El inesperado final del Hermano Líder

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[LAS ÚLTIMAS IMÁGENES DE GADAFI CON VIDA.– La televisión local de Misrata emitió ayer este vídeo del exdictador libio Muammar el Gadafi cuando aún estaba con vida. En medio de un griterío ensordecedor, se ve cómo el líder libio es ayudado a bajar de una furgoneta, zarandeado y trasladado a otro vehículo, poco después de ser arrestado cuando trataba de abandonar Sirte. El primer ministro del Gobierno de transición, Mahmud Yibril, informó de que, según el análisis forense, Gadafi murió “de un disparo en la cabeza"].

Era razonable pensar que Muamar Gadafi optaría por la salida de Sadam Husein: huir y convertirse en un prófugo antes que entregarse a un pueblo deseoso de vengarse de 42 años de dictadura. La rumorología -toda una institución extraoficial en el mundo árabe, ante la ausencia de fuentes de información fiables- le situaba en un punto incierto entre el desierto del sur y Argelia o incluso en Niger, pero pocos confiaban en que permaneciese en su ciudad natal al mando de sus tropas sosteniendo en persona la guerra la resistencia contra su propio pueblo.

El tirano libio demostró un mayor sentido del honor que el rais iraquí -aunque terminó escondido en otro agujero- y combatió por sus convicciones hasta su muerte, rodeado de sus últimos incondicionales, consagrando Sirte como la batalla definitiva del conflicto que él mismo generó y permitiendo por fin el inicio de una transición política que se adivina tan convulsa, al menos, como los últimos meses de insurrección.

El Consejo Nacional de Transición libio confirmó el jueves la muerte del tirano libio en la última batalla de Sirte, una ciudad que ya se consideró tomada hace más de una semana, cuando su Plaza Verde terminó bajo el control de los guerrilleros. Un puñado de calles seguían presentando batalla y su resistencia despertaba asombro por su tenacidad: la explicación parece radicar en la presencia del mismo Gadaf al frente de la resistencia armada y de su núcleo más cercano, incluidos su hijo Mutasim, el responsable de la Inteligencia y número dos oficioso del régimen Abd Allah al Sanusi, Ahmed Ibrahim, primo de Gadafi e ideólogo de su dictadura, el portavoz Musa Ibrahim, el asesor Mansur Daud o el ex ministro de Defensa Abu Baqr Yunis.

Imagen tomada con un teléfono móvil que muestra el cuerpo sin vida de Gadafi cuando era trasladado ayer a un hospital en Misrata (Libia). / Efe-Stringer

Con ellos -y con el resto del régimen muerto, huido o asumido por las líneas rebeldes- termina una larga y excéntrica era en la que Libia se convirtió en el campo de juegos de una familia que no supo o no quiso explotar sus riquezas naturales de tal forma que se erigiese un verdadero vergel en el desierto norafricano. Sólo se enriquecieron ellos mismos. Las últimas cuatro décadas son inimaginables sin el hermano líder, especialmente dado su culto a la personalidad y su consecuente omnipresencia -fotografías mediante- por todo el país, una característica común al resto de dictadores árabes que hace especialmente suculenta la anécdota que se desprende de una de las filtraciones de Wikileaks. En un cable del embajador norteamericano en Trípoli, Gene A. Cretz, quien solía describir a Gadafi como "mercúreo y excéntrico", el diplomático desgranaba las negociaciones que mantenía con el régimen para tramitar una solicitud de visado al mismísimo rais libio: Gadafi se negaba a entregarles una fotografía tamaño carne y sus asesores proponían que la Embajada utilizase el póster oficial que empapela las calles libias y lo cortase a voluntad. La embajada, obviamente, rechazó semejante idea y el asesor en cuestión, según Cretz, "admitió a regañadientes" transmitir el mensaje a su jefe.

Eran los momentos dorados del tirano, nacido el 7 de junio de 1942 en un campamento beudíno cercano a Sirte, una zona eminentemente rural que dejaba pocas oportunidades de prosperar a Muamar. Pero el joven Gadafi se esforzó en las aulas y llegaría a registrarse en la Universidad de Benghazi para estudiar Geografía antes de ingresar en la Academia Militar, donde haría carrera. Mucha carrera, y muy rápido: el 1 de septiembre de 1969 deponía al rey Idris al frente de un reducido grupo de jóvenes oficiales en lo que fue un golpe de Estado incruento. Apenas era un capitán de 27 años.

