María, la estudiante que se infiltró en el Sáhara ocupado para hacer un trabajo del instituto

  • Viajó durante cuatro días a El Aaiún ocupado junto a dos compañeras  para investigar el papel de las mujeres saharauis
  • Comparte con una periodista de Equipe Media sus impresiones: "Yo no había visto nunca tanta policía"

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Agustina Drovandi, miembro de Equipe Media

María Bouadbellah es una estudiante de segundo de Bachillerato, que vive en Bayoles (Catalunya). Su familia es de origen marroquí. María cuenta que en Cataluña es obligatorio hacer un trabajo de investigación durante esta etapa del bachillerato. En el momento de escoger el tema de su tesis se interesó por las mujeres saharauis y el conflicto del Sáhara Occidental.

María viajó a El Aaiún ocupado junto a dos compañeras para recolectar información para su trabajo de investigación. Tienen tan solo entre 17 y 18 años, y pasaron 4 días en el territorio ocupado. Pudieron conocer de cerca la realidad que vive la población saharaui bajo el régimen de ocupación marroquí. María, la rompedora de muros, logró junto a sus dos amigas sortear el férreo cerco que impone el régimen totalitario marroquí sobre los territorios ocupados.

Al llegar a El Aaiún ocupado, se puso manos a la obra y comenzó a cristalizar su investigación que le permitió llegar a la conclusión de que las mujeres saharauis tienen un papel muy importante dentro de la sociedad, dentro de la historia del pueblo y su labor clave en la lucha por la independencia. 

Esta estudiante es militante en algunas organizaciones que luchan por la independencia, de Cataluña, por el Feminismo, y por el Sáhara Occidental.  En un primer encuentro con su tutor le dijo: “Yo quiero tratar el tema sobre las mujeres saharauis porque creo que son importantes y quiero poder investigar su papel dentro de la sociedad y dentro de la historia de su pueblo”.

- No hace mucho tiempo tuviste la oportunidad de visitar los territorios ocupados. ¿Cómo fue esa experiencia?

"En los territorios ocupados hay una situación de excepcionalidad"

- Si tuve la oportunidad de poder visitar los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Fue una experiencia que ha marcado un antes y un después en nosotras, fui con otras dos compañeras: Paula, de 17 años, y Neus, de 18 años, que no hacen el trabajo de investigación, pero que quisieron acompañarme. Recuerdo que el primer día que llegamos a El Aaiún -estábamos a 6 kilómetros- nos pararon, subió un policía y nos empezó a gritar preguntando, como interrogándonos, “¿qué habéis venido hacer aquí?, ¿quién os ha dicho que vengáis?, ¿por qué venís?, ¿con quién venís?, ¿a dónde vais?, ¿qué haréis?”.  Esto nos enseñó que realmente en los territorios ocupados hay una situación de excepcionalidad. Llegamos a El Aaiún y, ya instaladas en el hotel, yo les dije a mis amigas: “Esto ya para mí se ve que no es normal lo que pasa en este territorio”. Esto pasa en sitios donde hay una falta de libertad.

Para hacer las entrevistas teníamos que ver si alguien nos seguía. Cuando llegamos, estábamos en contacto con Mohamed Mayara y Nazha El Khalidi fue superheavy. Cuando empezamos las entrevistas venían mujeres a explicarnos sus historias personales, que al final son las historias de tantas y tantos saharauis que han tenido que soportar la ocupación marroquí. Bueno ,primero la española y luego la marroquí. Y encima en un contexto patriarcal. Las mujeres nos lo explicaban y yo estaba llorando de lo fuerte que llega a ser que pasen estas cosas. 

-Sobre el tema de tu tesis. ¿Qué hizo que se movieran hasta la última colonia de África y como fueron las entrevistas? 

- No es una tesis doctoral, es un trabajo de investigación básica. Al principio, tenía pensando titularlo Las luchas y las resistencias de las mujeres saharauis y con el tiempo, mi tutor y yo llegamos a pensar en otro título que es Las olvidadas del conflicto olvidado. 

Es un trabajo final de bachillerato, es mi primer trabajo de investigación. Y cuando volvimos, pensé que me hubiera gustado que fuera un poquito más grande, como hacer un artículo periodístico o alguna cosa así. Aunque también tengo que decir que después de nuestra visita al territorio ocupado y después de entregar la tesis -no la he publicado aún-; están saliendo bastantes entrevistas de personas para hacer artículos. Queremos intentar sacar el máximo provecho de lo que hicimos, ya que no nos pillaron y lo hicimos con total discreción, sin que la policía marroquí supiera de nosotras y esto es algo que cuesta de lograr. De hecho, nosotras pensamos que nos pillarían en algún momento y no fue así.

