El ocaso de las cámaras digitales

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Cámaras_digitales
Fotografía: Shutterstock.com

De la misma manera que las cámaras digitales revolucionaron a principios del siglo XXI el mundo de la fotografía y se impusieron a los dispositivos analógicos tradicionales, acabando prácticamente con la industria del revelado, la producción de películas y carretes e incluso con empresas míticas en el sector como Kodak; hoy día, sólo una docena de años después, afrontan ellas mismas la amenaza de la desaparición o, al menos, del olvido en un cajón.

Los culpables, en este caso, son los teléfonos inteligentes. Cada vez sustituyen más en el bolsillo de los usuarios a las máquinas digitales para hacer fotos, gracias a la incorporación de cámaras muy potentes que toman imágenes de alta calidad. Hay teléfonos, como el Nokia Lumia 1020, que posee una cámara de 41 megapíxeles, que superan las prestaciones de algunos dispositivos pensados sólo para tomar fotografías.

La posibilidad de llevar sólo un aparato en la mochila cuando se sale de vacaciones –teléfono y cámara de fotos en el smartphone- no es la única ventaja. También juega un papel importante la conectividad, ya que las fotos que se toman con el teléfono pueden ser compartidas de forma instantánea en las redes sociales o ser enviadas a los amigos por medio de sistemas gratuitos de mensajería instantánea como WhatsApp o Line.

Además, el auge de aplicaciones como Instagram, que permiten aplicar distintos filtros, y de muchas otras apps que permiten editar y mejorar las imágenes tomadas con el teléfono móvil, han convertido a estos aparatos en los sustitutos perfectos de las cámaras digitales tradicionales.

Esta realidad tiene consecuencias que se dejan notar en la industria, que mira con algo más que recelo a los teléfonos móviles. Importantes fabricantes del sector han mostrado su preocupación por la caída de las ventas que, en algunos casos, han supuesto una bajada del 25% con respecto al número de cámaras digitales que se vendían hace sólo dos años.

Algunos módelos de móvil disponen de cámaras. / samsung.es
Algunos modelos de móvil disponen ya de potentes cámaras. / samsung.com

Por ejemplo, Canon y Nikon han tenido que rebajar sus previsiones de ventas para este año. La primera, que había previsto comercializar 9 millones de dispositivos en todo el mundo, ya ha señalado que posiblemente no pase de 8 millones de unidades vendidas.

“Estamos teniendo unas cifras difíciles en estos momentos, pero no creo que esto vaya a durar para siempre”, ha reconocido Junichi Itoh, presidente financiero de Nikon. El problema es que las predicciones no son nada halagüeñas.

Las únicas cámaras que salvaban las cuentas de resultados de las compañías hasta ahora eran las cámaras réflex digitales, pues muchos usuarios buscaban una mayor calidad de las fotografías que tomaban. Sin embargo, la situación comienza a cambiar. Muchos se están dando cuenta de que no es necesaria la potencia de una réflex para hacer fotografías de gran calidad, y éstas empiezan a ver cómo cae también la demanda.

La consultora IDC ha realizado un estudio que señala que la venta de cámaras digitales de lentes intercambiables bajará un 9,1% este año, pasando de 19,1 millones unidades vendidas el año pasado a 17,4 millones en 2013.

Lo curioso es que sólo el año pasado las ventas de este tipo de cámaras habían experimentado un crecimiento del 20%. Es decir, que en sólo 12 meses el mercado ha sufrido un vuelco inesperado.

De todas maneras, hay fabricantes que todavía se resisten a aceptar el cambio de tendencia y piensan que, a pesar del descenso de las ventas, todavía hay recorrido tanto para las cámaras réflex como para las digitales tradicionales.

“Tomar fotografías con un teléfono inteligente y editarlas con las aplicaciones que hay en el mercado es como cocinar con ingredientes baratos y utilizar edulcorantes artificiales. El uso de cámaras con lentes intercambiables es comparable a cocinar a fuego lento con ingredientes naturales”, reconocía recientemente Takafumi Hiongo, portavoz de Canon.

Posiblemente tenga razón y, al menos todavía, la experiencia de tomar una fotografía con un teléfono móvil no sea comparable a la de hacerlo con una cámara digital de calidad. Sin embargo, sí que los resultados parecen ser suficientes para muchos usuarios.

Los grandes fabricantes deberían tomar constancia de esa realidad y adaptarse a un mercado tan cambiante. Conviene no olvidar el declive y bancarrota reciente del gigante de la fotografía, Kodak, que a pesar de inventar la fotografía digital en 1975, no supo reorientar a tiempo su negocio.

1 Comment
  1. Oscar Víctor Cordo says

    Tengo un zoom Nikon 55-300 mm y una cámara digital Nikon D-5000 y un celular LG Android de 4 G y acabo de comprobar que la aproximación y definición de la cámara Nikon con el zoom ya nombrado no tiene nada que hacer con la máxima aproximación que pude lograr con el celular.

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