El Supremo falla que sean los clientes los que paguen los gastos de las hipotecas
Finalmente, el Tribunal Supremo ha decidido este martes que los gastos del impuesto sobre actos jurídicos documentados de las hipotecas recaigan sobre el cliente. La votación ha sido muy ajustada. De un total de 28 magistrados, 15 han votado a favor y 13 en contra. Por tanto, el alto tribunal se desdice de su última sentencia para retomar la jurisprudencia anterior.
El Tribunal Supremo llevaba dos días reunido de urgencia y de forma excepcional después de que una sentencia dictaminara que son los bancos y no los usuarios quienes tienen que pagar los impuestos derivados de la contratación de una hipoteca. El fallo obligaba a la sala a reunirse para adoptar una decisión conjunta que rija las sentencias de ahora en adelante.
El origen de esta sentencia se encuentra en la presentación de recursos por parte de la Empresa Municipal de la Vivienda de Rivas-Vaciamadrid contra una sentencia anterior que falló a favor de las entidades bancarias.
Durante toda la deliberación ha existido una disparidad de posturas entre los magistrados, que ha obligado a dilatar los periodos de debate y, por tanto, la decisión final, que se ha hecho pública a última hora del martes.
A lo largo de la jornada de este martes se han debatido otros asuntos relacionados con la sentencia, como la posible aplicación o no de su carácter retroactivo Se baraja que pueda fijarse en cuatro años, que es el plazo máximo en que se permite por mecanismos de Hacienda, aunque podría establecerse ilimitada en el tiempo.
Dos de los que han defendido confirmar la nueva jurisprudencia han sido los dos ponentes de los recursos estudiados hoy, Nicolás Maurani y Francisco José Navarro Sanchís. Sin embargo, otros magistrados que han intervenido este lunes se han mostrado en contra de confirmar la nueva doctrina, informa Europa Press.
¡ La banca siempre gana !. Se rescata con dinero Público ( que no tenemos ). Las leyes de impunidad para los Botines, sentando jurisprudencia totalmente vejatoria para los intereses de aquellos que no llegamos afín de més; creando desigualdades de trato y fomentando partidos últras para la defensa de intereses ajenos a las mayorias sociales, civicas y democráticas. Estos bancos son el abono del grotesco narcisismo faccioso… Con hilos en direcciones contrarias al bien común. Una respuesta urgente y lo más amplia posible, será el punto de inflexión para defender derechos cívicos elementales en una democrácia al uso… ¡ El Supremo a Estrasburgo, al tribunal !.