Mireia Vehí: “Hay una generación entera de jóvenes sin expectativas en el Estado español”

  • Entrevista a la cabeza de lista de la CUP al Congreso de los Diputados para el próximo 10-N

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La CUP se presentará por primera vez a unas elecciones generales, y las encuestas presagian que la izquierda independentista podría entrar con más de un representante al Congreso. Mireia Vehí (Vilafan, Girona, 1985) será la cabeza de lista de la CUP por Barcelona. Esta socióloga, es integrante del Secretariado de la CUP y fue diputada del Parlament de Catalunya desde 2016 hasta que fue disuelto por la aplicación del 155 en octubre de 207.

Vehí atiende a cuartopoder en un momento intenso en la política catalana. Las protestas por la sentencia del Tribunal Supremo contra los dirigentes independentistas han generado una reacción social de gran relevancia en toda Catalunya. La candidata recibe a este periódico el jueves en la sede de la CUP, en el Carrer Casp, en vísperas de la huelga general celebrada ayer. Los disturbios se vienen repitiendo durante noches seguidas en la ciudad de Barcelona, mientras políticamente el president de la Generalitat, Joaquim Torra, se encuentra en un momento de máxima debilidad, pues cinco grupos parlamentarios han pedido su cabeza y las divisiones entre JxCat y ERC son cada vez más patentes.

- Huelgas, disturbios, cuatro marchas han ido cortando durante la semana las principales carreteras. ¿Cómo definiría el momento actual que vive Catalunya?

- En primer lugar, no creo que solo sea Catalunya, lo está viviendo el Estado español, toda la actualidad política desde hace meses gira en torno a qué respuesta judicial, policial se da a la propuesta de autodeterminación que ponen sobre la mesa más de dos millones de personas el 1-O.

La situación actual es compleja. Llevamos dos años de persecución política, de exilio, de cárcel, tras el 1-O, un día maravilloso para los catalanes y catalanas, pero en el que el Estado mostró su cara más dura. Ahora ha llegado una sentencia durísima que ha generado un impacto emocional, pero todo el mundo se esperaba que la sentencia sería dura. Es nueva la respuesta política colectiva a todos los niveles, desde una lógica popular, que se da a esta sentencia. Llevamos una semana con miles de personas en las calles día y noche. Una protesta intergeneracional con un mensaje claro: no habrá gobernabilidad en el Estado español hasta que no se ponga solución al conflicto desde la política, es decir, hasta que no se ponga el derecho a la autodeterminación en el centro del tablero político y la amnistía de las personas represaliadas.

La situación es esta. En vísperas de unas elecciones generales, con un Govern en la Generalitat de mucha debilidad y con el poder, la parte fuerte, en la calle, de forma horizontal, desobediente, masiva… No nos dejan más opción que salir a la calle de forma masiva e intermitente hasta que haya una solución y la autodeterminación esté encima de la mesa.

- Estas movilizaciones que se están dando, sobre todo, en Barcelona, están protagonizadas en la mayoría de casos por gente muy joven con nuevas formas de organización, nada que ver con las convocatorias masivas de la ANC y Òmnium Cultural de los años anteriores. ¿Qué objetivos políticos cree que tienen estas personas que están saliendo estos días a las calles?

"Si no hay futuro democrático posible, no habrá presente tranquilo"

- Hay que destacar dos tipos de perfiles. Es destacable la cantidad de gente joven que está saliendo de una forma desacomplejada y poniendo en el centro de la reivindicación, además de la independentista, de que si no hay futuro posible en términos democráticos no habrá presente tranquilo, el no tenemos nada que perder por lo que salen a la calle indefinidamente.

