Energía más cara: aumentan las renovables pero sigue la dependencia exterior

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Imagen de uno de los saltos de agua donde se produce energía hidroeléctrica. / idae.es

El consumo de energías renovables sigue aumentando. Los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Industria hace un mes en la reunión del Club Español de la Energía así lo muestra: del 15% de consumo final bruto del total del mix energético de 2011 hemos pasado al 16,2% en 2012. Pero los expertos no confían en que se pueda alcanzar el objetivo comunitario de que en 2020 el 20% de la energía producida en España sea de fuentes renovables.

Todo parece indicar que la tendencia al aumento va seguir al menos en el primer semestre de 2013, explica Mario Sánchez Herrero, fundador de la empresa especializada en renovables ECOOO, puesto que se ha registrado en lo que va de año un crecimiento de la proporción de renovables en el sistema por el aumento de la energía hidroeléctrica fluyente, algo “que no se había producido en la vida”.

En efecto, los embalses españoles, origen de la hidroeléctrica fluyente, han registrados niveles de gran acumulación desde el mes de febrero y falta todavía que se produzca el deshielo propiamente dicho.

De esta forma, aunque haya habido que parar grupos aerogeneradores porque el sistema no podía absorber su energía por el aumento hidrofluyente, “las auténticas perjudicadas han sido las centrales de ciclo combinado de gas, cuya producción tampoco ha podido ser absorbida”, añade.

El crecimiento proporcional de las renovables también ha sido favorecido porque esa energía tiene prioridad de acceso a la distribución según la Ley del Sector Eléctrico de 1997. Así, al caer la demanda y mantenerse el suministro renovable, esa energía crece proporcionalmente en el total del mix. “De ahí viene la ofensiva actual del sector eléctrico contra las renovables”, estima Sergio de Otto, de la Fundación Renovables.

La ofensiva, que dura ya varios años y tiene como elemento significativo el recorte de las primas a los productores de energía solar, se ha visto reforzada con el mensaje subliminal de que la parada registrada en producción por aerogeneración en las pasadas semanas demostraría que España produce “demasiada” energía renovable o, por lo menos, más de lo que el sistema de distribución puede absorber.

En realidad, esa argumentación velada oculta la determinación de nuestros Seis Grandes productores (Repsol, Gas Natural, Endesa, Iberdrola, Enagas y Cepsa) de no renunciar a mantener e incluso aumentar su negocio de energía “sucia”, es decir, la procedente de combustibles fósiles, incluyendo el nuclear.

Y esconde también el hecho de que España tiene un nivel de dependencia energética del exterior que está en el origen de la carestía como quedó bien clarificado en el informe Sostenibilidad en España 2011 del Observatorio de la Sostenibilidad.

“El modelo español se caracteriza por sufrir una enorme dependencia energética (74,1% en el año 2010), fundamentalmente combustibles fósiles que llegan desde el mercado exterior. (…) apostar por un mercado interior de energías renovables permitiría a España reducir esa dependencia energética, además de consolidar un sector de primera línea a nivel internacional”, se puede leer en la página 233 de ese texto.

Sin embargo, la tasa de dependencia energética exterior tras subir hasta el 76,4% en 2011 (22 puntos mayor que la media europea),  descendió al 70,4%, según el Balance Energético 2012 del Ministerio de Industria (publicado el 19 de marzo pasado) debido fundamentalmente al impacto de la crisis económica, que hizo bajar la demanda energética. Esa bajada ya había sido señalada por Eurostat sobre 2011, cuando descendió a 128,5 millones de toneladas equivalentes de petróleo, desde los 141,9 millones registrados en 2008.

Con esa tendencia, a pesar de que se consuma menos energía por el hundimiento de la economía, España sigue pagando una factura insostenible y la dependencia exterior sigue estando muy por encima de la media UE-27, aunque aumente la proporción de renovables en el mix energético final. La cuestión, por tanto, no es solamente llegar al 20% de renovables en el total de 2020, cosa de lo que algunos expertos dudan en vista de la política gubernamental favorecedora de nuestros Seis Grandes, sino que se hace cada vez más perentorio fomentar las energías renovables para abaratar la factura energética que pagamos.

Porque, como opina Mario Sánchez, "no hay ninguna garantía de que en 2020 se cumpla el objetivo de 20% de renovables, sobre todo si se supera la crisis y aumenta el consumo de energía: no hay recurso renovable nuevo y tendrá que tirarse de un mayor uso de recursos fósiles". Es decir, se disparará la dependencia exterior si hay recuperación económica.

4 Comments
  1. juan gaviota says

    Tirando del hilo ,se llega al ovillo;Todos los problemas que nos acechan ,tienen la misma raíz; La idolatría del becerro de oro.
    Todo vale con tal de ganar dinero; Si España tiene una dependencia energética exterior que nos hunde en la miseria ; Que importa.
    Si contaminamos el aire,la tierra el agua ; Que importa.
    Si nuestra solvencia energética a corto plazo no esta asegurada por la carencia y/ó carestía del crudo; Que importa.
    Hoy se esta ganando dinero, que sale calentito para los paraísos terrenales, si a corto plazo España se queda desabastecida enérgicamente, ese no es su problema,porque mientras dure el expolio y el monopolio, todos los magnates fueron felices y los que participan con las «mordidas» también.

  2. Verbarte says

    Al poder sólo le interesa el dinero con el color negro-petróleo. Así se inició el desboque del capitalismo y no están por la labor de que cambie nada. http://wp.me/p2v1L3-iJ

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