Héctor Illueca: “Hay un Estado profundo que subvierte la radicación social del poder”

Entrevista con el candidato de Unidas Podemos al Congreso por Valencia

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Héctor Illueca (Valencia, 1975) escribió un artículo en cuartopoder.es el pasado 22 de marzo en el que calificaba estas elecciones de "formalmente generales" pero "materialmente constituyentes". El candidato a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, hace referencia a esta idea en todos sus actos y apariciones públicas, dotándola como uno de los ejes principales del discurso de campaña de Unidas Podemos.

Este doctor en Derecho e inspector de Trabajo y Seguridad Social, lleva años militando en movimientos sociales, como Frente Cívico-Somos Mayoría y ha reflexionado teóricamente en artículos y libros sobre las cuestiones laborales y los derechos sociales registrados en la Constitución Española. Ahora, da el paso a la política, siendo candidato de Unidas Podemos al Congreso por la circunscripción de Valencia para el 28 de abril. Asegura que "es un poco raro" el ritmo de la campaña, pero se va acostumbrando. Conversa sobre la importancia de estas elecciones generales, también de las valencianas, y cree que Unidas Podemos es la única fuerza que puede hacer que las políticas de austeridad no se instauren durante las próximas décadas.

– Usted escribió un artículo en cuartopoder.es, al que Pablo Iglesias hace referencia en casi todos sus actos de campaña, en el que hablaba de que estas elecciones son materialmente constituyentes. Habla de cómo la modificación del artículo 135 de la Constitución por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero supuso la consolidación del "Estado neoliberal", frente al "Estado social" reconocido en la redacción de la Constitución del 1978. ¿Es una prioridad derogar este artículo? ¿Qué posibilidades reales ve?

– Hay que partir de una base: la reforma del artículo 135 liquida la dimensión constitucional del Estado social. El Estado social significa elevar al máximo rango jurídico un Estado intervencionista y planificador y el reconocimiento de los derechos sociales. Esto quedó liquidado y cualquier planteamiento que trate de romper con el neoliberalismo y las políticas de austeridad que han empobrecido a nuestro pueblo parte de la base de que esa reforma debe ser promovida. Es una de las prioridades de Unidas Podemos. Luego, la mayoría parlamentaria hará posible o no llevar los cambios a determinados límites.

“Si se consolida el 135, la sociedad habrá cambiado para siempre”

. No es solo el objetivo de Unidas Podemos, sino de todo el país, para evitar que se consoliden las transformaciones que se han producido. Cuando yo hablaba de elecciones materialmente constituyentes, me refería precisamente a esto. Si no somos capaces, más allá del ciclo electoral, de evitar que se consoliden los preceptos neoliberales que se reconocen en el 135, la sociedad habrá cambiado para siempre.

– Otro de los aspectos a los que hace referencia para argumentar que estas elecciones son materialmente constituyentes es el territorial. La aplicación del artículo 155 sobre Catalunya y, antes, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut rompen con el consenso territorial del 78. Habla de que hace falta una nueva negociación hacia un Estado federal. ¿Cree que hay que incluir un referéndum de autodeterminación para Catalunya? ¿Es viable hoy en día?

"España, hoy, no tiene constitución territorial"

– Nosotros planteamos que la solución en Catalunya tiene que ser democrática y eso incluye que deberá votarse, no solo la autodeterminación, sino otras alternativas que están sobre la mesa. Ahora bien, ese planteamiento nuestro es plenamente consciente de que hay muchas otras fuerzas políticas implicadas en la resolución del conflicto catalán de un variado espectro ideológico y que no piensan como nosotros. Por ello, nosotros decimos que a esa negociación hay que ir con un planteamiento lo más abierto posible para sentarse en una mesa y abrir un proceso de diálogo.

Al final, esto es, precisamente, lo que dice la Constitución. La Constitución define el modelo territorial sobre un esquema en el que hay un proceso de diálogo entre el Estado y las comunidades autónomas. Cuando se refiere a las nacionalidades históricas, lo que plantea la Carta Magna es precisamente eso: la asamblea autonómica hace un planteamiento de estatuto, eso se discute en el Congreso y el resultado lo vota en referéndum el pueblo de la nacionalidad. Lo que nosotros planteamos cumple con este esquema: un proceso de negociación y diálogo y una resolución democrática para avanzar en un proceso de articulación territorial que es imprescindible. España hoy no tiene constitución territorial y eso tiene que resolverse.