No es menor, es una generación de chavales y chavalas que se politiza con el 1-O, viendo al Estado pegar a sus abuelas, sus madres, sus padres. Esta es su respuesta política a la situación, una enmienda a la totalidad, no solo piden autodeterminación, manifiestan la imposibilidad de hacer política en todos los sentidos. No hay futuro laboral asegurado, la crisis climática está encima de la mesa, una nueva crisis económica…

Luego, hay otro colectivo que también está saliendo a la calle de forma masiva, la gente mayor, la gente que vivió la mal llamada Transición. Esto tampoco es menor, es gente que sale a la calle con una reivindicación independentista pero también como una enmienda al régimen muy importante. Hubo una transición y no ruptura democrática con la dictadura. Gente joven con una línea de si no hay futuro, no habrá presente. Gente mayor viendo que cuatro décadas después no ha sido posible el diálogo con el Estado español y volvemos a estar con persecución política. No quiero banalizar, no quiero decir que estemos en una dictadura, en el franquismo, pero la música suena.

- Ha sido la semana del debate sobre la violencia. ¿Existe para usted violencia en las movilizaciones que se están dando en Catalunya?

- Se está sobredimensionando el debate. A determinados medios y al Gobierno en funciones les interesa que el mensaje sea que hay violencia en Catalunya. Estos días ha habido disturbios, muchos chavales jóvenes en la calle. Si nos quedamos con la lectura del número de contenedores quemados, no estaremos entendiendo nada. La CUP aboga por la desobediencia civil, pero la cuestión es más compleja.

Cuando hay miles de chavales saliendo cada noche, sin miedo, a enfrentarse a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es que algo más está pasando. Hay una generación entera de gente muy joven sin ningún tipo de expectativas con la posibilidad de que en el Estado español se pueda vivir en paz y con una vida digna. Esto es más preocupante que los enfrentamientos con la policía, que los ha habido y que como la respuesta del Govern y del Gobierno y de las Fuerzas de Seguridad es represiva, hay más manifestaciones. Repito, estos chavales ponen encima de la mesa que hasta que no haya solución democrática, no se irán a casa. El Estado y el Govern están jugando a un juego peligroso. Es la ruptura emocional de toda una generación con la institucionalidad oficial.

- Antes ha dicho que la CUP comparte la desobediencia civil, hasta donde yo tengo entendido, no violenta. ¿Valoran positivamente cómo se están desarrollando estas movilizaciones?

"El Estado y los Mossos están practicando la política del terror"

- La situación en Catalunya cambia tanto que obliga a las organizaciones políticas a repensar y reanalizar. En nuestra ponencia está escrito, apostamos por la desobediencia civil que es no violenta y valoramos muy positivamente las movilizaciones. Que a un juicio político con una sentencia durísima para gente que estaba en el Govern y al frente de dos de las organizaciones más importantes de este país se le responda tan masivamente es positivo. Ocupando el aeropuerto, haciendo marchas…

Esto es increíble desde la perspectiva de que hay miles de personas que no están dispuesta a que la ley injusta gane, a pesar de que la política sea la del terror. Lo que está haciendo el Estado y los Mossos es la política del terror, atropellar gente, disparar con armamento prohibido… Todo empieza con un referéndum de autodeterminación autoorganizado porque el Estado prefiere este conflicto político que hay en las calles de Catalunya que poner urnas. Si nos tienen que derrotar, que nos derroten en las urnas.

- Estos días hemos visto a ciudadanos catalanes descontentos con las movilizaciones. Les dificultan ir a trabajar, su vida cotidiana… ¿Qué ofrece la CUP a estos catalanes?

- Está claro que siempre hay a quien le parece mejor o peor, se ve en todas las huelgas. Hay gente que no comparte las movilizaciones y las reclamaciones independentistas. Ahora bien, en la historia política reciente no recuerdo una movilización de desobediencia civil masiva tan grande en décadas ni en el Estado español ni en el sur de Europa. Creo que este debe ser el foco.

La apuesta de la CUP es votar, el derecho a la autodeterminación, poder elegir de forma democrática dónde podemos vivir. La gente tiene que votar también sobre la reforma laboral, sobre si queremos pagar la deuda… Recordemos que en 2017 se hicieron varias encuestas que demostraban que en torno a un 80% de la población catalana quería un referéndum. ¿Qué ofrece la CUP? Que se pueda ejercer el derecho de autodeterminación, que haya amnistía para las personas represaliadas y una tercera línea, que las clases populares puedan conquistar derechos.

