ERC pasa de página y mira al nuevo ciclo político catalán: “Gobernar y hacerlo bien”

Las encuestas dan a ERC como vencedora en unos comicios catalanes de los que se desconoce, todavía, la fecha. Y los republicanos acarician con la punta de los dedos el anhelo de mandar desde el Palau de la Generalitat. Es por ello que ven el momento de pasar de página, distanciarse del griterío del espacio postconvergente, profundizar en su perfil propio y restar al independentismo componente mágico para priorizar el gobernar desde lo social, en un momento de crisis económica y social brutal. Al mismo tiempo, dialogar con el Estado para resolver la cuestión territorial y acabar con la vía represiva.

Ayer, cónclave de las principales figuras del partido con motivo de la presentación del libro escrito por su presidente, Oriol Junqueras, desde la prisión, y su secretaria general, Marta Rovira, desde su exilio suizo. Tornarem a vèncer. Un Manual per Guanyar la República Catalana, el título, toda una declaración de intenciones, la hoja de ruta política para ERC en el nuevo ciclo político catalán que se abrirá con las próximas elecciones. Así, la eurodiputada Diana Riba, el portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, la portavoz de la formación, Marta Vilalta, el president del Parlament, Roger Torrent, el coordinador nacional, Pere Aragonès, y la propia Rovira participaron en un acto online en el que presentaron el libro y señalaron algunas de las principales aportaciones.

ERC se sabe la fuerza hegemónica del independentismo y quiere llevar la voz cantante de un movimiento que ha de conseguir “ser más del 50% de Catalunya en el corto plazo”, según Torrent. Esa es la marca que ansía el independentismo de cara a los próximos comicios. Tras las elecciones, se ponen deberes en el carrer Calàbria: “Gobernar y hacerlo bien”, en palabras de la coautora, Rovira. Y dejarse de “reproches” y disputas internas, en contraposición a la batalla que vive el espacio postconvergente y a la tónica general del independentismo en los últimos años. En palabras de Rufián: “Mirar al futuro y no a los costados”.

“En octubre de 2017, obtuvimos lecciones que son fortalezas para el futuro”, según Rovira. De aquel otoño catalán reconoce, como principal lección, la necesidad de aglutinar mayorías, “el 80% de la ciudadanía del 1-O". Porque después, “el independentismo perdió fuerzas, cedimos el liderazgo de las instituciones al Estado con una ofensiva que nos llegó por tierra, mar y aire”. Otro reto importante para la secretaria general es conseguir que el republicanismo y el independentismo se asimile en toda Catalunya por igual, pues de la consulta del 2017 extrae que “hubo lugares con más y menos participación”. “Ser más, trabajar cada día más”, y para ello, “conseguir más derechos sociales y laborales, oportunidades y justicia social”. ERC mira a Vic, pero también a Santa Coloma, lo social por delante de lo identitario. "Esto no va de cambiar la bandera", Rufián.

La estrategia con el Estado que se marca ERC, en palabras de Rovira, pasa por “dialogar y negociar con un Gobierno que se dice el más progresista y democrático”. Por ello, al Gobierno de coalición le exige que “tiene que asumir las responsabilidades de que hay un consenso mayoritario en Catalunya que dice que la mejor manera de resolver este conflicto político es un referéndum”. “Referéndum y amnistía”, marca el horizonte la líder independentista. Si el Gobierno no acepta estas premisas: “Trabajar para ser más y más preparadas”. Sumar y sumar, diálogo y diálogo, no hay confrontación unilateral a la vista.

El vicepresident de la Generalitat y coordinador nacional, Aragonès, señala la necesidad de “hablar en positivo, dirigiéndonos a la totalidad del país, haciendo propuestas, pues somos independentistas para conseguir un futuro de oportunidades”. “Es imprescindible poner la bandera de la autodeterminación sobre la mesa sin excluir ninguna de las vías que nos permiten avanzar”, destaca, subrayando estas dos líneas de trabajo: “Autodeterminación y diálogo, volver a confrontar al Estado con autodeterminación y diálogo”. Pero esto, según el líder de facto de ERC, ha de acompañarse “de un buen Gobierno, gobernar pensando en todo el mundo, independientemente de quién nos ha votado”. Otros retos: “Ejemplaridad en la lucha contra la corrupción” y “continuar internacionalizando nuestra causa”. Sumar y sumar, diálogo y diálogo.

La portavoz y secretaria general adjunta, Vilalta, extrae, por su parte, seis aprendizajes del libro de sus compañeros que le valen como líneas de argumentario para el próximo ciclo político catalán. En primer lugar, “la urna como icono, independencia es igual a democracia. No pedimos al Estado que se haga independentista, sino que asuma la democracia”. En segundo lugar, la “unidad estratégica” del independentismo, pero subrayando, “desde la pluralidad”, ERC avanza y se independiza del espacio postconvergente. Como tercera línea, buscar la “complicidad entre la ciudadanía y el Govern”, tal y como sucedió en 2017. Así, buscar “el desborde popular”. Cree que hay que buscar una “dirección única y operativa” y utilizar “la tecnología, al servicio de las causas justas”.

Tras el embate al Estado en octubre de 2017, las elecciones del 20-D y el juicio a los líderes independentistas, el independentismo se muestra dividido. ERC se ve ganadora de los próximos comicios catalanes y huele que ha llegado su momento como fuerza hegemónica. El nuevo ciclo, lo afrontan los republicanos con la máxima de gobernar, de afrontar la crisis social para sumar adeptos a su causa y de dialogar con el Estado. Un contexto político nuevo.