– Llama la atención de que habla de unas elecciones materialmente constituyentes, pero no se está usando en la campaña de Unidas Podemos la expresión 'proceso constituyente'...

"El proceso constituyente ya está en marcha"

– Cuando decimos que son elecciones materialmente constituyentes, estamos diciendo que el proceso constituyente ya está en marcha. No es algo que tenga que venir a iniciarlo Unidas Podemos al día siguiente de las elecciones, está en marcha como consecuencia de haber liquidado el Estado social, la proclamación que nuestra Constitución hace sobre un Estado que tiene que resolver las desigualdades sociales, sobre el reconocimiento de los derechos sociales. Eso está desapareciendo ante nuestros ojos como consecuencia de un proceso que está removiendo la constitución material del país y la está dejando irreconocible.

Pero no solo desde el punto de vista del Estado social, también desde el punto de vista democrático. Estamos viendo cómo se remueve un principio que es fundamental para cualquier democracia, el de la erradicación social del poder estos días. La sociedad asiste atónita al espectáculo de las cloacas del Estado. Hemos visto que en España existe un complejo de periodistas mercenarios, de políticos sin escrúpulos, de policías corruptos que han estado conspirando en la sombra para influir en el resultado electoral y que han tratado de deteriorar la imagen de nuestra fuerza política, que a día de hoy tiene cinco millones de votantes, mediante la fabricación de pruebas falsas.

En España hay un Estado profundo que está subvirtiendo la radicación social del poder, donde está metido el poder económico, político y mediático. Cuando Manolo Monereo y yo nos referíamos a la existencia de una trama oligárquica que domina los resortes del poder, nos referíamos precisamente a esto. Los hechos insólitos que estamos viviendo estos días nos han dado la razón.

– Suponiendo que el resultado de estas elecciones calificadas por usted como materialmente constituyentes permitiera el debate sobre una modificación de la Constitución, ¿qué papel le otorga a la monarquía? 

– La monarquía es un obstáculo fundamental para que pueda abrirse el melón de un proceso constituyente en España. Es conocido por todos que España se enfrenta a una crisis constitucional, en primer lugar desde el punto de vista social y en segundo lugar, territorial. No se afronta porque nadie quiere abrir el melón porque acabaría afectando a la monarquía. En ese sentido, la monarquía se ha convertido en un obstáculo para que España pueda forjarse un porvenir a la altura de los tiempos. Es una cuestión, por tanto, que la sociedad española tendrá que abordar sin ninguna duda en el futuro.

– Si la correlación de fuerzas que surja en estas elecciones fuera reaccionaria, ¿cuál debería ser el papel de la izquierda?

– Yo no me planteo esa posibilidad. Creo que la campaña está siendo movilizadora de las conciencias de la gente progresista. Queda todavía mucha campaña y se va a visibilizar la posibilidad de un gobierno estable, duradero y solvente capaz de afrontar los grandes retos a los que se enfrenta España en clave progresista, la cuestión territorial y la cuestión social.

– ¿Ve al PSOE capaz de pactar un gobierno con Unidas Podemos frente a los intereses de las oligarquías?

"El PSOE reconoce que su prioridad es gobernar con Cs"

– No lo veo capaz, pero en política lo que importa no son las intenciones, sino las correlaciones de fuerzas. Por lo tanto, espero que la correlación de fuerzas resultante de las elecciones haga posible un gobierno que afronte en clave de futuro, inclusiva y más equitativa esos retos a los que me refería. Es el propio PSOE el que dice que su prioridad es gobernar con Ciudadanos, ya lo dijo José Luis Ábalos hace unos días. De manera detallada, reivindicó el Pacto del Abrazo del 2015 y lo situó como su objetivo político. No solo eso, el otro día hubo un debate en la Comunidad Valenciana al que asistió Ximo Puig donde estuvo mendigando la posibilidad de ese acuerdo con Ciudadanos. No lo veo capaz, espero que la correlación de fuerzas no lo haga posible.