Esto tiene que ver con la desobediencia, es una de las vías para conseguir derechos, tantos avances han habido en Europa por la desobediencia civil. Catalunya es líder en desahucios y la única alternativa a esto, la alternativa en viviendas son las que están poniendo la PAH y los sindicatos de inquilinos. No hace falta ser independentista para querer ejercer el derecho a la autodeterminación, para entender que no queremos persecución política y para que la gente tenga vidas dignas. Estos chavales que salen a las calles no van a poder tener hijos, no van a tener la capacidad de autosustentarse.

- ¿Qué reflexión ha llevado a la CUP a presentarse por primera vez a unas elecciones generales?

"Para nosotros, el PSOE es régimen"

- Es la primera vez que nos presentamos, tomando una decisión que no ha sido fácil. No todas las organizaciones que forman parte de la CUP la comparten, porque entienden que el momento es de crear poder popular y que alimentar la apuesta institucional siempre desgasta. Aún así, al final se acaba decidiendo que vale la pena concurrir a estas elecciones, y que no tiene esto por qué disminuir la construcción de poder popular, porque la situación es de excepcionalidad altísima: persecución de derechos democráticos, falta de acceso a la vivienda, política migratoria genocida, crisis que viene a la vuelta de la esquina…

Con esta excepcionalidad política, vemos como los partidos independentistas ERC y JxCat no están a la altura de las circunstancias. JxCat tiene una retórica muy beligerante pero luego en la Diputación de Barcelona pactan con el PSC, peix al cove de toda la vida. Y ERC también ha hecho un papel de regalar la investidura a Pedro Sánchez con el discurso de que va a venir la derecha. Nosotros no estamos con el cuanto peor, mejor. No queremos que llegue la derecha al Gobierno del Estado español, por la cuenta que nos trae, pero un proyecto como ERC, si no quiere que venga la derecha, tiene que poner un proyecto de izquierdas sobre la mesa.

También vemos cómo la izquierda española intenta construir un espacio político complejo. El apoyo al pueblo de Catalunya pero a la vez el no apoyo al derecho a la autodeterminación. Por otro lado, el constante intento de mirar al PSOE como un mal menor deseable, una posición muy compleja de mantener porque el Estado solo te deja estar con él o contra él. La posición de Podemos es muy compleja y no la compartimos. Para nosotros, el PSOE es régimen, al 15-M nos remitimos, pero es que la política del PSOE para Catalunya es más estopa, más estopa y más estopa.

Por todo esto, creemos, de forma humilde, que podemos ofrecer el proyecto de la izquierda independentista, claramente socialista, feminista, antirracista, ecologista y rupturista con el régimen, no solo a catalanes sino a muchísima gente del Estado español que se siente huérfana políticamente.

-¿Va la CUP al Congreso a bloquear? ¿Si depende de la CUP, se mantendrá la ingobernabilidad?

"Si no quieren hablar de autodeterminación, hablemos de desahucios"

-La CUP no hace política de bloqueo. La CUP entiende la política de una forma muy gramsciana, buscamos espacios de sentido común para hacer política desde ahí. El espacio de sentido común que tenemos es autodeterminación, amnistía y derechos vinculados a la legítima desobediencia civil.

Nuestra política se hará desde aquí, pero somos conscientes de que la aritmética política actual no es favorable a autodeterminación, amnistía o derechos. Pero, como no estamos pidiendo el socialismo, que lo podríamos hacer porque somos una formación socialista, ni estamos pidiendo la abolición del patriarcado, sino que este es un marco que cualquier formación de izquierdas, incluso socialdemócrata, podría defender, si no se juega a este marco, quien bloquea es el otro lado.

