¿Cuánto nos cuesta el petróleo?

4
Un barco realiza tareas de limpieza en un área especialmente afectada por el vertido de la plataforma petrolífera de BP en el Golfo de México. / GREENPEACE-EFE

Si nos preguntamos cuánto nos cuesta el petróleo, o alguno de sus derivados, recordaremos la última vez que pasamos por el surtidor de combustible del barrio y el precio que marcaba por litro. No reparamos en que nos cuesta realmente mucho, muchísimo más.

Desde el miércoles, estamos en disposición de hacernos la pregunta oportunamente: ¿Cuánto nos cuesta directamente el petróleo? Dejemos a un lado la interminable lista de derivados del oro negro para centrarnos en el crudo, el que sale de los pozos, fundamentalmente.

Barreras de contención desplegadas frente al Refugio Nacional de Vida Salvaje Breton, en las costas de Luisiana / EFE

Pues nos puede costar la vida en el Planeta. No es catastrofismo. Lo que está pasando en las costas de Luisiana –y puede llegar a las de Misisipi, Alabama o Florida–, nos da una vez más una lección de lo que nos está costando el petróleo en términos reales, en términos vitales. El accidente en la plataforma petrolífera de BP causó once muertes, pero puede provocar muchas más cosas, a cuál peor en términos ambientales.

Se hablaba ya el viernes a mediodía de diez parques naturales en peligro, 400 especies amenazadas, miles de familias con su medio de vida en serio riesgo; de pérdidas sin cuantificar –imposible, todavía–, que son reales como la vida misma.

Se hablaba también del Gobierno-más-poderoso-del-mundo movilizado para intentar evitar que la posible catástrofe que se avecina se viera agravada por descoordinación como sucedió con el huracán Katrina en el último periodo de la era Bush II.

Pero no se hablaba, aunque se hablará, de que, en la otra punta del mundo, hace apenas un mes el accidente del barco petrolero Shen Neng I estuvo a punto de llevarse por delante la barrera coralífera australiana tras sufrir un accidente debido a que desvió su ruta para que el armador se ahorrara poco más de dos mil dólares (1.600 euros).

Viene bien recordar este precedente inmediatísimo –además de otros más lejanos como el Exxon Valdez, el Erika o nuestro Prestige– porque al menos esta vez y desde el primer momento parece clara la responsabilidad en el accidente de la plataforma del Golfo de México de la operadora de la instalación: British Petroleum, BP para los amigos.

La primera reacción de BP, cuentan las agencias, fue la de minimizar la gravedad del accidente, ocultando la magnitud del vertido. La segunda, con el pánico ya desatado, pedir ayuda al Gobierno de Estados Unidos, que ha declarado la situación de “catástrofe nacional”. Unas actitudes calcadas de los otros desgraciadamente famosos casos mencionados más arriba.

Porque, si la explosión en la plataforma se produjo el 20 de abril, ¿Qué ha pasado o qué no ha pasado en estos diez días para que las alarmas suenen horrísonas ahora? ¿Nos equivocaremos si deducimos malévolamente que en este caso, como en el del Exxon Valdez, el de Erika, el del Prestige, o el del Shen Neng I, alguien ha ocultado información negligente o incompetentemente sobre lo que pasaba?

Cambian casi cada hora los números de los daños que puede o va a causar la tremenda marea negra de unos diez mil kilómetros cuadrados. Cambia también, crece exponencialmente, la sensación de que el costo real del petróleo puede llegar a ser terrible para la vida del Planeta. ¿Cuánto? Incalculable. Experiencias tenemos.

4 Comments
  1. suso m. says

    De lo malo, la mierda se va para USA, que tiene más medios para «limpiarlo» y consume que no veas.
    Me imagino la mierda alrededor de Jamaica o Cuba. Lo que les iba a costar que la British pagara el daño.

  2. Paco F. says

    El coste es inasumible, no solo en este caso sino tambien en los sucesos que esta provocando, por ejemplo, la explotacion de la selva peruana u otros desde el punto de vista petrolero -lugares donde se han producido ya muertes y que han pasado inadvertidas… no es noticia, no interesa-. Por cierto, nuestra REPSOL tambien debe tener intereses, aunque no es BP. Nuevamente se choca con los habitos de consumo, producion, ocio… de nuestro «primer mundo». Un «primer mundo» que devora el planeta a costa del resto de la humanidad y a la que nada parece importar pues queda «muy lejos».

  3. nick says

    no sale la respuesta

Leave A Reply