El PP confía en arrebatar las autonomías del PSOE, con la ayuda de VOX y C´s y los líos de Podemos

La dirección del Partido Popular trabaja con la hipótesis de que el 29 de mayo de 2019 empezará su particular “reconquista” de aquellas Comunidades Autónomas y Ayuntamientos que perdió hace cuatro años, tras los pactos alcanzados por PP y Podemos en buena parte de ellos. En sus cálculos, basados en encuestas y estudios demoscópicos que manejan, está la recuperación del gobierno en no menos de 3 Comunidades Autónomas.

Fuentes de la dirección popular han asegurado a cuartopoder.es que, salvo sorpresa, se encuentran "en condiciones de recuperar el gobierno de Castilla-La Mancha, el de Aragón y el de Extremadura”. Curiosamente, estas mismas fuentes hacen un análisis sobre sus posibilidades en Castilla-La Mancha, recordando que fueron los votos que fueron a parar a Ciudadanos los que, en 2015, les impidieron gobernar, que la entonces candidata, María Dolores de Cospedal, se quedó a un escaño de la mayoría absoluta “por un puñado de votos”.

Esos votos, según su versión, fueron a parar a C's, que no consiguió escaño. Así, C's se quedó sin escaño y el PP sin nadie que le sumase un voto más, mientras que el socialista Emiliano García-Page, con el apoyo de Podemos, llegaba a la presidencia de la Comunidad castellano manchega. En esta ocasión, los populares están convencidos de que, dada la evolución de Ciudadanos, sí habrán escaños que sumar a los que pueda obtener su flamante candidato, Paco Núñez.

Además, confían en que la crisis abierta en Podemos tras la marcha de Íñigo Errejón a la lista de Más Madrid, hará retroceder las expectativas de la formación que lidera Pablo Iglesias, en toda España y también en Castilla-La Mancha. De acuerdo con esta tesis, si PSOE y Podemos no suman, Ciudadanos no va a ser quien les dé sus votos. Tesis parecidas esgrimen desde el entorno de Pablo Casado para justificar sus previsiones de triunfo en Extremadura e incluso en Aragón, donde admiten que hay más partidos en liza, pero altamente incompatibles con el bloque de izquierdas y subrayan la gran división que han provocado las primarias dentro de Podemos en Aragón, algo que, sin duda, creen que se pagará en los resultados electorales.

En la Comunidad Valenciana, Baleares y Asturias, los populares no pierden la esperanza, aunque hablan de “muchas posibilidades” de gobernar. Si bien se deshacen en elogios hacia la líder del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, admiten en privado que no derrocha carisma electoral. En este punto fían casi todas sus expectativas a lo que consideran una “nefasta gestión” del actual gobierno de coalición, integrado por PSOE y Compromís. Además, señalan que, según sus encuestas, en esta Comunidad, el PP podrá sumar votos con C´s e incluso con VOX, formación a la que auguran una importante irrupción en las Cortes Valencianas. Preguntados los interlocutores de cuartopoder.es por la posibilidad de un sorpasso de Ciudadanos y su candidato, Toni Cantó, al PP, niegan rotundamente que esa posibilidad esté en sus previsiones, ni en sus encuestas.

En cuanto a Asturias, la designación de una nueva candidata, Maria Teresa Mallada, la que fuera presidenta de Hunosa, lleva a los populares a confiar en un empujón añadido “por el tirón adicional que tiene esta candidata frente a la presidenta regional, Mercedes Fernández”. Además, la retirada del actual presidente, el socialista Javier Fernández es, en opinión de las fuentes consultadas, una baza que puede decantar la contienda del lado de los populares.

Con respecto a Baleares, los dirigentes populares se limitan a diagnosticar “un batacazo de la opción Frankenstein” y, en cambio, ningún desgaste del PP a cuenta del portazo que acaba de dar el ex presidente del PP y de la Comunidad, José Ramón Bauzà. Portazo y críticas de Bauzà son, para la actual dirección del PP, “irrelevantes”.

Con todo, el PP confía en dar el vuelco electoral al mapa autonómico y arrebatar, con la ayuda de VOX y Ciudadanos, e incluso con la de Podemos y sus líos internos, entre 3 y 6 presidencias autonómicas que ostenta el PSOE, o lo que es lo mismo, entre el 50 y el 100% del poder autonómico de los socialistas.