La memoria histriónica

Pascual García

-¿Oiga?

-Dígame.

-¿Es la Real Academia de la Historia?

-Sí señor.

-Es que le llamamos de aquí, de una cuneta, porque dice uno de los fusilados de la parte de abajo de la fosa, uno que está todo el día aplastado pero que aún conserva pilas en el transistor, que han presentado ustedes un montón de tomos de un diccionario y que nosotros no salimos.

-¿En el diccionario?

-No hombre no, que no salimos de aquí. El diccionario se lo pueden meter ustedes por el culo.

-¿Y qué quiere que haga yo?

-No sé. Podría hablar con alguien del Movimiento.

-¿El Movimiento? Pero si eso ya no existe. Ahora tenemos democracia.

-¿Y cómo es posible? Nosotros pensábamos que cuando se acabara el Movimiento nos sacarían de aquí y nos darían un entierro digno. Eso pensábamos.

-Pues no. Ya ve que no.

-¿Y no había un juez interesado en arreglar lo nuestro? Un tal Baltasar, creo. Se lo digo porque llevamos aquí un montón de años apilados, podridos, muertos, y ya nos estamos cansando.

-Al juez ese se lo han cepillado.

-¿También le han metido un tiro en la nuca, como a nosotros?

-No. Quiero decir que le han apartado de la carrera judicial.

-¿Y quién ha sido?

-Unos que dicen que tienen las manos limpias, pero que las tienen sucias, y los de Falange.

-¿Pero no dice usted que el Movimiento ya no existe?

-Y no existe, pero en este asunto, así han sido las cosas.

-Joder con la democracia. ¿Y qué nos recomienda?

-Paciencia. Mucha paciencia. Quizás en la próxima edición del diccionario, si Dios quiere, les dediquemos unas líneas, aunque no le prometo nada.

-¿Y para salir de aquí?

-Eso está todavía peor, porque parece que ahora va a ganar el PP, y por mayoría absoluta, y no les veo yo con muchas ganas de ocuparse de lo suyo.

-¿Y esos del PP quiénes son?

-Los de la gaviota.

-¿La de Alberti?

-No, la otra.