Los niños de los desahucios: “Sueño con comprarle una casa a mi madre”

  • Casi 60.000 familias fueron desahuciadas de sus casas 2017, tanto por impago de hipoteca como de alquiler, según datos del Consejo General del Poder Judicial
  • "Si hoy preguntamos al Estado español cuántos niños y niñas han sido desahuciados, no sabemos ese dato, y eso en sí mismo es una violación de derechos"

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“¿Por qué nos quitaron nuestra casa?”. La pregunta la hace Miguel (nombre ficticio), de ocho años y víctima de un desahucio. Hace un año su familia fue desahuciada del piso en el que vivían, y ahora residen en un piso de renta social ofrecido por el IVIMA (Instituto de Vivienda de Madrid), pero siguen las preguntas y el miedo: “¿por qué?”. Casi 60.000 familias fueron desahuciadas de sus casas 2017, tanto por impago de hipoteca como de alquiler, según datos del Consejo General del Poder Judicial. De estos, desde la PAH estiman que al menos el 60% son de familias con niños a su cargo, aunque lamentan que el CGPJ no publique las cifras de menores afectados por desahucios oficialmente.

“(Los datos de desahucios) no están desagregadas por edades. Si hoy preguntamos al Estado español cuántos niños y niñas han sido desahuciados, no sabemos ese dato, y eso en sí mismo es una violación de derechos (del niño)”, denuncia a este diario la socióloga Marta Martínez Muñoz, que junto asociaciones como la PAH Madrid, En Clave de Evalucación y Qiteria Investigación Social organizó en 2017 una “Escuela de Derechos” para niños que habían sufrido desahucios.

Sin unas cifras que los tengan en cuenta, los niños se convierten en víctimas invisibles. “Los niños y niñas han sido invisibilizados de las estadísticas. No es posible diseñar una política pública sin saber exactamente cuántos niños han sido desahuciados”, añade Martínez.

Asun habla con cuartopoder.es el mismo día en el que, acompañada de varios activistas de la PAH, ha esquivado el desahucio. En previsión a lo que pudiera suceder, esa mañana habían llevado a Samuel, el más pequeño de la familia con apenas 6 años, temprano al colegio. “Estaba muy nervioso y ha empezado a llorar. Lo hemos dejado en el colegio antes siquiera de que abriera, para sacarlo de casa antes de que llegara toda la gente”, cuenta Asun, que vive en Orcasitas y ha sufrido varios procesos de desahucio.

Con la intención de proteger el máximo tiempo posible, las familias suelen ocultar los problemas económicos y los requerimientos a los niños. “Primero hay un pacto de silencio, ‘no te cuento nada’. Y cuando los niños lo descubren hay un pacto de secreto, ‘tú esto no lo cuentes’. Así, en cierto modo los niños y niñas echan a sus espaldas un estigma social”, detalla Martínez. “Pero ellos perciben que algo está pasando, y que es algo grave, y que eso está afectando a papá y a mamá”, afirma por su parte en entrevista con Cuartopoder.es el psicólogo Guillermo Fouce, presidente de la organización Psicología Sin Fronteras, que ofrece tratamiento psicológico a personas en riesgo de exclusión social, incluidas personas que se enfrentan a un desahucio.

“Los niños se dan muchísima cuenta de todo lo que pasa”, afirma Sofía, que sufrió un desahucio hace cinco años junto a su madre y su hermano, y logró negociar un alquiler social. Entonces su hermano tenía siete años. “Él está bien, no ha tenido muchos problemas. Sabe que estamos (primero su madre, ahora Sofía) con la lucha anti-desahucios”.

“Lo peor es no saber qué hacer ante el desahucio, la indefensión, se sienten excluidos de algo que sienten que pasa y que es malo pero que no entienden. Esto puede generar una espiral complicada: tienen más conflictos con los compañeros de clase, o dejan de estudiar, o se irritan más. Lo que no pueden expresar en casa puede hacer que luego reaccionen con sus compañeros o amigos en el colegio”, asevera Fouce.

Ése fue el caso de Andrea (nombre falso). Su madre cuenta a Cuartopoder que bajó las notas, no podía dormir y se quedaba dormida en clase, sufría ataques de ansiedad por los que ha tenido que medicarse. “Lo ha pasado muy mal, me decía: ‘siempre estamos igual, cuando mejor estamos nos vuelven a echar…’” Ahora, con 17 años, apenas quiere hablar de eso. “Sólo olvidar y llevar una vida tranquila, con una casa donde vivir, sin tener que seguir pasando por esto”.

A la Escuela de Derechos organizada por la asociación Enclave de Evaluación y la PAH Madrid acudían niños con historias tan dramáticas como la de Andrea, recuerda Martínez. “Tuvimos niños que con ocho años de vida han vivido incluso cinco intentos de desahucios, cinco procesos de shock traumáticos. Esto es una violación de los derechos del niño en toda regla”.

Aunque ninguno de los niños entrevistados por cuartopoder.es señala haber sufrido episodios de bulliying por el desahucio, Martínez como Fouce señalan que también ocurre “cuando son señalados”.

Pese a todo, los niños no están indefensos: “Se tiende a pensar que el niño no tiene capacidad de entender y procesar lo que está pasando, pero en realidad el niño a veces puede ser el principal apoyo, cuando se le ofrecen las herramientas para entenderlo y formar parte. Es el que dice 'no te preocupes papá, saldremos adelante', concluye Fouce, una apreciación compartida por Martínez: “los niños pueden ser parte de la solución”.

Miguel, de 8 años, tiene pesadillas “a veces”, pero cuando le preguntas cuál es su sueño, lo piensa poco: “Sueño con comprarle una casa a mi madre”.

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