Libia no volvería a ser la misma. Impuso como sistema político otra de sus invenciones, la jamahiriyah o república de masas, en la que oficialmente se restaba responsabilidades -que recaían sobre sus ciudadanos, para eso era de inspiración socialista- y que explicaría que nunca tuviese que ascender del máximo rango que se asignó, el de coronel. El sistema escondía una dictadura militar de fachada populista y laica volcada en prioridades sociales como la educación y la sanidad: sus comités revolucionarios, que contaban con entre el 10 y 20% de la población como informantes, se ocupaban de que no hubiese disidencia interna (la disidencia fue formalmente ilegalizada).

Admirador de Mao Tse-Tung, del Ché Guevara o del egipcio Gamal Abdel Naser, siguió los pasos del primero con su Libro Verde, su herencia filosófica, una suerte de biblia impuesta a los libios (de obligada lectura en los colegios) de cuestionable profundidad intelectual -tengo debilidad por la cita que reza "las mujeres, como los hombres, son seres humanos. Es una verdad incuestionable. Las mujeres son diferentes en la forma porque son femeninas".

Ciudadanos libios celebraban anoche en Trípoli la muerte de Gadafi y la caída de Sirte. / Sabri Elmhedwi (Efe)

Políticamente, podría considerarse pan-africano, pan-arabista y eminentemente antiimperialista. Claro que este extremo gozó de temporadas. Tuvo su era enfant terrible -muy larga, para ser precisos de tres décadas- en la que financiaba grupos armados del mundo -desde las FARC hasta el IRA, pasando por todos los movimientos árabes-,promulgaba la oposición a los acuerdos de paz con Israel y se alineaba con personajes de la talla de Idi Amin, Slodoban Milosevic, Jorg Haider, Charles Taylor o Jean Marie Le Pen. En 1986, el vínculo libio con la muerte de dos ciudadanos norteamericanos en un atentado en Alemania Oriental le costó los bombardeos ordenados por Ronald Reagan -autor del calificativo de perro loco- contra Tripoli y Benghazi: para la posteridad quedó la dramática anécdota de la muerte de su hija adoptiva Hana, tan esparcida como ejemplo de la brutalidad de Estados Unidos. Tras la caída de Tripoli se descubrió el hospital donde Hana trabajaba como doctora. Aparentemente, todo había sido una artimaña de Gadafi para alimentar su victimismo.

Tras el brutal atentado de Lockerbie de 1988 -270 muertos- y la negativa de Gadafi de entregar a los sospechosos, las sanciones afectaron al régimen. En 1999 comenzó su proceso de transformación de paria internacional a aliado de Occidente. O amigo extravagante, como gustaba de calificarle el ex presidente español José María Aznar, uno de los contados ex mandatarios que se opuso a la intervención de la OTAN para parar al régimen libio cuando comenzó a masacrar a su población civil. Renunció a sus programas de armas no convencionales, se hizo amigo de Tony Blair y otras personalidades occidentales, plantó su jaima en los más selectos jardines del primer mundo y regaló caballos pura sangre a sus nuevos aliados además de comprar amistades con sustanciosos contratos de explotación de recursos.

Envuelto en sus extravagantes túnicas se paseó por Naciones Unidas -años después de tachar al Consejo de Seguridad como Consejo de Terror- y repartió recetas para la estabilidad mundial como la creación de Isratina, un país entre Israel y Palestina, una propuesta amablemente rechazada por los interesados, a los que calificó inmediatamente de "idiotas". En las cumbres de la Liga Arabe, a las que siempre acudía, su discurso era el más esperado.

Sus amazonas vírgenes, su maquillaje y sus tacones, sus jaimas y toda la parafernalia que le rodeaba contrasta, sin embargo, con el valor que demostró permaneciendo en Sirte hasta el final. Pudo haber huido, pudo haberse entregado, pudo haber buscado asilo -aún quedaban un par de países que le habrían aceptado- y optó por combatir hasta la última bala. Sin reservarla para su propio craneo. Él fue el perseguido zenga zenga, callejón por callejón, y parece que sus ratas, como Gadafi calificaba a los libios que se alzaron contra su régimen, le hallaron en un desagüe. Es la última ironía que rodea al dictador más excéntrico del mundo árabe.

