El Ayuntamiento de Madrid en la Cumbre de Copenhague: lo que no nos cuentan

  • "El retroceso que estamos sufriendo en políticas medioambientales y de protección de la salud pública en la ciudad de Madrid es extremadamente preocupante"
  • "Tenemos un equipo de gobierno municipal que acumula un ridículo tras otro sin parar"
  • "Es indignante que Madrid esté gobernada por partidos que solo hacen declaraciones retoricas sin contenido al tiempo que niegan en el día a día el cambio climático"

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El retroceso que estamos sufriendo en políticas medioambientales y de protección de la salud pública en la ciudad de Madrid es extremadamente preocupante. La improvisación, la falta de rumbo y nulo conocimiento sobre la materia del nuevo equipo de gobierno municipal son muy llamativas. Los dirigentes públicos tienen el deber de abordar los problemas complejos con una mínima preparación técnica y suficiente conocimiento. Las declaraciones y actuaciones del equipo municipal en estos primeros meses resultan de una simplicidad y desconocimiento tan grande que podrían ser hasta cómicas y objeto de chistes y memes si no fuera por la seriedad y gravedad del problema.

Hemos visto imprevisiones y errores desde los primeros días. La moratoria de multas en Madrid Central, que fue tumbada hasta por tres tribunales, y el anuncio a bombo y platillo de nuevas actuaciones con medidas tales como la renovación de la flota de autobuses de la EMT mediante la compra de autobuses que producen menos emisiones contaminantes, ya planificadas y dotadas presupuestariamente por la anterior corporación municipal en acuerdo con el PSOE, son ejemplos de esta improvisación continua.

Por no hablar de la presentación del ridículo Madrid 360, un plan de medidas hecho deprisa y corriendo por una consultora privada, a través de un contrato menor por importe de 17.908 euros, sin concurrencia pública o, lo que es lo mismo, adjudicado a dedo. Realizado en menos de dos meses, sin contar con los técnicos municipales y con medidas que suponen un retroceso tremendo en la lucha contra la contaminación en la ciudad. Por cierto, un Plan que no pasó previamente, como sería preceptivo, por la Comisión de Calidad del Aire de la ciudad de Madrid, compuesta por científicos, miembros de la sociedad civil y representantes de las diferentes administraciones del Estado.  Aunque, viendo el rechazo casi unánime que ha recibido este miércoles en la reunión de la Comisión de Calidad del Aire, no extraña que prefirieran no hacerlo antes de la presentación pública. Es bochornoso presentar un Plan y que todos los expertos lo critiquen. Tenemos un equipo de gobierno municipal que acumula un ridículo tras otro sin parar.

Toda una serie de despropósitos en la línea del negacionismo medioambiental del PP y Cs que ahora intentan disimular. Una ceguera que no esconde un intento político en toda regla de diluir los avances en la lucha contra la contaminación y en defensa de la salud pública que se hicieron conjuntamente por parte de Ahora Madrid y del PSOE en el anterior mandato. Una línea de actuación política de las derechas que va a hacer que el expediente sancionador de la Comisión Europea acabe con una multa de varios cientos de millones de euros.

Pero no es una cuestión solo de las primeras decisiones. El despropósito y la falta de conocimiento es continua. Hace unos días, del 9 al 11 de octubre concretamente, tuvo lugar en Copenhague, la Cumbre Mundial de Alcaldes que componen la Alianza del Liderazgo Climático Urbano, el C40, con la participación de expertos y representantes de 94 ciudades del mundo, en la que se trataron temas relacionados con el medioambiente, la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático en las ciudades. En representación de nuestro ayuntamiento asistieron la vicealcaldesa, Begoña Villacís y el concejal delegado de Internacionalización y Cooperación, Santiago Saura. La vicealcaldesa participó como ponente en la mesa temática sobre calidad del aire y lucha contra la contaminación.

Si buscáis en internet las noticias que ha generado nuestra representación institucional y la cobertura mediática de la participación de la vicealcaldesa en el foro, os podréis encontrar desde el menú que se sirvió en una de las cenas, al estilismo que lució en una de las recepciones o las declaraciones en los medios sobre que eran tantas las ganas e ilusión que tenía por participar que le hicieron pedir al alcalde ir ella en persona. ¡Ni una sola referencia a ninguna medida novedosa propuesta por parte de la ciudad de Madrid en el debate sobre la lucha contra la contaminación y el cambio climático!. Solo la firma y, por supuesto, la foto de la Declaración sobre Calidad del Aire impulsada por el C40 en Copenhague.

