ENTREVISTA

Henar Álvarez: “Me empecé a plantear por qué yo siempre estaba en el bando perdedor”

  • Entrevista a la cómica y guionista Henar Álvarez, autora del cómic 'La mala leche' (Planeta, 2020)
  

0

"Quién quiere a un chico que sabe de arte teniendo uno que sabe de clítoris". Es una de las frases que pronuncia Nani, la protagonista del cómic La Mala Leche (Planeta, 2020), que ha escrito la cómica Henar Álvarez y ha dibujado la ilustradora Ana Müshell. Al otro lado, lectoras y lectores que cuentan con una ventaja: conocen la voz de la protagonista y pueden oírle pronunciar el chiste mientras lo leen. La escuchan todas las semanas en el programa de radio Buenismo Bien (Cadena Ser).

Convencida de que la creatividad "es un músculo que se ejercita", Álvarez acaba 2020 en plena forma. En el cómic desencadena risas con la gestión del deseo, el erotismo en la maternidad, la infidelidad, el machismo y hasta el miedo a la muerte. El libro es rápido, chocante, explícito y descarado. Es decir, una traducción hecha imágenes del humor de Álvarez.

La protagonista es una mujer que acaba de ser madre, pero no da ni un paso atrás. Nani no cede protagonismo, ni se difumina en un ser luminoso y maternal. Las nuevas autoras escriben nuevos personajes, nuevas tramas y nuevas aristas. Por eso defiende que no hace "humor feminista", sino simplemente "humor" en su contexto y desde su perspectiva. Su libro pronto se convertirá en una serie, después de que series como Fleabag o La maravillosa Señora Maisel hayan abierto el camino. También hay un público que reclama nuevas historias.

Cuando atiende a cuartopoder, quedan pocos días para cerrar un año en el que han hecho falta muchas risas. Descuelga el teléfono. Empezamos.

-Eres cómica, guionista y has escrito mucho sobre cine y personajes femeninos. También los creas, ¿cuánto hay de personaje trabajado y cuánto de espontaneidad en la cómica que oímos en Buenismo Bien?

-Aunque fuera un personaje trabajado, también sería yo. Cómo soy como cómica tiene mucho que ver con cómo soy en la realidad, con pequeños matices. Un personaje que yo escribo no deja de reflejar una parte de mí, aunque sea una parte más pequeña o se centre en un rasgo. Cuando ves una película, hay personajes que parecen muy distintos entre sí, pero todos tienen algo de su creador. Aunque sea en diferentes etapas de la vida, diferentes formas de comportarse o aunque sean antagónicos. 

-Tú haces un humor muy personal, basado en la experiencia. Cerramos un año marcado por la pandemia, en el que se ha impuesto la distancia social e incluso estuvimos encerrados dos meses ¿que haya menos estímulos hace que sea más difícil crear para una cómica?

La mala leche
Portada del libro 'La mala leche' (Planeta, 2020). /Planeta

-No, la creatividad es un músculo que, si lo ejercitas, es difícil que llegue un momento en el que se pare o que sientas que no ten quedan ideas. Eso lo siento cuando estoy muy cansada, pero cuando descanso 4 o 5 días, se me ocurren cosas.

Cuando empezó la pandemia y arrancó el confinamiento, nos enfrentábamos a una situación nueva y se me ocurrían muchísimas cosas. Es cierto que se agotó pronto, cuando llevábamos tres meses y la situación no cambiaba hay temas que se agotaban. Aún así, yo estaba haciendo Buenismo diario y salieron cosas maravillosas, como que tenía discusiones con el cura de enfrente. El humor y la creatividad son una vía de escape. La nueva normalidad creo que también ha dado para crear, aunque la vida normal tiene más salidas.

-Comienzas el libro con una imagen impactante: la leche materna como un elemento erótico. 

-Esa escena con la que empiezo, pidiendo a mi marido que me mame la leche materna, me pasó de verdad. Cuando empecé a producir leche me pareció fascinante. Me obsesioné muchísimo con eso, me parecía increíble. Dije “vamos a usarlo, que además no tenemos mucho tiempo”, pero no quiso. Luego sí tuve conversaciones con amigas que habían sido madres. Es supererótico y no entiendo que no sea una fantasía que no esté más implantada en la sociedad. 

-El gran protagonista del cómic es el deseo. En tu caso, ¿has tenido una relación conflictiva con él?

"Nos han metido en la cabeza que nuestros actos sexuales no tienen que ser porque los deseamos sino por generar un placer en el de enfrente"

-Creo que sí. Sin ningún tipo de duda. Lo he hablado con muchas compañeras y amigas. Hay una cosa común: el cambio de querer sentirnos deseadas a cuando ya eres una mujer más adulta y empiezas a pensar que tu deseo también importa y quieres ser la que mande y la que diga lo que le gusta que le hagan.

