Movilización 'online' por la liberación de la bloguera siria Razan Ghazawi

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Imagen de la campaña Free Razan.

Conozco pocos sirios activos en las redes sociales que utilicen sus verdaderos nombres. El riesgo a una detención es demasiado alto y la mera posibilidad de desaparecer convierte la honestidad en un valor inútil en el contexto de la revolución siria, donde las únicas voces que se alzan para denunciar la represión del régimen provienen del interior del país árabe, un Estado policial donde no hay lugar para la libertad de expresión.

Razan Ghazawi, coordinadora del Centro Sirio para Medios y Libertad de Expresión, lo hacía desde su blog y desde su verdadera identidad pese al riesgo de sufrir represalias por ello. Al menos lo hizo hasta el domingo, cuando fue detenida por la policía de fronteras siria cuando trataba de viajar a Amán, Jordania, para participar en una conferencia sobre la libertad de expresión y prensa en el mundo árabe.

Cuentan sus amigos en las redes sociales que había expresado su temor a ser arrestada en su viaje con un aviso que suena a encargo. "Si algo me pasa, sabed que el régimen no teme a sus prisioneros, sino a aquellos que no les olvidan". La joven bloguera, de 30 años y nacida en Estados Unidos aunque residente en Damasco desde hace años, se retrataba en su anuncio ya que desde su ONG y desde Internet abogaba activamente por la liberación de personas arrestadas y encarceladas por expresar opiniones contrarias al régimen de Damasco. Sus últimas entradas informaban sobre la liberación de otro conocido bloguero sirio, Hussein Ghrer, que pasó 37 días en prisión, y del valor de la actriz siria Fadwa Suleiman, una conocida intérprete alauí que ha decidido permanecer en la asesidada ciudad de Homs para denunciar la represión de Bashar Assad y convertirse en portavoz de los manifestantes que exigen reformas democráticas.

Ahora, la propia bitácora personal de Razan Ghazawi se ha convertido en una plataforma que exige su liberación.La respuesta a su arresto está siendo masiva, con campañas online en varios idiomas que exigen la liberación de esta bloguera conocida por sus campañas a favor de la libertad de expresión, de los presos políticos en Siria y de los derechos de las minorías sociales, y en especial de la causa palestina. Los más relevantes blogueros árabes dedican palabras de ánimo a Razan y expresan su ultraje por su detención. "Razan ha sido activa y abierta a la hora de combatir las injusticias. Se mantuvo del lado de Hizbulá durante la guerra de 2006. Estuvo del lado de blogueros sirios islamistas pese a sus completas diferencias ideológicas", destacaba la conocida Zeinobia en su blog Crónicas Egipcias.

Chan'ad Bahraini, autor de un blog sobre Bahréin que suele abordar asuntos de otros países árabes, hacía una reflexión inquietante en su cuenta twitter. "@RedRazan, @alaa y @abdulemam estuvieron presentes en el primer Encuentro de Blogueros Arabes en Líbano en 2008. Hoy están en prisión o escondidos". Bahraini se refería a Alaa Abdel Fattah, el veterano bloguero egipcio arrestado el 30 de octubre convertido en símbolo de los abusos de la Junta Militar contra los ciudadanos, y a Ali Abdulemam, el más conocido de los blogueros de Bahréin, sentenciado in absentia por la dictadura de los Al Khalifa a 15 años de prisión.

La situación de los blogueros y activistas árabes de Derechos Humanos ha empeorado tras las revoluciones árabes inacabadas, dado que los dictadores han arremetido contra las voces críticas para intentar minimizar la disidencia interna en una táctica que no termina de cuajar. Más bien al contrario: cuantos más arrestos, más vocales aparecen denunciando violaciones de Derechos Humanos; cuantas más muertes de civiles en protestas, más personas acuden a la siguiente manifestación convocada. Como decía el bloguero sirio recién liberado Hussein Ghrer en una de sus últimas entradas, "el silencio no nos sirve después de hoy. No queremos un país donde se nos meta en prisión por pronunciar una palabra. Queremos un país que abrace y dé la bienvenida a las palabras". Y gracias a las revoluciones, los árabes comienzan a perder el miedo a hablar.

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