14 Comments
  1. En España... says

    … Gadafi estaría en la AVT como víctima del terrorismo junto a ilustres miembros del franquismo como Carrero Blanco o Melitón Mazanzas y algunos otros leales al régimen del Sátrapa meapilas Frano. Claro que aquí no ganó la oposición al tirano, si no los sucesores nombrados por el propio tirano y sus ministros más fieles. Que pena que todos los franquistas asesinos y torturadores no hubieran tenido el merecido fin que ha tenido Gadaffi.

  2. Un servidor says

    Pero no hay nadie que diga que la muerte de Gadafi ha sido una salvajada en toda regla? Le han cogido, le han dado de tortas y luego le han dado matarile con un tiro en la nuca. Ni juicio ni carcel… ¿esta es la revolucion esperanzadora? Sinceramente, no espero nada bueno de Libia.

  3. Un servidor says

    Por cierto, el comentario 1 me parece LAMENTABLE. Un tiro en la nuca no es «el merecido fin» de nadie, por favor. ¿Como se permiten estas expresiones en CuartoPoder? ¿Estamos en una democracia del Siglo XXI o solo hay derechos humanos para unos y matarile para otros?

  4. krollian says

    El significado de Gadafi lo describe mejor este enlace que mi, posiblemente, impreciso hipotético comentario:

    http://elteleoperador.blogspot.com/2011/10/mi-mas-sentido-pesame.html

  5. a korlian says

    Te faltó añadir, al yerno de Aznar íntimo de los hijos de Gadaffi, a Berlusconnni que aprendió lo de las fiestas bunga bunga en libia, a Bush, Blair, Merkel y todas las empresas de armamento europeas y USA que tan buenos beneficios han sacado de la venta de armas al tirano, armas utilizadas para masacrar a su pueblo. Algo parecido a lo que hicieron en su día con Franco y su régimen, protegido por bases americanas de morón, rota, zaragoza y torrejón. ¿una salvajada lo de Gadaffi ?, si hasta el ABC lo llama «ajusticiamiento». Claro que porque no es libio, porque el ABC libio díría «atentado terrorista contra nuestro lider supremo» que siempre fue muy amable con los dictadores propios.

  6. Un servidor says

    El ABC que diga lo que quiera. La pena de muerte de una burreria y en cualquier caso, esa tiene que llegar despues de un juicio con garantias. Pegar un tiro en la cabeza a alguien, aunque sea tirano repugnante (que lo es) es un asesinato, no un ajusticiamiento. Y los asesinatos los hacen los asesinos. Gadafi estaba capturado y se le aplico una venganza repugnante. Con Sadam al menos hubo simulacro de juicio. Si nos sonrojamos del GAL, sonrojemonos de darle matarile a cualquier persona, buena o mala, blanca o negra, de izquierdas o de derechas.

  7. a korlian says

    a «un servidor», pues mejor me lo pone, porque aún no entiendo por qué los medios de comunicación como público, supuestamente progresistas no incluyen a los 66 asesinados por el GAL, Batallón Vasco Español, la triple A, el GAE dentro del grupo de víctimas de la violencia en Euskadi del 69 al 84. No se entiende que se ningunee a estas víctimas causadas por un terroristas que decían «combatir a ETA» y asesinaron a mucha gente que nada tenía que ver. Si esto fuera estado de derecho, y se creyeran lo que usted ha dicho, lo mismo se trataría a Lasa y Zabala que a Carrero Blanco o Melitón Manzans, pero está claro que la medalla al «mérito constitucional» postmorten se la dio el TC, a los franquistas y no se la darán nunca a los chavales vascos,nunca juzgados, ni condenados por el estado, pero si ejecutados por supuestos «servidores del orden», como Galindo, Dorado y Bayo, beneméritos agentes condenados en firme, pero hace años en la calle felizmente.

  8. Un servidor says

    Pero a ver, que tiene que ver Carrero Blanco? Ya volo por los aires no? Pues dejele en paz, que ya pago lo suyo y no hay gente por ahi honrandole. Y si se refiere a que Franco le enterro con honores, pues no iba a escupirle ademas, que fue su brazo derecho toda su vida. Yo lo que quisiera ver es un mundo sin barbarie de una p… vez, y no ver legitimadas unas barbaries sí, pero otras ser unos crimenes horrendos.