Ayer me estaba acordando de un libro que leí. La protagonista era una enfermera que le hacía pajas a los señores viejos. Lo hacía por ellos. Cuando lo empecé a leer, pensé "qué buena señora, que entregada". Ayer me acordaba y pensaba: Me cago en mi puta vida, cómo nos han metido en la cabeza que nuestros actos sexuales no tienen que ser porque los deseamos sino por generar un placer en el de enfrente. Parece que lo nuestro va por detrás o ni siquiera importa. Cuando he pasado la treintena ha sido cuando me lo he empezado a plantear. 

-Pasas los 30 años, te sientes más segura, quieres que te admiren, pero antes de llegar a ese momento has tenido que pasar por ser la puta de la clase o ese árbitro a la que casi acaban sacando del campo porque no quiere pasarlo mal en cada partido.

-Hubo una época en la que yo pensaba que era así y ya está. Seguramente tenga que ver con la explosión del feminismo. Empiezas a leer y te das cuenta de que las cosas no son así, sino que contigo se cumple un patrón y con otros, otros. Ahí es donde me empiezo a plantear que por qué yo siempre tengo que estar en el bando perdedor. Lo he vivido casi de una forma egoísta, pensando que yo quería estar con los ganadores: ¿Por qué siempre soy yo la que se tiene que ir de los sitios, abandonando una profesión que me gustaba o siendo insultada por hacer cosas que los demás hacen? Te das cuenta de que son patrones y no solo una cosa que te pasa a ti. Ahí te empiezas a plantear cosas y a decir no. Con el deseo, lo mismo.

-En el libro hay una escena donde la protagonista va a vender un proyecto sobre los primeros caballeros, al estilo de los que se hacen con las primeras damas y no se lo compran. En la trama, la protagonista se acuesta con un chico más joven. Eso ya existe en la realidad. Incluso hay muchas parejas famosas donde ellos son más jóvenes que ellas, ¿cuesta luego que llegue a la ficción?

-En general, que te compren cualquier ficción es difícil. También es verdad que es más difícil si toda la gente que está por encima tienen el mismo perfil. Si les cuentas una historia que no tiene absolutamente nada que ver con ellos y que no les interesa es más difícil que la compren.

"Se ha abierto mucho la ficción, sobre todo, gracias a series que han venido del extranjero"

Creo que se ha abierto mucho la ficción sobre todo, gracias a series que han venido del extranjero. Cuando han llegado desde fuera Fleabag o La maravillosa Señora Maisel, el capitalismo haciendo su trabajo ha corrido y ha buscado. Me da igual por la razón que sea. Yo quiero que nos compren historias y que no sean siempre las mismas, pero tú estás vendiendo ideas y las ideas tienen que enamorar. 

- El libro habla sobre la gestión del deseo y el placer, pero el protagonista no es la culpa. Ni la culpa por la infidelidad, ni que tengan que ver con la maternidad...

-Sí, creo que viene por la edad, aunque nunca se acaba de quitar del todo. El otro día nos pusieron en Twitter un comentario, donde ponía “La realidad es que Henar no querría nunca acostarse con estos dos parguelas [Quique Peinado y Manuel Burque] como estos y de ella no digo nada porque bastante tiene con la sífilis". Yo analizaba ese tuit. A ellos les está insultando porque cree que follan poco y a mí me insulta porque cree que follo mucho. Seguro que esa misma persona me diría que esto está superado pero es mentira porque los insultos van por este camino. Como hombre, vales poco porque no consigues acostarte con muchas mujeres y como mujer vales poco porque si te entregas demasiado. Eso te sigue generando cierta culpa. A la gente más adulta se nos empieza a pasar y a dar más igual.

- En otra escena, tu personaje dice: "No quiero parejas abiertas, ni movidas, sino los amantes de toda la vida", ¿por qué esa defensa de la infidelidad de toda la vida?

-De la infidelidad de toda la vida con respecto a las mujeres. No estoy en contra del poliamor ni he leído lo suficiente, pero sí he tenido amigas que sí lo han vivido y han tenido la misma mierda pero a la cara. Llegaba un señor con muchísimo morro, que se la metía a vivir en su casa y al final lo que hacía es ligar con sus amigas en su cara. Creo que son cosas que o las pide ella o la sociedad necesita dar muchos pasos para que ese tipo de relaciones sean entre iguales. Me falta leer mucho y conocer otros casos. Son todo decisiones personales. Yo hablo por mí exclusivamente. 

-Hablando de estructuras que permanecen aunque cambien los protagonistas. En uno de los capítulos, la protagonista se pregunta si no se estará convirtiendo en el "machirulo" que ha odiado toda la vida, ¿te ha pasado alguna vez?

