La tormenta política del Brexit vista por tres eurodiputados británicos

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Un hombre sostiene una pancarta en la que puede leerse "Londres votó dentro", durante la Marcha por Europa en Londres el pasado sábado. / Sean Dempsey (Efe)

BRUSELAS.–Al referéndum por la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea le siguió una cadena de renuncias, una tormenta política, una brecha social y una profunda incertidumbre. Tras la dimisión de David Cameron, la renuncia a presentarse a las elecciones de Boris Johnson, el abandono de Nigel Farage, la moción de confianza a Jeremy Corbyn, las manifestaciones en defensa de la permanencia de Reino Unido en la UE y el comienzo de las negociaciones entre Escocia y la Unión, cuartopoder.es habla con varios eurodiputados británicos sobre la Gran Bretaña post-Brexit.

La victoria del Brexit, una llamada de atención a la UE

El pasado 23 de junio, más de 17 millones de británicos votaron por la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el 52% de los votantes. Lo que ha venido después ha sido una tormenta política social tanto en Gran Bretaña como en la propia UE. Tras el anuncio de los resultados del referéndum, la libra cayó a mínimos históricos y todas las bolsas europeas con ella, aunque se ha ido estabilizando poco a poco. Además, Farage reconoció que no podían cumplir las promesas que hicieron durante la campaña. Y comenzaron las dudas entre los propios británicos. Algunos, incluso, se manifestaron arrepentidos de su voto.

Para Julie Girling, eurodiputada del Partido Conservador de Cameron y partidaria la permaencia, el resultado del referéndum es "un desastre". Girling se muestra contundente: "Seré franca: los partidarios del 'leave' convencieron a más gente pero lo hicieron con mentiras". La representante conservadora explica que los partidarios de abandonar la UE engañaron a los ciudadanos en lo referente al coste económico de la UE, las carencias democráticas de las instituciones o el control migratorio. "Fue una campaña de exageraciones y mentiras. Creo que la gente que creyó esas mentiras se sentirá muy decepcionada", sentencia.

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Jonathan Arnott, euridoputado del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP). / UKIP

Jonathan Arnott, representante del UKIP en la Eurocámara, por el contrario, celebra el resultado y lo considera histórico: "Es un momento muy importante porque volveremos a ser una nación fuera de la Unión Europea". Respecto a las protestas que han seguido al referéndum, las peticiones para su repetición y la convulsión política generada, Arnott insiste en que "el referéndum es la democracia y debemos respetarlo". Respecto a las acusaciones sobre la falsedad de los mensajes usados en la campaña, Arnott las niega e insiste en que son mensajes que forman parte de un proyecto político que luego debe adaptarse a las circunstancias.

David Martin es eurodiputado del Partido Laborista, también partidario de la permanencia, y  apunta a la falta de implicación de los líderes pro-remain y al descontento de la ciudadanía con su situación personal como responsables de la victoria del Brexit. Para Martin, Cameron ha intentado cambiar en semanas una postura de oposición a la UE que ha mantenido durante años. "Si pasas 12 años criticando la Unión Europea desde la oposición y como Primer Ministro, luego no puedes simplemente cambiar y de repente ser un auténtico europeo", denuncia. Pero el europarlamentario escocés también apunta a la precaria situación de muchas personas que se ven afectadas por las políticas de austeridad -aunque Reino Unido no forma parte de la zona Euro- y que no sienten el beneficio de la globalización. Esto, entienden Martin, explica las diferencias de edad y nivel de educación en el voto. "Debemos empezar a hacer más para abordar la austeridad, para evitar evasión fiscal para así encontrar el dinero para ayudar con servicios públicos. Creemos que deberíamos estar haciendo más en relación a la Europa social", explica. David Martin cree que este evento político puede ser una oportunidad para la UE: "Es una llamada de atención".

Los resultados del referéndum mostraron además una enorme brecha en términos de edad y educación. Los jóvenes votaron mayoritariamente por la permanencia, los mayores, por el Brexit. La misma correlación se produce entre las personas con estudios avanzados y con estudios básicos. Para Julie Girling esta división es "muy peligrosa" y debe hacer reflexionar a los políticos pues muchas de las personas que votaron en favor de abandonar la UE lo hicieron, no en contra de Europa sino "contra el sistema". Martin coincide y cree que el modo en que las diferentes generaciones perciben las consecuencias de la globalización también es determinante.

