Podemos profundiza su apuesta por los cogobiernos: próximo objetivo, Comunidad Valenciana

  • Se muestran mucho más proclives que hace tres años a entrar en el Govern de la Generalitat, una oferta que rechazaron en esa ocasión.
  • El contexto ha cambiado, tienen más experiencia política y el Pacto del Botánico ha procurado una legislatura estable y fructífera para profundizar en el cambio.

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Con la legislatura a unos meses de agotarse, toca hacer balance. En Podemos Comunidad Valenciana lo han hecho. Con las elecciones autonómicas a las puertas y ante la posibilidad de que haya un reparto de fuerzas similar tras los comicios, en esta ocasión, se muestran mucho más proclives que hace tres años a entrar en el Govern, una oferta que rechazaron en esa ocasión.

El contexto ha cambiado, tienen más experiencia política y el Pacto del Botánico ha procurado una legislatura estable y fructífera. Estos tres elementos son los que han cimentado esta postura, que los morados llevan meditando un tiempo. Eso sí, hasta que no se vean los resultados electorales, no estará la decisión tomada. El líder estatal de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, ya advirtió hace unos días de que habrá "un gobierno de coalición" tras las elecciones generales, una tendencia que ya se ha visto en comunidades como Castilla-La Mancha, donde PSOE y Podemos comparten Ejecutivo desde 2017.

"Tenemos que ver las condiciones y tendremos que hablar, pero a priori, sí, vamos a tener una mayor predisposición", explica César Jiménez, diputado de las Cortes Valencianas y portavoz autorizado de Podemos. PSOE y Compromís quisieron incorporarles al Gobierno en 2015, pero la formación prefirió continuar en la oposición, aunque firmó el Pacto del Botánico que allanó el camino a la presidencia al socialista Ximo Puig y le ha servido de apoyo parlamentario en estos tres años. Tras el buen funcionamiento de esta cooperación de fuerzas de izquierda, en Podemos consideran que los próximos comicios autonómicos constituyen el momento de dar el salto al Ejecutivo. A su juicio, el primer Pacto del Botánico ha asentado las bases de un cambio, pero ahora hay que "profundizar" en él, un papel en el que Podemos quiere tener un protagonismo destacado.

En 2015, Podemos era una formación con poco tiempo de vida y sus dirigentes tenían mucha menos experiencia de la que ahora atesoran. Conocen mejor las instituciones y las estrategias para negociar y saben que con el president Ximo Puig se puede llegar a acuerdos, aunque los morados conserven muchas discrepancias con el PSOE.

Hacia la era de los gobiernos en coalición

El contexto político es importante para explicar esta intención. En 2015, cuando Podemos rechazó estar en el Gobierno, los morados estaban en claro ascenso electoral, intentando rivalizar por la izquierda con un PSOE en horas bajas y pensando en el 'sorpasso'. Lo que vino después en el plano estatal da buena cuenta de cómo eran las relaciones entre las dos formaciones, investidura fallida incluida.

Hoy la situación es muy distinta. Unidos Podemos apoyó a Pedro Sánchez en la moción de censura para desalojar a Mariano Rajoy de Moncloa y ahora negocia con el PSOE los Presupuestos Generales del Estado. Además, ya se ha experimentado en otras comunidades con un gobierno en coalición, como en el caso de Castilla-La Mancha, en el que presidente Emiliano García-Page trabaja junto a José García Molina en la vicepresidencia segunda del Gobierno regional.

Mientras, íñigo Errejón apuesta por una "competencia virtuosa" con el PSOE que quizá cristalice en un futuro entendimiento con el socialista Ángel Gabilondo en la Comunidad de Madrid si los números lo permiten. Muchos creen que las izquierdas tendrán que entenderse para evitar que PP o Ciudadanos conquisten el poder. Pero no todos. La pulsión anticapitalista mantiene la desconfianza en el PSOE, tal y como expuso el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid Raúl Camargo en un artículo en Cuartopoder.es 

Por tanto, esta receta política no es aplicable a todos los territorios. El Palacio de San Telmo es un caso claro de institución en la que Podemos, o en su caso Adelante Andalucía, no parece querer cohabitar con el PSOE. La líder morada, Teresa Rodríguez, ha actuado durante estos últimos años como azote del Gobierno de Susana Díaz y la poca sintonía entre ambas es patente. De hecho, en las elecciones anteriores elecciones autonómicas, la socialista estuvo en funciones 81 días hasta que logró cerrar un acuerdo con Ciudadanos.

1 Comment
  1. florentino del Amo Antolin says

    El partido socialista, es como el perro del hortelano: » No come, pero no deja comer «. Antes, a IU le habia usado como papel del water ¡ usar y tirar !. Unidos Podemos sabiendo con quienes se juegan los cuartos, mantuvieron y mantienen ciertas barreras asepticas, pues estamos hablando de una parte del Bipartidismo, que en comandita con el PP últra; forman una moneda trucada… ¡ Sus caras son iguales, y de cemento armado !.
    Este PsoE debe demostrar su equivocación en mantener ocultos pactos que han distorsionado a la izquierda, al progresismo, internacionalismo y al plurinacionalísmo Republicano de un Estado además aconfesional. ¿ Como se puede apoyar a los que te mandan al gallinero ?. El » no nos representan » tambien íba por ellos, pues los dos nos trajeron hasta aquí. Y por la Yenka que bailan, es un calco de todos los años que gobernaron y de un cinismo politico, que rebasan los límites de cualquier democrácia malamente al uso.
    Y la tal Susana ¿ como ha actuado ?… Haciendo un pacto con C´S, con los mismos que les vendieron el 80 % del ideario FAES y metiendo por impulso a C´S en el panorama politico, haciendo un corte de mangas al progreso… ¡ Con un abrazo a las cloacas facticas y las puertas giratórias !. ¡ A sí, no se puede construir progreso !.

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