Dinero fácil para los bancos desde el BCE, pero nada de crédito para la economía

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Angela Merkel y Mariano Rajoy, el pasado jueves, durante una conferencia de prensa en Berlín. / Juanjo Martín (Efe)

Está resultando alucinante ver cómo evolucionan los mercados de deuda y cómo se resuelven las subastas en las últimas semanas. ¿Alguien recuerda que hasta hace poco había una crisis soberana? La hubo hasta las últimas semanas de noviembre, cuando los bancos centrales intervinieron de manera conjunta y después el Banco Central Europeo (BCE) aprobó la liquidez ilimitada a tres años. El problema del dinero se acabó, pero sólo para los bancos. Consolémonos: si les va bien a las entidades financieras, al menos no nos irá peor a nosotros. O, al menos, mucho peor. Pero de momento, no pillamos nada.

Las subastas del Tesoro se han cubierto en lo que va de este año y finales del anterior con una elevada demanda, lo que se ha traducido en tipos a la baja. Los bancos se han pegado literalmente por tomar activos a corto plazo, con remuneraciones que rondan el 3% o el 4%, mientras tomaban el dinero en el BCE al 1%. Lo que ganen, para ellos.

Eso les ha resuelto muchos problemas, aunque ese dinero que entrega el banco central no llega a la economía. De momento, porque las entidades financieras afirman que, como van ganando dinero, si les empieza a ir mejor al final se acabará notando en el crédito. A muy largo plazo, algo irá cayendo.

Este giro bancario ha mejorado la percepción de riesgo sobre España lo que, unido a la rebaja de intereses en las recientes subastas, ha favorecido que el mercado de deuda secundario ganara posiciones, dejando el 10 años al borde del 5% (por ejemplo) cuando hace no tanto estaba en el entorno del 6%, con un diferencial con Alemania de 400 puntos. El celebérrimo ‘punto de no retorno’.

Como siempre, la banca gana, pero hasta ellos mismos son conscientes de que están en un círculo vicioso. Su futuro no puede depender de meras operaciones financieras. No pueden estar tomando dinero del BCE para colocarlo en deuda, para ganar dinero, para así volver a tomar más del BCE para adquirir más Letras o bonos… en algún momento hay que parar o el riesgo, directamente, será que los bancos centrales estallen. Algo inimaginable y de consecuencias descomunales, aunque ya nadie se asusta de nada.

En algún momento tendrá que llegar un poco de orden al sector financiero, aunque de momento lo único que llega son facturas a la ciudadanía. Merkel y Rajoy se han visto y la canciller pide más mano dura con la reforma laboral. Antes, ha caído una subida del IRPF, aunque todavía no hay solución en Grecia, ni se ha implementado ningún fondo de rescate ni tampoco algún mecanismo de estabilización.

Que el Tesoro coloque bien nuestros bonos (el primer trimestre ya está resuelto en el capítulo de renovación de vencimientos) es una buena cosa, pero a ver cuándo pasa de ahí la cosa.

2 Comments
  1. krollian says

    Trileros en la banca. Y aqui el Banco de España que duerme y duerme desde hace lustros. Realmente no se que pinta. Durante el crecimiento de la burbuja no hizo nada y después, menos aún.

    Eso si, en rescatar Cajas con dinero de todos no hay problema. De responsabilidad a sus gestores, pues tururú.

  2. enante says

    Es indispensable volver a contar con una banca pública que permita a los gobiernos actuar financieramente sin pasar por las horcas caudinas de la banca privada.

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