El análisis de Jonathan Arnott es distinto. Arnott cree que el voto de los mayores en favor del Brexit es una cuestión de una experiencia de la Unión Europea que los jóvenes no tienen. "En el año 1973 Reino Unido quería participar en el mercado común y la gente votó para ello. Fue mentira porque no fue solo un mercado común sino mucho más", explica. Es esta gente, entiende Arnott, quien ha votado contra la UE. En cuanto a las diferencias por nivel de estudios, Arnott pone el acento en la mayor tasa de desempleo entre quienes tienen un menor nivel de estudios. Preguntado por cómo resolvería este asunto doméstico una posible salida de la Unión, el eurodiputado del UKIP toma unos minutos para reflexionar, tras lo cuál, apunta a la inmigración. "El problema del desempleo para los que no tienen la educación en la universidad está relacionado con la inmigración porque si no tenemos el poder de poner un límite, todo el mundo puede, desde la Unión Europea, ir al Reino Unido y trabajar", explica Arnott que insinúa que el desempleo en Reino Unido está directamente relacionado con el aumento de la inmigración.

Los líderes del Brexit abandonan el barco

La convulsa situación política y la falta de liderazgo del partido en el gobierno retrasa las negociaciones con la Unión Europea. La UE se niega a negociar hasta que el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que permite a un Estado miembro abandonar voluntariamente la Unión, sea invocado. Cameron, que no se sentía legitimado para hacerlo al haber defendido la permanencia, dimitió. También se mantendrán al margen Boris Johnson, cabeza visible de los conservadores en favor de la salida de Reino Unido de la UE que ha anunciado que no se presentará a las elecciones del partido y Nigel Farage, líder del UKIP, por considerar cumplido su objetivo político de sacar a Reino Unido de la Unión. Los dos grandes defensores del Brexit dejan a otros la responsabilidad de hacerse cargo de las consecuencias de algo que ellos promovieron. Además, el líder laborista, Jeremy Corbyn, perdió por escandalosa mayoría una moción de confianza de su partido, aunque no ha dejado el cargo.

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Julie Girling, eurodiputada del Partido Conservador. / Twitter

El problema de Corbyn, entiende David Martin, ha sido su ambigua posición durante la campaña aunque le defiende. "Creo que Jeremy Corby habló por mucha gente cuando dijo sí, Europa nos ha traído muchos beneficios, derechos, derechos del consumidor, acceso al mercado único, trabajo sobre el cambio climático… pero debe hacer más para proteger a la gente corriente del impacto de la globalización", insiste. Para Girling, la convulsión política nace del hecho de que muchos votantes se hayan expresado en contra de la posición oficial de su propio partido, tanto en el caso de los conservadores como de los laboristas. Sin embargo, para Arnott, los problemas de Corbyn van mucho más allá del Brexit y están relacionados con convulsiones internas del propio partido previas al referéndum.

Todos aprueban la dimisión de Cameron aunque en términos diferentes. Para la eurodiputada conservadora, se trataba de una cuestión de coherencia. "No veo cómo podría haber liderado la negociación para abandonar [la UE] cuando él no creía en ello", explica. Jonathan Arnott, sin embargo, echa en cara al todavía Primer Ministro que prometiera respetar la voluntad de los ciudadanos británicos y a pesar del resultado en favor del Brexit, no haya activado el artículo 50.

Respecto a Boris Johnson, Julie Girling se congratula de su renuncia a presentarse a las elecciones pero le tacha de cobarde: "Él ha creado este problema. Trabajó duro para conseguir este resultado y ahora que lo tiene, no quiere tener nada que ver con él".