Hay que tener cuajo político para que este gobierno municipal se haya adherido cuando la política que están haciendo es la contraria a lo que se suscribe en dicha Declaración.

Fuera del foco de la Declaración sobre la Calidad del Aire, que era realmente lo que buscaba el equipo municipal para intentar blanquear su negacionismo, se firmó también otro pacto. Un acuerdo por parte de 14 ciudades comprometiéndose con la C40 Good Food Cities Declaration (Declaración de C40 por una Comida Saludable en las Ciudades) con el fin de mejorar y preservar la salud de los ciudadanos y el planeta. Una iniciativa para extender antes del 2030 la “Dieta de Salud Planetaria” con alimentos equilibrados y nutritivos teniendo en cuenta la cultura, geografía y demografía del entorno.Con el objetivo de tener al alcance de todos una dieta sostenible y evitar el desperdicio de comida, reduciendo las emisiones de gas invernadero provocadas por los alimentos que ingerimos en más de un 60 %. Lo firmaron Barcelona, Copenhague, Guadalajara, Lima, Londres, Los Ángeles, Milán, Oslo, París, Ciudad Quezón, Seúl, Estocolmo, Tokio y Toronto.

Madrid no lo hizo. Una iniciativa que entronca perfectamente con un modelo de lucha contra el cambio climático y de desarrollo de una ciudad sostenible. Lo más curioso es que desde el 15 de octubre de 2015 y, con ocasión de la Exposición Universal 2015 en Milán, más de 100 ciudades de todo el mundo, incluida Madrid, firmaron el Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán (MUFPP), el primer protocolo internacional en materia alimentaria impulsado desde el ámbito municipal.

El llamado Pacto de Milán, coordinado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), compromete a las ciudades que lo firman a “trabajar para desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados, para asegurar comida sana y accesible a todos en un marco de acción basado en los derechos, con el fin de reducir los desperdicios de alimentos y preservar la biodiversidad y, al mismo tiempo, mitigar y adaptarse a los efectos de los cambios climáticos”.

El Ayuntamiento de Madrid constituyó, en febrero de 2016, la Mesa de Seguimiento del Pacto de Milán, un espacio de diálogo para promover la coordinación entre las distintas áreas de gobierno con responsabilidad en la materia y la sociedad civil. Participaron junto a la Oficina de FAO en España, entre otros, la Plataforma Madrid Agroecológico, que agrupa a pequeños productores de la región, colectivos ecologistas, la Red de Huertos Urbanos Comunitarios y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM). Fruto de este trabajo fue la redacción de la Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible 2018-2020 actualmente vigente.

Pues todo esto debe de ser desconocido o en absoluto interesante para los actuales responsables municipales, pues dejaron a nuestra ciudad fuera de la firma de la Declaración, cuando todo el trabajo estaba hecho y puesto en marcha.

Madrid ha desaparecido del mapa. Hemos pasado de ser una ciudad referente en el debate a la que otros ayuntamientos y administraciones públicas venían a conocer nuestras propuestas, a no existir, a ser el hazme reír en los foros nacionales e internacionales y a estar a punto de recibir una multa multimillonaria por no tomar medidas contundentes contra la contaminación atmosférica. Medidas como Madrid Central, la nueva ordenanza de Movilidad, el fomento del uso sostenible del agua y la garantía del derecho humano del acceso a la misma, la disminución del uso de los plásticos en la ciudad o la reforma del protocolo anticontaminación son solo algunos ejemplos de actuaciones aprobadas y consensuadas en la anterior legislatura entre PSOE y Ahora Madrid, que se hicieron con el objetivo de proteger nuestra salud y el medio ambiente. Ahora con PP y Cs la nada o la involución.

Es indignante que la ciudad de Madrid esté gobernada por partidos que solo hacen declaraciones retoricas sin contenido al tiempo que niegan en el día a día el cambio climático, la contaminación y el deber que tenemos como sociedad de afrontar estos problemas. Si ellos no están dispuestos a garantizar la sostenibilidad y nuestra salud, lo tendremos que hacer entre todos, defendiendo nuestros derechos y sin permitir que den un paso atrás. Nos jugamos nuestro futuro.

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