Tarjeta roja al Atleti por jugar con un equipo ultra israelí

  • La selección argentina de fútbol suspendió en 2018 el amistoso que tenía programado con su homóloga israelí
  • “Forever pure” (Siempre puros) es el eslogan que sirve como seña de identidad entre los más radicales de su hinchada

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En plena resaca de la última edición de Eurovisión -que, muy probablemente, pasará a la historia por la controversia que ha generado-, el club de fútbol Atlético de Madrid tiene previsto jugar un amistoso este martes, y que tampoco está exento de controversia.

Su rival, el Beitar Trump Jerusalem, es un equipo de primera división israelí, que nació al calor de la extrema derecha israelí y es conocido por su afición xenófoba y racista. “Forever pure” (Siempre puros) es el eslogan que sirve como seña de identidad entre los más radicales de su hinchada y que da nombre al documental dirigido por Maya Zinshtein, que muestra el desprecio de la afición hacia los chechenos, Zaur Sadayev y Djebrail Kadiyev, convertidos en los primeros jugadores musulmanes fichados por el club. La animadversión a los palestinos (musulmanes o cristianos) también está servida. Ningún árabe israelí, como se conoce a los palestinos que adquirieron la nacionalidad israelí, ha pasado por su vestuario.

El nombre también da pistas de la posición política del club. Y es que, el pasado año, los directivos del equipo decidieron añadirle “Trump”, en homenaje y reconocimiento al presidente de Estados Unidos, después de que anunciara su decisión de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén y reconocer la ciudad en disputa, como capital de Israel. Una medida que desafió los cimientos del Derecho Internacional.

Con este historial, las asociaciones y colectivos de apoyo a los palestinos piden al conjunto rojiblanco que cancele su participación. “No estamos en contra de que jueguen en Israel, pero no en Jerusalén ocupada”, argumentaba en una carta el presidente de la Asociación de Fútbol de Palestina, Jibril Rajoub, que, entre otros, enviaba al consejero delegado del Atlético de Madrid, Miguel Ángel Gil Marín.

El movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel, también ha hecho llegar una misiva al club madrileño en la que señalan que su participación en el amistoso, supone una respuesta “a la propaganda israelí de querer normalizar la ocupación” y “reclama a socias/os y a la directiva del Atlético de Madrid que ponga tarjeta roja al sionismo y no juegue en Israel”.

A lo que Pablo Lago, Responsable de Cumplimiento del club madrileño, ha respondido alegando que el Beitar Trump Jerusalem “participa en todas las competiciones europeas sin excepción” y “pertenece a la UEFA, organismo que a su vez pertenece a la FIFA, velando rigurosamente por el Fair Play (Juego limpio) de todos los equipos que pertenecen a su organización”.

Por esta contestación desde el club rojiblanco, a la que cuartopoder.es ha tenido acceso, y los tuits del perfil oficial del Atleti “¡recién llegados a Tel Aviv!”, todo parece indicar que los atléticos no seguirán el ejemplo de la selección argentina de fútbol, que en 2018 suspendió el amistoso que tenía programado con su homóloga israelí.

“Vienes a jugar con tus amigos a Malha, en un estadio construido sobre nuestra aldea destruida”, advertían unos 70 niños palestinos en una carta dirigida a Leo Messi. Se referían al Teddy Kollek, el campo del Beitar Trump Jerusalem, construido sobre las ruinas de este pueblo palestino del que sus habitantes fueron expulsados en la guerra de 1948, la antesala a la creación del Estado de Israel.

Finalmente, el astro argentino no pisó su césped. Sin embargo, el martes por la tarde, lo hará el Atlético de Madrid.

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