El futuro de Escocia y Gibraltar

Otro de los grandes focos mediáticos tras la confirmación del apoyo al Brexit fue la reacción de Escocia. Alrededor del 60% de los escoceses votaron a favor de permanecer en la Unión Europea. Su Ministra Principal, Nicola Sturgeon, se ha convertido en una de las estrellas mediáticas tras la votación por su defensa de la inmigración, su total oposición al Brexit -llegando a amenazar, y legalmente puede hacerlo, con bloquear la salida de Reino Unido de la UE- y su defensa de un segundo referéndum en el país, de confirmarse el abandono de la Unión Europea. La líder del Partido Nacionalista Escocés se reunión tras la cumbre de la pasada semana con los presidentes del Parlamento Europeo y la Comisión para tratar "el lugar de Escocia en la UE".

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David Martin, eurodiputado del Partido Laborista. / Unión Europea 2016

David Martin cree que es pronto para plantear nada: "En este momento no sabemos en qué va a consistir la Relación de Reino Unido con la Unión Europea, así que tampoco sabemos cómo va a ser la relación entre Escocia y la UE". Para Martin habrá que esperar a conocer el resultado de las negociaciones, puesto que aunque los escoceses valoran su acceso al mercado único, Reino Unido sigue siendo su principal área comercial. El eurodiputado reconoce sin embargo que es posible "que al final del día tengamos que decidir entre ser parte de la Unión Europea o de Reino Unido" y valora los contactos que Sturgeon está llevando a cabo en Bruselas.

Para Jonathan Arnott no es tan simple: "Escocia podría independizarse de Reino Unido y no ser miembro de la Unión Europea". El eurodiputado del UKIP apunta a España y a las declaraciones de Mariano Rajoy que defendió tras la cumbre que si Reino Unido se va, también Escocia. La conservadora, Julie Girling, aunque menos tajante, también cree que esa posibilidad es poco realista. "Entiendo por qué quieren hacerlo pero no creo que tengan esperanza en absoluto", explica, "les guste o no, forman parte de Reino Unido" e, insiste, es con Reino Unido con quien la UE negociará.

Girling es diputada en el Parlamento Europeo por Gibraltar y, por tanto, sensible a la cuestión peninsular: "En el tiempo que he sido eurodiputada, el gobierno de España, especialmente bajo el mandato del Partido Popular, parece que tienen una forma particular de pensar sobre Gibraltar. Y no es una especialmente amistosa". La eurodiputada destaca que, el Brexit y un posible cierre de fronteras, "sería muy duro para la economía de Gibraltar pero también para La Línea", advierte.

¿Y ahora qué?

Esta semana han comenzado las votaciones que llevarán al Partido Conservador a escoger a su líder que, presumiblemente, liderará las negociaciones para la salida de Reino Unido de la Unión Europea. "Creo que la negociación va a ser muy difícil pero el Gobierno británico no va a activar el artículo 50 hasta que no haya hecho los deberes", explica Girling. Con hacer los deberes, la eurodiputada conservadora se refiere a preparar un plan completo de lo que Reino Unido espera de la negociación, del tipo de relación que de ahora en adelante quiere tener con la UE. "Necesitamos un periodo de reflexión para hacer ese trabajo", concluye.

Jonathan Arnott insiste en la necesidad de mantener las relaciones comerciales con la UE, a pesar del Brexit. En ser buenos vecinos y mantener relaciones amistosas. Respecto a las advertencias de los Estados miembros sobre la necesidad de contribuir al presupuesto de la Unión y respetar la libre circulación de personas para acceder al mercado común, Arnott entiende que es lo que pide la Comisión pero la negociación está abierta. Así y todo, entiende, "no es necesario ser parte del mercado común pero sí continuar con el comercio" e insiste, "para mí lo importante es recuperar la soberanía pare negociar también con otros países".

Dos semanas después de la celebración del referéndum en el que el 52% de los votantes lo hicieron a favor del Brexit, Reino Unido es aún Estado miembro de la UE aunque con un comisario menos, un Primer Ministro a medio gas y dos de los mayores defensores de la salida de Gran Bretaña de la Unión fuera de escena. Dos semanas después de la confirmación del Brexit, lo único que queda es esa incertidumbre que, a toda costa, la UE quería evitar.

(*) Beatriz Ríos es periodista.
1 Comment
  1. pulpeiro says

    David Martin no es del SNP

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