TECNOLOGÍA / El próximo 3 de noviembre llegará a las tiendas el iPhoneX, el nuevo teléfono Apple

Reconocimiento facial, Bluetooth… las nuevas amenazas que llegan al móvil

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Face ID
Tim Cook, CEO de Apple, durante la presentación del iPhone X, en el momento que desvela el funcionamiento de Face ID. / Apple

Apple ha vuelto a revolucionar el mercado de la telefonía móvil esta semana. Como cada mes de septiembre, la compañía de la manzana ha presentado sus nuevos dispositivos y, en esta ocasión, no han sido dos sino tres los terminales que ha mostrado al mundo. Además de los iPhone 8 e iPhone 8 Plus, que continúan la saga, se ha dado a conocer el iPhone X, el modelo que conmemora el décimo aniversario del nacimiento del primer teléfono Apple.

El dispositivo llega cargado de novedades. Posee una pantalla de 5,8 pulgadas que ocupa todo el frontal y eso ha hecho que Apple prescinda del botón Home. En él se incluía el Touch ID, un sistema de reconocimiento mediante huella dactilar que permitía desbloquear el teléfono móvil e incluso dar consentimiento a operaciones cotidianas como la compra de aplicaciones en la Apple Store o el pago con tarjeta a través de Apple Pay.

Apple ha incorporado una tecnología de reconocimiento facial que permite desbloquear el móvil con sólo acercarlo a la cara del propietario

¿Cómo ha solventado Apple la desaparición del botón? Incluyendo Face ID, una tecnología de reconocimiento facial que permite desbloquear el móvil con sólo acercarlo a la cara del propietario. La utilización de sistemas biométricos, que permiten reconocer personas mediante procesos técnicos automatizados, no es nueva y se utilizan en otros aparatos pero es la primera vez que se aplica a un teléfono móvil. Sin embargo, su adopción por parte de Apple ha vuelto a poner sobre la mesa una cuestión fundamental: ¿son tan seguros como nos quieren hacer ver?

Es cierto que el reconocimiento mediante huella dactilar presenta un margen de error de uno entre 50.000 intentos, mientras que los sistemas biométricos de reconocimiento facial elevan esta posibilidad a una entre un millón. Sin embargo, hay que entender cómo funcionan para comprender que puede haber situaciones en las que su seguridad quede en entredicho.

Presentado por Apple como “el futuro del desbloqueo”, el sistema de biometría Face ID se basa en el reconocimiento en tres dimensiones. Para hacerlo funcionar se ha equipado la cámara delantera del teléfono con la tecnología denominada TrueDepth, que mide 30.000 puntos de la cara del usuario mediante una luz invisible y elabora un mapa tridimensional. Los datos quedan guardados en la memoria del teléfono y los compara con nuevas tomas cada vez que se solicita el desbloqueo del terminal.

A la espera de poder probar el funcionamiento de Face ID a partir del próximo 3 de noviembre, fecha en la que llegará el nuevo teléfono Apple a las tiendas, surgen varias dudas sobre su fiabilidad. ¿Qué ocurre si alguien coloca una fotografía del propietario del teléfono frente a TrueDepth? Desde Apple aseguran que el sistema está preparado para actuar efectivamente en una situación así e impedir el desbloqueo del terminal.

Sin embargo, ¿qué sucedería si lo que se mostrase es una imagen tridimensional, realizada con una impresora 3D? Ahí surgen más dudas, así como ante la posibilidad de colocar el teléfono ante un vídeo, ya que a la cámara podría costarle considerablemente más diferenciar la imagen en movimiento de la real.

Los expertos en seguridad señalan que, al dar acceso a datos como la tarjeta de crédito, conviene continuar utilizando códigos y contraseñas

Ante la imposibilidad de asegurar un sistema fiable al 100%, expertos en seguridad señalan que se deben aprovechar las ventajas de Face ID pero que, al dar acceso a datos como la tarjeta de crédito, conviene curarse en salud y continuar utilizando códigos y contraseñas para poner una doble barrera de acceso al teléfono móvil.

Además, hay que tener en cuenta que estos sistemas biométricos funcionan en condiciones óptimas. Por ejemplo, si el usuario no se encuentra mirando a la cámara y fija sus ojos en otro lugar lo normal es que no le reconozcan como el propietario del dispositivo. También imposibilitan el uso del terminal en situaciones tan cotidianas como ir conduciendo y solicitar a la pareja que acceda un segundo al terminal para contestar un mensaje o consultar una dirección en la aplicación de mapas. Su acceso al interior del teléfono sería imposible.

Amenaza a través de Bluetooth

La seguridad de los datos personales de los usuarios de smartphone no sólo se ve comprometida con la incorporación de sistemas biométricos sino que otras tecnologías de uso más cotidiano también han registrado en las últimas semanas importantes agujeros de seguridad.

Es el caso del Bluetooh que incorporan muchos teléfonos, tabletas y ordenadores portátiles. Mantenerlo encendido puede dejar una puerta abierta a que hackers logren acceder al interior del dispositivo y hacerse con información sensible.

Según la firma de seguridad Armis este tipo de conexiones “por el aire” son inseguras y se pueden aprovechar sus vulnerabilidades sin ni siquiera tener contacto con el aparato mediante el uso fraudulento de un vector denominado BlueBorne.

Esto afectaría potencialmente a los más de 8.200 millones de dispositivos Bluetooth que existen en el planeta y la mejor manera de protegerse ante la amenaza es mantener la función desactivada cuando no se esté utilizando.

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