LIBRETERÍA

Los olvidados de la épica y la fantasía

  • Comentario literario sobre los autores de sagas Patrick Rothfuss, Robert Jordan, Andrzej Sapkowski y la española Mónica Martín Manso
  • Obras consideradas académicamente un subgénero literario y sin embargo poderosas, imaginativas y escritas por autores especialmente dotados intelectualmente

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Género: Fantasía heroica o fantasía épica

Autores: Patrick Rothfuss, Robert Jordan, Andrzej Sapkowski, Mónica Martín Manso

Sagas: Crónica del asesino de reyes, La rueda del Tiempo, El brujo, Los Venerables…

Casi todas ellas amontonan décadas de olvido. Algunas han acumulado polvo hasta 7 de esos ciclos y las más jóvenes apenas han superado uno de esos golpes de diez años. Consideradas académicamente como un subgénero literario y sin embargo poderosas, imaginativas, creativas y desarrolladas por autores especialmente dotados intelectualmente.

No ha sido hasta la era digital que nuestros ojos han podido adaptarse y ver lo que nuestra imaginación ya percibía cuando nos embarrábamos en esos mundos de fantasía, magia ancestral, héroes y épicas. Aquellos primeros intentos de animación de El señor de los anillos que tanto nos defraudaron hasta que apareció Peter Jackson con sus poderes digitales y de dirección de masas, y construyó en su tierra natal La Comarca.

Obras en muchas ocasiones relegadas, denostadas o escondidas en la trastienda de lo juvenil o lo friki, y sin embargo con golpes literarios como este silencio triple:

Amanecía. En la posada Roca de Guía remaba el silencio, un silencio triple. El silencio más obvio era una calma inmensa y resonante, constituida por las cosas que faltaban. Si hubiera habido una tormenta, las gotas de lluvia habrían golpeado y tamborileado en la enredadera de selas de la fachada trasera de la posada. Los truenos habrían murmurado y retumbado y habrían perseguido el silencio calle abajo cómo hacían con las hojas secas del otoño. Si hubiera habido viajeros agitándose dormidos en sus habitaciones, se habrían removido inquietos y habrían ahuyentado el silencio con sus quejidos, como hacían con los sueños deshilachados y medio olvidados. Si hubiera habido música... pero no, claro que no había música. De hecho, no había ninguna de esas cosas, y por eso persistía el silencio”.

Quizás uno de los más brillantes y hasta el momento ajeno a los encantos de las series televisivas, aunque haya caído en la inevitable tentación del mundo de los videojuegos, sea Patrick Rothfuss, profesor adjunto de literatura y filología inglesa en la Universidad de Wisconsin. Ese silencio tripe que acabas de leer pertenece a El temor de un hombre sabio, segunda entrega de su trilogía Crónica del asesino de reyes. La primera lleva el sugerente título de El nombre del Viento y pendiente queda Las puertas de Piedra. Probablemente sea una de las más arrolladoras trilogías de fantasía heroica actuales.

La varita mágica de HBO, Neftlix o Amazon han colocado de nuevo a esas sagas olvidadas hasta no hace mucho, en la vanguardia de masas. Y así podremos recuperar del olvido, por ejemplo, a James Oliver Rigney, Jr, ingeniero nuclear de la armada estadounidense, que escribió con el seudónimo de Robert Jordan, porque tuvo muchos. Ese mismo Robert Jordan que tantas aventuras de Conan, el bárbaro, nos relató. Una saga, la de La rueda del tiempo, cuyo Ojo del mundo cumple 30 años y donde las élites de este mundo de magia y fantasía practicaban ya el Juego de la Casas que tanto me recuerda al posterior Juego de tronos. Y también donde sus “te veo” reaparecen misteriosamente en lugares como “Avatar”.