Si no quieren hablar de autodeterminación, amnistía o derechos, el bloqueo lo ponen ellos. Si no quieren hablar de autodeterminación, hablemos de desahucios, de llegar a fin de mes, de quién se puede pagar la universidad hoy en día, de cómo bajan la natalidad porque la gente no tiene dinero ni para tener hijos, hablemos de los asesinatos en la Frontera Sur…

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Mireia Vehí. / María Artigas

- Antes hablaba de la relación con la izquierda española. Hay sectores de esta izquierda que culpabilizan al proceso catalán del auge de la ultraderecha en el Estado español.

- Vaya por delante el respeto de la CUP a toda la gente que hace política desde la izquierda en todo el mundo. Ahora bien, el argumento de que el proceso en Catalunya está levantando a la extrema derecha en el Estado español es muy perverso. Nosotros estamos muy pendientes de lo que dice la gente del resto del Estado estos días, pues para nosotros esto no va de un cambio de bandera, es una enmienda al régimen y a todos los poderes fácticos, es momento de un proceso constituyente.

Hay un discurso en ciertos sectores de la izquierda española de que el proceso catalán es burgués, este mantra se va diluyendo durante estos días, pero sin mucho análisis objetivo de nos hemos equivocado. Ahora vuelve lo de que estamos levantando a la extrema derecha. Les decimos que la única forma de frenar a la extrema derecha es haciendo políticas de izquierdas. Costas Lapavitsas, uno de nuestros economistas de referencia, lo explica respecto a la UE. Esta institución que es una centrifugadora de derechos y de vidas, cada vez es más de derechas, cada vez hay más partidos de derechas. No hay ninguna izquierda europeísta, a parte de Anticapitalistas que abre esta brecha, que tenga un discurso de izquierdas que confronte con la UE. Es la extrema derecha la que está abriendo esta brecha, el debate sobre la soberanía de los pueblos. Donde no se juegan las plazas, las gana la extrema derecha.

Tenemos mucho miedo a la extrema derecha. Seguramente, en Catalunya, la gente que estamos haciendo política institucional y la gente que la hace en la calle nos va mucho nuestra vida y libertad material y el riesgo de persecución política que a la gente del resto del Estado, ahora mismo. No quiero minimizar, ni decir que somos los primeros que tenemos represión o presos políticos, nada de eso. Pero, si hoy en día, a alguien concreto le va esto, es a nosotras.

Les diría que dejaran de mirar al PSOE como única opción posible. Es cierto que en política se juega con lo que se tiene, pero o se dibujan horizontes hacia adelante o no hay forma de mover ficha. Les diría que hagan política desde la izquierda, es la mejor manera de que no se vote a la extrema derecha. Ahora mismo, en el resto del Estado español, quien está teniendo un discurso más extravagante, contra el orden establecido, es Vox. ¿Cómo puede ser que la extrema izquierda haya regalado esa batalla a la extrema derecha?

Si tenemos la gente, las cabezas y los análisis y hay gente haciendo proyectos políticos preciosos en todo el Estado español, que se ponga esto sobre la mesa. Hagamos política de izquierdas saliendo del armario, que dicen las compañeras "maricas". Vamos a salir del armario muchísima gente de izquierdas en el Estado español, tenemos las cunetas llenas de abuelos, cunetas que nadie se ha dignado a levantar. Si es gente que sufrió el genocidio todavía está en las cunetas, ¿cómo nos atrevemos a no reivindicarnos como el hilo rojo de la historia?

- ¿En qué organizaciones políticas del resto del Estado se ve reflejada a CUP? Si sacaran representación en las próximas generales, ¿qué organizaciones de izquierdas del Estado se podrían ver reflejadas en los diputados de la CUP?

"La CUP trata de generar alianzas políticas con todas las izquierdas del Estado"

- La CUP trata de generar alianzas políticas con todas las izquierdas del Estado desde una lógica de mucha generosidad. No solo nos relacionamos con la gente que piensa de forma muy parecida a nosotras, como Anticapitalistas, el SAT, la gente de la izquierda abertzale… Tratamos de relacionarnos y tejer alianzas con todas las izquierdas del Estado. Con Anticapitalistas compartimos una manera de entender el momento político y de estar en las instituciones. Con el SAT también hay línea directa.