-¿En qué viajaron, cómo se movieron para llegar hasta El Aaiún? 

-Nosotras nos movimos en transporte público. Fuimos de Barcelona a Marrakech, en Marrakech cogimos un autocar que nos llevó hasta Tiznit  y de allí a Tan Tan. Nos recorrimos todo Marruecos hasta llegar a El Aaiún. 

-¿Cómo fue tu primer encuentro con el Sáhara Occidental? ¿Dado que eres de origen marroquí, qué has escuchado sobre el tema en tu familia?

-De entrada, desde que yo era pequeña recuerdo bastantes debates en comidas familiares sobre la cuestión del Sáhara. Yo tengo tíos que son militantes prosaharauis, mi madre también y hay una diversidad de opiniones. Mi abuelo hizo la marcha verde y recuerdo estos debates sobre la cuestión del Sáhara, sobre la autodeterminación, sobre el papel que tiene Marruecos y sobre lo que hace Marruecos. Luego recuerdo que llegó el día en el que yo comencé a interesarme mucho por varios conflictos sin estar politizada como el conflicto de Kurdistán, Palestina y el Sáhara, esos son los que yo más recuerdo y los que me marcaron en su momento. Y luego mi madre me dijo que si queríamos acoger a una niña saharaui y entonces fue cuando yo comencé a investigar y a preguntar más sobre el Sáhara. Comencé a buscar, informarme y a politizarme más. Y recuerdo que un día que busqué vídeos de lo que pasaba en los territorios ocupados y me quede estupefacta. Yo flipaba, pensaba '¿cómo es que esto está pasando en un territorio que yo conozco y que la policía de mi país de origen esté haciendo esto a un país que quiere ser libre?. Y luego llegó un grupo en Catalunya que se llama Charango y que lucha por la autodeterminación de los pueblos, entre ellos la del pueblo saharaui. Fue acompañándome en mi crecimiento y cuando llegó el momento de escoger el tema de la tesis ya sabía más. 

-¿Pudiste notar el bloqueo militar?

-Pues sí, se puede percibir el bloqueo militar. El Aaiún es una ciudad muy militarizada con mucha policía. Hay policía en cada barrio, en cada calle, vayas a donde vayas hay policía y esto a mí me impacto mucho. Yo no había visto nunca tanta policía. Si nos hubiéramos quedado más tiempo, creo que también lo hubiésemos percibido de otra forma más represiva, de tortura a los manifestantes. Poder ir a una manifestación hubiese sido también toda una experiencia, no tuvimos la oportunidad y nos hubiéramos puesto en peligro, cosa que tampoco queríamos. 

-¿Ya que fuiste con tus amigas, cómo fue la entrada y cómo se camuflaron para que la policía no se enterase de que se iban a reunir con activistas? 

-Yo soy marroquí y esto ya es un punto a favor para camuflarse. Soy joven, tenemos entre 17 y 18 años. Es muy raro que alguien con esa edad quiera ir al Sáhara a investigar sobre lo que pasa allí. Yo lo hablaba con mi tío y él me decía: “Un padre normalmente no deja a su hijo menor de edad ir a un territorio en conflicto”. Y es verdad. Yo creo que pensaron que no teníamos ni idea de lo que pasaba, íbamos a ser de turistas, ingenuas, inocentes. Nos vestimos como turistas y esto les dio que pensar.

-¿Y qué fue lo que más te impacto?  

-Lo que más me impactó fue el primer día de hacer las entrevistas. Yo no sé lo que es tener ansiedad, nunca la he tenido, pero tuve mucha presión en el pecho de no saber gestionar lo que estábamos haciendo. Luego poco a poco lo supe controlar  y llevarlo bien. Cuando empezamos las entrevistas, me impactaba mucho tener a alguien que estaba delante mío y que me estaba contando barbaridades como  estar 12 años en la cárcel, que te torturen durante 3 meses, que te tengan durante un año y medio con una venda en los ojos, que no te dejen hablar y que si hablas te vuelven a torturar. Tener a alguien delante que te está explicando que han cogido a su hijo y que no lo ha vuelto a ver nunca más. No podemos decir nada del Sáhara. 

