Historia del parado 4.420.462

¿Quién es el parado 4.420.462? Puede tener nombre de mujer o de hombre, porque el paro afecta tanto a las unas (2.244.899) como a los otros (2.179.563), y eso que el aumento del desempleo golpeó en un principio, fundamentalmente, a los hombres, debido a que la crisis impactó primero en la construcción y a que el sector público, con actividades más feminizadas, actuó como compensador de género. Sin embargo, a estas alturas de la película el desempleo afecta más a las mujeres (24%) que a los hombres (18,6%). Incluso en términos absolutos, ya que las chicas representan un 52% del paro total.

Y es más fácil también que nuestro parado 4,4 millones y pico sea mayor (3.934.259) que menor de 25 años (486.205), a pesar de que los jóvenes son los más castigados por la crisis en términos relativos (46% de tasa de paro). Sin embargo, los menores de 25 años suponen sólo el 18% de la cifra global de paro. Esto significa que el problema es tan masivo que afecta a todos los tramos de edad de manera intensa.

Además, es fácil que el parado 4.420.462 esté buscando empleo en el sector servicios (2.624.994) o en la construcción (752.150), aunque bien podría tratarse de una persona que busca su primer empleo (391.285 desempleados). Y es muy posible que esté buscando trabajo en Andalucía o Canarias, como es el caso de 982.477 andaluces o de 266.213 canarios. Un vistazo superficial a las cifras de la EPA del tercer trimestre es más que suficiente para determinar que en unos sitios lo están pasando peor que en otros, y que en algunas comunidades lo están pasando realmente mal. Las comunidades de Navarra (11,7% de tasa de paro), País Vasco (12,2%) y Cantabria (14,1%) presentan un panorama menos agudo, aunque también grave. En las comunidades de Aragón (16,1%), Castilla y León (16,1%), Madrid (17%), Asturias (17,2%), Galicia (17,2%), Baleares (17,8%) y Cataluña (19,4%) el impacto se puede calificar de intermedio dentro de la gravedad. En las de Castilla‐La Mancha (22,4%), Extremadura (23,6%), Murcia (24,2%), Comunidad Valenciana (24,7%), Canarias (29,6%) y Andalucía (30,9%) es donde la crisis alcanza sus tintes más oscuros y preocupantes.

Nuestro parado también podría ser uno de los 625.429 extranjeros que buscan trabajo en España. Si es uno de ellos, posiblemente pertenezca al colectivo de los extracomunitarios (427.952).

Esto es lo que, a grandes rasgos, nos dicen las cifras del  Ministerio de Trabajo e Inmigración sobre nuestro parado 4.420.462, pero podemos intentar acercarnos un poco más. El Balance de la economía española en la última década, realizado por el gabinete económico de CCOO, nos recuerda que, según los datos de la EPA del tercer trimestre, la mayor caída intermensual de la afiliación registrada en el mes de octubre corresponde a la rama de actividades sanitarias y servicios sociales (‐47.633), donde el 54% del empleo es público. “Es difícil dimensionar”, advierte CCOO, “el recorrido que tendrá la rebaja del empleo público, pero si finalmente se produce, muy probablemente afectará primero a los contratados temporales (cerca de 800.000 trabajadores) y a la tasa de reposición de los empleados indefinidos. Definitivamente, nuestro parado 4.402.462 también podría proceder de la administración y llevar un par de meses embutido en una camiseta verde recorriendo de aquí para allá, de allá para aquí, las calles del centro de Madrid.

Y aún quedan por revisar algunas otras derivadas respecto al anónimo parado, que podría ser uno de los cerca de 220.000 afectados por un ERE hasta el pasado mes de septiembre o tratarse, quién sabe, de uno de los 400.00 autónomos que, en términos netos (diferencia entre los que se han dado de alta y de baja en el RETA) han echado la persiana en el último año.

Se podría hacer un experimento: escoger un número de teléfono de forma aleatoria y llamar para intentar poner nombre y apellidos al parado 4.420.462. Se podría hacer. Bastaría con marcar un número al azar y escuchar desde el otro lado del auricular:

-Residencia de don Luis de Guindos. ¿Qué deseaba?

Se podría hacer eso, pero nadie se lo creería. Así que para qué.