  9. En España... says

    ¿no hay gente honrando a CArrero Blanco ? joder, si le dieron la «Medalla al mérito constitucional» lo mismo que a Melitón Manzanas durante el gobierno de Aznar, y cuando IU recurrió el TC. vino a decir que lo que «habían hecho en vida» no contaba (torturas, asesinatos- posiblemente Carrero preparó los primeros antentados contra exiliados en Francia-, detenciones arbitrarias, cierres de medios de comunicación,etc,etc) si no que su muerte «había truncado su reconversión a la democracia», vamos el cambio de chaqueta,, que no de convicciones, como muchos de los ministros franquistas fundadores de AP-PP, y que en 1978 como bien cuenta Vestringe pretendían hacer «una marcha verde contra el Pais Vasco»,o Fuerzanovistas y falangistas tardíos como el propio Aznar que en el 77 estaba contra la constitución y muchos otros que hoy militan en el PP y que fueron «guerrilleros de Cristo rey» con muchos atentados en su haber como el de la facultad de derecho en la complutense en 1979. Ni olvidamos ni perdonamos, ni a unos ni a otros, o perdonamos a todos, no solo a los terroristas de derechas y del GAL.

  10. SOTANA ROJA says

    ¿Donde estaba la OTAN cuando el dictador asesino Franco machacaba a los españoles? A, es que eramos como Arabia Saudita,Barheim,Marruecos,Israel,Pakistan,Chile(Pinochet),Argentina(Videla),kuwait,Yemen,Somalia,etc. dictaduras afines a la causa occidental, es decir capitalismo depredador fuera de nuestras fronteras.

  11. SOTANA ROJA says

    Las dos Varas de Medir:

    1º Vara :Terrorismo de Estado
    La resistencia a la dictadura de franco la hizo el Partido Comunista de España , dejando a muchos muertos,desaparecidos,batallones de trabajo y cárceles, en su recorrido.
    Durante la transición también cayeron en el camino muchos comunistas y sindicalistas de CC.OO, que para el caso en aquellos momentos eran los mismos.
    Las Asociaciones de Damnificados Victimas del Franquismo y la Transición no pintan nada en los esquemas sociales y estatales en este pais, de estos luchadores por la libertad.

    2º Vara:

    Los asesinados por ETA en la España Monarquica gonzan de un estatutos de 1º Grado social y estatal , teniendo entre sus filas tanto a ciudadano vilmente asesinados por la banda terrorista ETA, como a Terrorista de Estado del Franquismo y la Transición (Batallón vasco Español,Gal)como a los propios presuntos y terroristas de ETA.
    La AVT tiene desde la derecha franquista un poder en la dirección de este pais que no tienen Asociaciones de Victimas del 11-M ,PCE,CC.OO, y Asociaciones de Victimas de la Guerra Civil y el Franquismo.

  12. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    ¡Pena que a veces se haga esperar tanto… pero ha mucho tiempo que a mí me digeron esto de «quien mal anda, mal acaba»!
    ¡Que algunos indeseables asesinos mueren en ‘sus’ robadas camas, cierto, pero véase, al final este indeseable ha intentado huir por las alcantarillas, como las ratas, cosa que de nada le ha servido!
    ¡Que su ‘alá’ lo envíe a su allá!
    (besos)

  13. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    ¡Pena que a veces se haga esperar tanto… pero ha mucho tiempo que a mí me dijeron esto de «quien mal anda, mal acaba»!
    ¡Que algunos indeseables asesinos mueren en ‘sus’ robadas camas, cierto. Pero véase, al final este indeseable ha intentado huir por las alcantarillas, como las ratas, cosa que de nada le ha servido!
    ¡Que su ‘alá’ lo envíe a su allá!
    (besos)

  14. antordonez says

    VENGANZA O JUSTICIA ESA ES LA CUESTION

    Quien a hierro mata a hierro muere; ojo por ojo diente por diente; aquí te pillo aquí te mato, son frases que dicen muy poco del modelo de civilización ideal y que los niños celebren con armas por las calles la muerte del dictador Gadafi, nos indica que tienen mucho por hacer el pueblo libio. A occidente le debería preocupar eso más, que el petróleo. Una política de colaboración y ayuda y no de expolio.

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