– Usted dice que estamos ante unas elecciones materialmente constituyentes, sin embargo, estamos viviendo una campaña en la que se tratan, sobre todo, temas contingentes. ¿A qué se debe?

"Cuando empieza la campaña, se deja de hablar de política"

– Desde hace tiempo se vive una paradoja, cuando comienza la campaña electoral se deja de hablar de política. Hay una lucha por la agenda pública, la que determina el momento de la batalla que se produce en la política y nosotros intentamos que los temas fundamentales de la agenda tengan que ver con las cuestiones reales que se dirimen en la campaña y que son muy serias. Estamos hablando de consolidar o no las reformas laborales de los últimos años que han sido tremendas. Los convenios colectivos ya no tienen fuerza vinculante, estamos hablando de consolidar las reformas de las pensiones de los últimos años, la del PSOE del 2011 y la del PP del 2013, la congelación permanente de las pensiones públicas.

Cuando hablamos de elecciones materialmente constituyentes, hablamos precisamente de esto: consolidar o no políticas neoliberales y autoritarias que remueven la constitución del país desde los intereses oligárquicos y que laminan los derechos de las clases populares en España.

– Por lo que está percibiendo durante la campaña, ¿cree que existe consciencia en la ciudadanía de un momento histórico? 

– Sí, creo que a medida que avanza, los diferentes colectivos con los que nos encontramos, las personas que hablan con nosotros son cada día más conscientes de que se la juegan. Aquí se la juegan los pensionistas, las mujeres, los jóvenes. En la medida que avanza la campaña, la gente es más consciente de que es un momento histórico y confío plenamente en la sabiduría de mi pueblo.

– Son elecciones autonómicas valencianas tambíén. ¿Qué aporta el País Valencià al debate territorial al ser una nacionalidad histórica, con lengua propia y vínculos históricos y culturales tan enlazados con Catalunya?

"La infrafinanciación autonómica solo se resuelve rompiendo con la austeridad"

– La Comunidad Valenciana, por su población e historia, por su capacidad de generar riqueza y empleo, está llamada a liderar el debate territorial. El papel de la Comunidad Valenciana no puede ser, como algunos partidos intentan, asumir un victimismo permanente para ir a llorar a Madrid. Tiene que asumir dos cosas. En primer lugar, denunciar un modelo de financiación injusto que está perjudicando a nuestra tierra, pero también a otros territorios, como Catalunya. Existen dos datos, la Comunidad Valenciana es la única comunidad que tiene una renta per cápita inferior a la media y que a partir de eso tiene un saldo negativo en relación con otros territorios, las inversiones son escasas, los datos son irrefutables. El sistema es injusto y debe ser revisado en un sentido más equitativo, resolviendo el problema de la deuda histórica acumulada.

Liderar significa no solo eso, significa poner sobre la mesa una cuestión de vital importancia. El problema de la infrafinanciación autonómica solo puede resolverse poniendo sobre la mesa la ruptura con las políticas de austeridad que han empobrecido a nuestro pueblo. En concreto, el artículo 135 y la Ley de Estabilidad Presupuestaria que lo desarrolla. Son estos instrumentos los que han laminado la autonomía financiera de las comunidades autónomas y han comprometido el futuro de nuestro estado del bienestar. Si no rompemos con la austeridad, la única manera de resolver los equilibrios territoriales será quitárselo a unos para dárselo a otros, eso nos aboca a una guerra entre pobres. La manera racional, tal y como se ha hecho en el pasado en los distintos sistemas de financiación, es poniendo más recursos encima de la mesa.

Hay una gran hipocresía por parte de algunas fuerzas políticas, me refiero al PSPV y, en menor medida, a Compromís, que hablan mucho de la financiación autonómica, pero con respecto a las políticas contra la austeridad callan. Las dos cosas están irremediablemente unidas.

– ¿Qué valoración hace del Govern del Botànic, compuesto por PSPV y Compromís y sustentado desde fuera por Podem?

"Hemos tenido que arrastrar el Govern hacia políticas de cambio"

– Creo que en regla general es una valoración positiva. Se ha avanzado en muchas cosas que responden a los intereses de los ciudadanos y, por otro lado, se ha avanzado en la normalización democrática de nuestra tierra. Se tocó fondo en los últimos años del PP y el Botànic ha supuesto una normalización democrática. Hemos tenido muchas veces la sensación, cuando estábamos apoyando al Govern desde nuestra posición parlamentaria, que en muchos asuntos tirábamos del gobierno en el sentido de los intereses de la ciudadanía y, desde otros intereses privados, se tiraba en el sentido opuesto.

