El ministro me ama

He recibido una amabilísima carta de Miguel Sebastián, a la sazón ministro de Industria del Gobierno del Reino de España. Me ha sorprendido. Mas no por inesperada era injustificada. Debo reconocer que la misiva ministerial fue contestación a otra que yo le hice llegar criticando-le (no a él, líbreme el demonio), sino la política que se ha empeñado en sacar adelante promoviendo la continuación del uso del carbón mineral como combustible. Como me dice, con muy buenas y prolijas palabras, que no está dispuesto a bajarse del burro, mucho me temo que habré de seguir escribiéndole. Sobre esa y, desafortunadamente,  sobre muchas otras cosas. Y no es por mi gusto, pues pocas cosas me harían más contento que no tener que enviarle recados a Sebastián. Pero él lo quiere así. Salud, ministro.