El BCE, dispuesto ahora a salvarnos, pero ¿quién supervisa al gran supervisor?

1
Imagen de archivo del presidente de BCE, Mario Draghi. / Efe

Si el pasado 5 de junio Mario Draghi nos hundía de una manera absolutamente deplorable, la semana pasada desató la euforia que, de momento, todavía manda en los mercados. La actuación del italiano fue bochornosa, teniendo en cuenta que es nuestro propio presidente de banco central. España cedió su soberanía monetaria con el ingreso en el euro y el ex Goldman Sachs no sólo es el presidente del Banco Central Europeo (BCE), es nuestro propio presidente. Nos hundió y ahora nos resucita, nadie sabe por qué. A España se le ha exigido mucho, supervisada por Alemania y el Eurogrupo. ¿Quién les supervisa a ellos?

La cosa tiene que venir, inevitablemente, de la lógica. Ya en septiembre, cuando se hablaba de rescatar a España (que por entonces ya surgió el run run), la gran duda era ¿de dónde salen los 300 o 400.000 millones de euros que harán falta? Por aquel entonces, el BCE ya tuvo que implementar la mega inyección de liquidez LTRO, por la que daba dinero en cantidades casi infinitas a los bancos al 1%, a devolver a 36 meses. Era aquello o el colapso. ¿Alguien se podía creer entonces que se iba a implementar un plan de ayudas de casi medio billón de euros a España, por muchas reformas estructurales que nos impusieran?

Después de muchas tiranteces y reformas tomadas a toda prisa por parte del Gobierno español, que no ha podido hacer nada sin contar con la presión inagotable de los mercados (tal vez, penalizados por una canciller Merkel que no perdonó que Rajoy contemporizara hasta las elecciones andaluzas) ahora hay declaraciones de buena voluntad desde la Eurozona, ya sea por parte de Merkel, Juncker o el mismísimo Draghi. Ahora, hay disposición a comprar deuda en el mercado. Ya se verá con qué instrumento, pero está claro que a España hay que darle un poco de aire. Si no, va a caer y arrastrará a Italia.

Las agencias de calificación han avisado a Alemania de que les pueden retirar la triple A y Francia tiene serios problemas. Nuestro país vecino ha presupuestado un fuerte incremento del gasto social, pero si los mercados le dan la espalda, correrá la misma suerte que España. Y ya tiene algún que otro síntoma en ciernes. Al final, Francia es la verdadera piedra angular de la Eurozona, como lo ha sido casi siempre cuando el futuro de Europa se ha puesto en jaque. Los galos tienen, de nuevo, los bombardeos muy cerca de sus fronteras.

El BCE nos dice ahora que tranquilos, que vela por nosotros. Eso sí, siempre que abordemos más reformas que, con la lupa alemana, serán supervisadas. Merkel, por cierto, tiene elecciones el año que viene y también contemporiza. Las altas esferas controlarán que seamos buenos y sigamos con los ajustes pero ¿quién les controla a ellas?

Si hasta Timothy Geithner, del Tesoro de EE UU se ha dado un garbeo por aquí, para ver cómo van las cosas. Podemos estar tranquilos, vamos. Eso si, la ciudadanía tiene la sensación de que entre unos y otros toman las decisiones que condicionan sus vidas, sin que nadie condicione a los que deciden.

Leave A Reply