RESUMEN

2019: el año de la juventud contra la emergencia climática

  • Un año de movilización juvenil en España y en el mundo, con Thunberg como protagonista, que ha culminado en la COP25

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Parece mentira, pero a principios de 2019 pocas personas en este país sabían quién era Greta Thunberg, la adolescente que había comenzado en agosto una protesta solitaria todos los viernes frente al Parlamento de Estocolmo para exigir medidas contra la emergencia climática. En enero de ese año el movimiento que ella había comenzado, Fridays for Future (los viernes por el futuro), se había extendido por buena parte de Europa aunque no había llegado a España.

No sería hasta febrero cuando unos estudiantes de la Universidad de Girona decidieron sumarse a la protesta de los viernes, pero frente a la Generalitat. Casi simultáneamente se fue conformando un movimiento estatal de Fridays for Future en España. Se hizo con cierta urgencia porque había que sumarse a la huelga internacional por el clima que tendría lugar en marzo. Las convocatorias se organizaron en lugares como Madrid, Catalunya, Valencia, Andalucía, Extremadura o Galicia.

“El 15-M climático”

La fecha elegida para la huelga internacional estudiantil fue el 15 de marzo. Este nuevo movimiento por el clima protagonizado por los más jóvenes, muchos de ellos incluso menores de edad, recordaba al Movimiento del 15-M (que en realidad fue 15 de mayo) de 2011, así que las comparaciones eran inevitables. “Este es el 15-M climático”, resumía a cuartopoder Lucas, uno de los primeros jóvenes que se sumó en Girona al movimiento que había surgido en torno a Greta Thunberg.

Fue un despertar modesto en España. La movilización más numerosa en todo el Estado, la de Madrid, sumó a unos pocos miles de personas. También habían surgido los movimientos Teachers for Future (profesores por el futuro) y Madres por el Clima, que acompañaban a los más pequeños en su lucha para poder tener un futuro, amenazado por la emergencia climática. Las organizaciones veteranas como Greenpeace o Ecologistas en Acción también se sumaron al impulso.

Algo había cambiado, personas muy jóvenes concienciadas con el cambio climático salieron a la calle en más de 1.000 ciudades de todo el mundo y gritaron “basta” al inmovilismo de sus Gobiernos frente a la emergencia climática. El mundo comenzaba a comprender que solo nos quedan diez años para frenar la crisis. Si no mantenemos el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 grados, advierte la comunidad científica, las consecuencias serán desastrosas y la vida en el planeta estará en peligro.

27-S, huelga mundial por el clima

Otra fecha volvió a empujar a los más jóvenes a las calles para denunciar la pasividad contra la emergencia climática. El mensaje cada vez estaba más claro: no basta con medidas aisladas, hay que mutar el sistema económico. “Para cambios sin precedentes hacen falta medidas sin precedentes”, rezaba la pancarta de una heterogénea manifestación en Madrid, que contaba con niñas y niños pequeños, adolescentes, jóvenes y mayores. Decenas de miles de personas se sumaron a la convocatoria más numerosa hasta la fecha, respaldad por Juventud X El Clima, 2020 Rebelión por el Clima, Alianza por el Clima y Emergencia Climática Ya, plataformas de organizaciones ecologistas y sindicatos.

Unos días antes Thunberg había vuelto a desafiar a los líderes mundiales en la Cumbre de Acción Climática de la ONU. "Nos están fallando. Pero los jóvenes están empezando a entender su traición", señaló Thunberg en un apasionado discurso. Tras reprocharles que menores como ella tuvieran que dejar de asistir a la escuela para protestar por su pasividad formuló una frase indignada que recorrió el mundo: “¿cómo se atreven?”.

La cumbre del clima: 27-S

La Cumbre del Clima, la COP25, se cerró de nuevo sin generar los consensos mundiales necesarios para combatir la emergencia climática. Había sido llamada la de "la ambición", pero se alargó más de lo previsto sin lograr avances de importancia. Algo ha cambiado para los líderes mundiales y es que cada vez les es más difícil lidiar con la decepción que generan estos eventos y los jóvenes de todo el mundo, en alianza con asociaciones indígenas y organizaciones ecologistas, están dispuestos a seguir en las calles hasta que no se lleven a cabo medidas acordes a la tragedia que está prevé la comunidad científica.

La expectación que despertó Thunberg, así como las críticas que recibe desde varios sectores, se amplió con una manifestación que reunió a cientos de miles de personas en Madrid que la respaldaban. Una manifestación de nuevo heterogénea en su asistencia. "El cambio está viniendo les guste o no porque no tenemos otra opción", anunciaba la adolescente sueca desde el escenario.

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