el tono político guerra-civilista de Irene y Pablo, aunque
    también existente en la dinámica y el contexto internos manifestado
    en la pugna contra el errejonismo, ha tenido réplica por el lado de
    las derechas y las nuevas derechas, sobretodo a raíz de la eclosión
    del conflicto catalán. La ingenuidad consistía en pensar que el
    primero pudiera ser caballo ganador en un contexto tan difícil como
    lo es siempre para la izquierda, y del que únicamente se puede ganar
    recuperando la ilusión de clases despolitizadas, de la ciudadanía
    indignada. Pero una ciudadanía que no se iba a volver así como así
    y de la noche a la mañana en férrea militancia política y a apoyar
    a Irene a Pablo contra un enemigo interno maquinado como estrategia
    política.

    La cuestión es que Pablo Iglesias y el Podemos de Vista Alegre 2 sólo se muestra
    conciliador únicamente cuando no quiere perderlo absolutamente todo
    -como de hecho, hizo Pablo Iglesias en los 2 debates electorales-,
    porque de lo único que muestra voluntad es de ser la esquina de la
    izquierda. Una esquina gloriosa, con todos los honores; pero que no
    apuesta en realidad por ganar sino únicamente en el terreno
    electoral de la izquierda de toda la vida y que no es, precisamente
    y ni mucho menos, mayoría.

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