Ha habido veces que hemos tenido que levantarlos y arrastrarlos de la silla hacia posiciones que al final se han plasmado en políticas de cambio fundamentales. Estoy pensando en la agencia antifraude, en la ampliación del parque público de viviendas, en la eliminación de los copagos. Hemos tenido esa sensación. En ocasiones la cuerda se ha roto por el lado de los intereses de los poderosos. Ha sido muy señalado el caso de Julià Álvaro, secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático de Compromís, que trató de poner en marcha políticas muy avanzadas en gestión de residuos. Automáticamente se activaron una serie de lobbies vinculados a la patronal que se veían perjudicados por tasas y medidas y lo expulsaron del Govern. Ahora mismo está en nuestras listas.

– Hay un debate en las izquierdas sobre si deben entrar en gobiernos compartidos con la ciudadanía. Se fue muy crítico con el gobierno de PSOE e IU en Andalucía, pero ahora Iglesias cree que la forma de cambiar las cosas es "con el BOE en la mano". ¿Cuál es su opinión? 

"Baldoví firmó un manifiesto de apoyo al acuerdo PSOE-Cs"

– Riesgos hay muchísimos. Siempre que se habla de gobernar hay riesgos. La cuestión es cuál será la correlación de fuerzas tras las elecciones. Si hay una correlación de fuerzas progresista favorable a romper con las políticas de austeridad, tendremos la mano tendida a otras fuerzas, también al PSOE, Compromís y otras, para dar vida a un gobierno estable y duradero, capaz de afrontar esos dos grandes retos de los que hablábamos.

No estaremos en ninguna componenda con el neoliberalismo del tipo del acuerdo entre PSOE y Ciudadanos que se trufó tras las elecciones del 2015. Seamos claro, eso sería la instauración del despido libre en España. Ya sabemos cuál es la posición de Ábalos, estaría bien que Compromís se manifestara al respecto. En aquel momento, Joan Baldoví firmó un manifiesto de apoyo al acuerdo PSOE-Ciudadanos.

– ¿Cómo valora que Compromís y Unidas Podemos no concurran conjuntamente a las elecciones generales?

– Me pareció en su momento un error por parte de Compromís. Las fuerzas sociales y políticas que han emergido estos años al calor de la crisis deben ir lo más unidas posibles y que lo contrario genera confusión en la ciudadanía. No obstante, eso habría que preguntárselo a Compromís, por nuestra parte siempre hemos tenido la mano tendida para la unidad. No han querido. Veremos cuáles son los resultados.

– Recordamos el artículo sobre Europa, Fascismo en Italia ¿Decreto Dignidad?, que fue muy polémico y firmó junto a Monereo y Julio Anguita en este periódico. ¿En estas elecciones españolas trascendentales, qué está en juego para Europa? 

"Son unas elecciones trascendentes para Europa"

– Son unas elecciones trascendentes también para Europa. La calificación de elecciones materialmente constituyentes tienen mucho que ver con esto. Nos jugamos si de estas elecciones va a salir un gobierno que va a estar sometido a los dictados europeos y va a consolidar y perpetuar las políticas en materia de gasto público o si va a salir un gobierno capaz de poner por delante la soberanía del país y la necesidad de un giro radical en estas políticas impuestas por la UE y aplicadas con diligencia por el PSOE, en primer lugar, y por el PP.

Si de las elecciones surge una mayoría ultraconservadora de PP, Ciudadanos y Vox, estas transformaciones se consolidarán para siempre. La sociedad será ya otra. Si lo que surge es una mayoría formada por el PSOE y Ciudadanos, seguramente todo tendrá un tono menos dramático y autoritario, pero esas transformaciones se consolidarán igualmente y ya no conoceremos una alternativa a las políticas de austeridad. Hay una tercera posibilidad, la que modestamente representa Unidas Podemos, que tiene que ver con una ruptura con las políticas de austeridad impuestas por la UE y por fijarse en los verdaderos intereses de la ciudadanía.

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