21 libros componen la saga de La rueda del tiempo que Robert Jordan no pudo acabar por culpa de una amiloidosis. Sería su viuda, Harriet McDougal, quien escogería cuidadosamente entre sus seguidores al más avanzado para concluir esta épica espectacular y cuya documentación había dejado cuidadosamente preparada el mismísimo Oliver Rigney. El escritor Brandon Sanderson sería el elegido para concluir la infinita rueda del tiempo:

El escritor Robert Jordan./ Wikimedia Commons
El escritor Robert Jordan./ Wikimedia Commons

El palacio todavía se agitaba en ocasiones mientras la tierra retumbaba en la memoria; crujía como si quisiera negar lo acontecido. Haces de luz, filtrados a través de las hendiduras de la pared, hacían resplandecer las motas de polvo suspendidas en el aire. Las paredes, el suelo y los techos conservaban las marcas del paso del fuego. Amplias manchas negras cruzaban las pinturas y oropeles arrasados de lo que en otro tiempo eran abigarrados murales; el hollín cubría frisos desmenuzados de hombres y animales que parecían haber tratado de escapar antes de que la locura cesara. Los cadáveres yacían por doquier; hombres, mujeres y niños alcanzados en la huida por los rayos que se habían abatido sobre cada corredor, abrasados por el fuego que les había seguido los pasos o atrapados en las piedras del palacio que se habían abalanzado sobre ellos como organismos vivos antes del retorno de la calma”.

Otras de las épicas añosas recuperadas recientemente para el merchandising, los vídeojuegos y las series de televisión es la Saga de Geralt de Rivia, más conocida como The Witcher, El brujo. En esta ocasión gracias a Nefltix. Diez libros que el polaco Andrzej Sapkowski comenzó a escribir en la década de los 80 y que tampoco tienen ningún desperdicio. Trabaja la línea temporal con la misma facilidad que nosotros nos comemos las palomitas, o las uñas, cuando nos adentramos en este mundo fantástico donde lo diferente, como siempre, se excluye hasta que resulta necesario para resolver el problema del común de los mortales.

Pero quedan otras, desechadas, desleídas, deslucidas en ese trastero de lo juvenil, lo friki o del olvido. No han tenido la fortuna de un hada madrina y de sus poderes digitales, y sin embargo he disfrutado tanto con ellas como lo hacía en mi mas tierna juventud con El Montaraz en La tierra media o el mago de Terramar en los mágicos mundos de Úrsula K. Le Guin. Por cierto, era antropóloga de la Universidad de Berkeley.

Me refiero en esta ocasión a la joven española Mónica Martín Manso y sus Venerables. También perseguida al igual que Patrick Rothfuss por la maldición de la trilogía inacabada. Por el momento tiene dos libros autopublicados: El legado de los Venerables y La ruta de los Eternos. Se trata de una obra arriesgada y difícil de escribir, pero especialmente cautivadora. Y además, para variar, el héroe, épico y fantástico, resulta una joven, Nekara Minako:

Era un ser autómata cuando se dirigió hacia la puerta de su habitación y de forma mecánica tomó el pomo de bronce entre los dedos, lo hizo girar y abandonó el dormitorio envuelta en un aura de curiosidad que se había despertado con ese extraño nombre susurrado en silencio. Decidida y con actitud terminante, enfiló el ancho pasillo que se extendía ante ella hasta llegar a la biblioteca. Su larguísima melena rubia caía ligeramente ondulada sobre la espalda mientras la delicada tela del camisón color marfil se mecía tras ella por efecto de la brisa y bajo la seguridad de sus pasos, cuyo sonido absorbía el enmoquetado que revestía el suelo. Al llegar, entró cautelosamente y encendió algunas lamparillas de aceite para llenar de luz el espacio, deshaciendo la fantasmagórica claridad que entraba en ángulo recto desde la calle. De inmediato, un agradable resplandor anaranjado iluminó los lomos de los centenares de libros que atesoraban siglos de conocimiento y que fueron surgiendo poco a poco de la oscuridad como un tesoro”.

Quedan muchas más en el tintero del olvido, épicas y fantásticas, maravillosamente escritas, maravillosamente creadas, dispuestas a salir del armario friki. Dotadas de muchos más poderes que los de la magia de la varita digital que, por el momento, no ha podido emular el gran poder de la imaginación humana.

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2 Comments
  1. David says

    Hay que conquistar este nicho derrocado en la literatura hispana. Tansolo os digo: ved como lo hago.

  2. Boris says

    El juego de las casas… Pienso que hay un antecedente mucho más viejo que la rueda del tiempo y si bien es más ficción Dune es la base de mucha fantasía hoy día

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