Estos días se está viendo con los Madrileñxs por el Derecho a Decidir. En todo el Estado. No me quiero dejar a nadie, hay mucha gente. Nosotras vamos a intentar de hacer alianzas a la izquierda con todo el mundo, porque la situación es dramática. La vulneración de derechos sistemática, en Catalunya y en todo el Estado es dramática. Nadie se puede permitir no hacer alianzas a la izquierda.

- Ha hecho referencia en más de una ocasión a que la izquierda independentista se juega mucho con que no gobierne la derecha. Unos días antes de que se hiciera pública la sentencia del Supremo, eran detenidos activistas de los CDR acusados de terrorismo por la Audiencia Nacional. ¿Se siente la CUP, la izquierda independentista vigilada especialmente?

"El laboratorio de persecución de la disidencia se ha trasladado de Euskal Herria a Catalunya"

- Uno de los análisis que hacemos de la sentencia, por eso decía que la respuesta es increíble, es que es el nuevo marco de la persecución de la disidencia por parte del Estado español. El histórico laboratorio de persecución de la disidencia se ha trasladado de Euskal Herria a Catalunya ahora. Por tanto, los CDR, la izquierda independentista y toda organización, Òmnium, ERC, JxCat la derecha catalana… Toda organización que cuestione y se organice contra alguno de los pilares del régimen es perseguida por el Estado.

El Estado ha lanzado un mensaje que no es menor. Quien se atreva a cuestionar no solo la unidad de España, sino también el movimiento del capital y el normal funcionamiento del Estado español entendido como una España unida, capitalista y encorsetada en una Constitución firmada bajo el ruido de sables, quien se atreve tendrá cárcel, exilio y persecución política.

Para nosotros, es la clave de que esta sentencia y lo que pasa en Catalunya afecta a todo el Estado español. La izquierda independentista no es que se sienta vigilada, es que tenemos a muchísima gente encausada. Tenemos a Anna Gabriel en el exilio, muchísima gente con procesos judiciales, hace menos de un mes Arràn explicaba que en un año y medio han tenido más de 40 detenciones. La situación es de persecución política abiertamente.

Es grave que en el caso de los medios públicos españoles no estén informando desde una perspectiva objetiva de todo esto. No se puede entender que RTVE con todos sus canales esté haciendo propaganda para legitimar la persecución política que está haciendo el aparato del Estado español. Esto es impensable en ningún país del ámbito europeo. Nosotros no nos miramos mucho en Europa, nos reconocemos como Europa del sur y preferimos mirar al Mediterráneo que al norte, pero que los medios públicos estén haciendo propaganda para el régimen es increíble y denunciable. Sus trabajadores lo han denunciado muchas veces en RTVE. Están dispuestos a usar los medios públicos como si fueran los medios del gobierno y no de la ciudadanía.

- Uno de los pilares políticos de la CUP es el feminismo. ¿Qué puede aportar una diputada de la CUP, en este sentido, dentro de una institución como el Congreso?

- El movimiento feminista siempre va por delante de las instituciones. La institución poco va a aportar al movimiento. Como máximo, la institución podrá asegurar victorias del movimiento. El movimiento feminista se ha caracterizado, en Catalunya es clarísimo, por dictar a la institución lo que tiene que hacer: leyes contra la violencia machista, protocolos de instituciones… Lo que puede hacer la institución es no reventar las victorias del movimiento feminista. Nosotros, como CUP, estamos en un proceso de tratar de transformar desde dentro la organización y mirando todos los aprendizajes que el movimiento feminista pone encima de la mesa para ver cómo y aprender.

Lo que sí podría hacer la institución, y cambio de paradigma, de movimiento popular, y es una utopía tal y como se está dibujando la aritmética parlamentaria, es ir por delante y darle una lección al mundo y tumbar lo que está pidiendo el movimiento antirracista. Leyes de extranjería y fronteras que están asesinando sistemáticamente a personas en fronteras externas y en los CIE repartidos por el Estado español.

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