Yo recuerdo llegar a Barcelona y bajar del avión y decir 'Sáhara libre' superfuerte porque lo tenía reprimido. Bueno, esto es vivir la situación de represión. Las personas saharauis siguen luchando por la autodeterminación, pese a todo lo que pasa sigue luchando por la libertad. Te impacta porque yo pensé  ¡hostia, es muy fuerte!. 

Son un ejemplo de lucha, de perseverancia, de militancia son un ejemplo de lucha para otras personas en el mundo. 

Lo que nos llevamos del viaje, y que siempre va a estar con nosotras, es la acogida que tuvimos. Yo recuerdo llegar superasustada y tener un abrazo de Nazha El Khalidi, una forma de decir “estás aquí, estáis bien, no sabemos qué pasara o si los cogerán, pero nos hemos podido ver y conocer”. Nos dio mucha confianza.

-¿Cómo fue el encuentro con los activistas?

-Nosotras estuvimos cuatro días y estuvimos todos esos días en hotel. No nos quedamos ningún día a dormir en ninguna casa, aunque sí nos hubiese gustado. Íbamos a casa de algunos activistas y los entrevistábamos.

-La mujer saharaui es un símbolo de lucha y resistencia. ¿Cómo fue ese momento y qué te dejó para ti?

"Las mujeres saharauis están doblemente explotadas"

-Nosotras estamos eternamente agradecidas a las mujeres y a las activistas saharauis que pudimos entrevistar y a las que no, pero que están ahí al pie del cañón. Las mujeres saharauis están doblemente explotadas, primero por la ocupación marroquí y luego también por vivir en un contexto patriarcal. Y pese a esto, ellas siguen luchando, siguen siendo las voces que nunca podrán silenciar por mucho que las maten, por mucho que las encierren en prisiones, que las torturen. Las vemos como personas determinadas. Creo que tienen un componente de determinación de mujeres incorruptibles, de tener claro de que si no hay autodeterminación y liberación,  ellas seguirán luchando. Esto lo valoramos mucho y lo pudimos ver en ellas. Nuestro homenaje es que vamos a seguir luchando por vuestra libertad, pero también por todas las mujeres del mundo. Estamos muy agradecidas por dejarnos entrar en sus historias y en sus vidas. Nos contaron cosas que son muy fuertes, que te tocan. Y también creemos que son muy fuertes por el hecho de construir pese al dolor y las adversidades. En vez de destruir donde otros están destruyendo, ellas pueden construir es algo que nosotras valoramos muchísimo.

-¿Como ves el rol de España?

"Nos encontramos con un constante chantaje entre Marruecos y España"

-España representa un país de democracia, de libertades, un país que forma parte de la Unión Europea. Se supone que defiende los Derechos Humanos y rechaza sus vulneraciones. Pero no es así. En el caso del Sáhara Occidental nos encontramos con un constante chantaje entre Marruecos y España. Marruecos protege la frontera sur de España y a cambio ésta olvida todo lo relacionado con el Sáhara. Y esto me parece inaceptable por dos razones. La primera es el derecho inalienable a la autodeterminación, donde un pueblo debe poder decidir sobre su destino. Y la segunda es el hecho de poner en juego la vida de muchísimas personas inocentes. Y no solo me refiero a los saharauis, sino también a los miles de personas que intentan cruzar a diario el estrecho de Gibraltar. Creo que la sociedad española debería ser mucho más críticos con nuestros gobiernos y políticos por permitir que algo así ocurra. Sin olvidarnos de la amistad que hay entre los dos reyes, Felipe VI y Mohamed VI y que influyen muchísimo en las relaciones entre los dos países. Como sociedad no podemos permanecer callados. Es nuestra obligación señalar y denunciar que vivimos en una pseudodemocracia con infinitas carencias, entre las que está el lamentable rol que ha jugado en el conflicto del Sáhara Occidental.

-Reflexión final.

-Nosotras allí aprendimos muchísimo, crecimos muchísimo y rompimos los muros (simbólicamente) establecidos por alguien que ha decidido que allí tenía que haber unos muros. Esperamos poder volver al Sáhara en una situación que no nos mate de rabia y poder volver, pues, a una República saharaui y caminar por las calles de El Aaiún sin hacer ver que somos turistas o sin tener que escondernos. Y luego a todas las mujeres del mundo, nuestro homenaje, la conclusión de nuestra tesis es no rendirnos jamás y seguir contribuyendo en esta lucha contra el olvido internacional y seguir luchando por nuestros derechos como mujeres y como mujeres de pueblos oprimidos.

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