-Me lo he planteado muchas veces, pero lo veo normal, ellos han sido educados en libertad y en que puede vivir como les da la gana. Es lógico que cuando nosotras empezamos a sentir esa libertad, repetimos patrones. Creo que si nos educaran en la misma situación, repetiríamos los mismos errores y aciertos. Es como una especie de derecho a ser unas hijas de puta o ser una mediocre, es decir, el derecho a no ser un ser de luz. Si me dices “que estoy haciendo lo que hacen ellos” me estás diciendo que tengo que ser buena persona, sumisa, etc. Es decir, me dices lo mismo que me han dicho siempre. Cuando te comportas en libertad habrá gente más buena, más hija de puta, responsable, irresponsable...

-He leído varias de las entrevistas que has dado estos días. En algunas insistías en que cuando te entrevistan, siempre te preguntan mucho por la parte feminista, como mujer, ¿no son un poco inevitables esas preguntas en un contexto de tanto feminismo y cuando las mujeres quieren leer historias diferentes sobre otras mujeres?

"No he escrito un ensayo feminista, yo hago comedia"

-Yo creo que no debería ser así. Soy una persona feminista porque soy una mujer del siglo XXI. No ser feminista hoy en día me parece una cosa bastante desubicada, pero yo no soy Nuria Varela. Yo no he escrito un ensayo feminista. Si lo que hago es comedia y entretenimiento no entiendo por qué cada vez que doy una entrevista acabo dando una charla sobre feminismo. Es muy raro. Cuando he acabado algunas entrevistas, he pensado 'alguien que lea esto va a pensar que he escrito El tercer sexo'.

Imagínate que a Berto se le hubieran puesto a hacerle preguntas sobre la paternidad. Creo que es injusto para con nosotras. Nos resta público y se da una imagen distorsionada de lo que nosotras hacemos. Hago un humor relacionado con el feminismo porque es mi forma de ver la vida y vivo en el mundo actual. 

-¿No debería ser al revés?¿no deberíamos empezar a preguntarle a Berto sobre su paternidad en las entrevistas?

-¿Pero por qué hay que buscar la crítica social en todo? Yo lo entiendo cuando la gente se dedica a eso, cuando hace ensayos o filosofía, ¿pero por qué a gente que no se dedica a eso se le tiene que acabar dando vueltas a la pequeña crítica social o reivindicación? Claro que todo tiene un discurso político detrás, sino el humor sería caca-culo-pelo-pis, pero estar rascando siempre es complicado, es cansado y te da la sensación de que da igual lo que hagas. A un hombre nunca se le va a hacer eso, eso nos lo hacen a nosotras. Yo soy cómica y guionista, me dedico al entretenimiento.

-¿Por qué metes en la trama el miedo a la muerte?

-Es una cosa que me pasa a mí. Me ayudaba a meter comedia en el libro. Cuando a mí me han dado esos ataques, me desestabilizan mucho emocionalmente porque no duermes, todo lo ves más distorsionado... Me parece que le daba más humanidad a la protagonista y podías entender que fuera por la vida dando tumbos. 

-¿Es más difícil hacer comedia con la muerte que con el sexo, por ejemplo?

-No, la verdad es que no, van en planos diferentes. El sexo y el deseo van en la trama principal, mientras el miedo a la muerte es un rasgo del personaje. No había conflicto y lo podía meter en el libro. 

-Eres muy crítica con los medios de comunicación, describiendo una especie de techo de cristal para las cómicas. En 2020, ya hay mujeres cómicas en todas partes, ¿piensas lo mismo de los medios o ha cambiado algo?

-Yo este año no he visto cómicas en todas partes. Este año se ha ido bastante hacia atrás, de hecho. Yo he visto cómicas porque las conozco, pero no en el mainstream. Creo que hace dos años había más cómicas en la televisión que este año. Yo no veo que haya salido un programa de televisión y hayan metido a cómicas, por ejemplo. Veo que ha habido un retroceso.

-¿Y por qué ha habido ese retroceso?

-No lo sé. Eso se lo tienes que preguntar a los jefes de las cadenas.

CUARTOPODER ACTIVA SU CAJA DE RESISTENCIA
Tras los acontecimientos de los últimos meses, cuartopoder ha decidido activar una caja de resistencia periodística donde cada uno aportará lo que pueda, desde 3€ hasta 200€. Hasta ahora nos financiábamos solo por publicidad, pero hemos decidido dar un paso hacia delante e ir a un modelo mixto donde el lector también pueda hacer aportaciones. Sin embargo, apostamos por mantener en abierto todos los contenidos porque creemos en la información como derecho de toda la ciudadanía. Puedes colaborar pinchando aquí.

Leave A Reply