Apple desata una guerra de patentes para mantener su hegemonía

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Imagen que presentaba ayer la tienda Apple en Broadway, Nueva York. / Peter Foley (Efe)

Apple ha conseguido que un juez alemán impida a Samsung vender sus tabletas Galaxy Tab 10.1 en toda la Unión Europea (a excepción de Holanda) por una supuesta violación de 10 de sus patentes. Quien quiera comprar una de esas tabletas tendrá que darse prisa antes de que desaparezcan de las tiendas. Según Apple, las Galaxy Tab se parecen demasiado a sus iPad. Pero no se trata sólo de una pelea de patentes. La compañía estadounidense está cambiando de bando. Identificada desde siempre como una de las más innovadoras, ahora quiere proteger su hegemonía denunciando a todo el que se acerque. También tiene en los tribunales a Motorola o a HTC. Ha tenido sus particulares guerras de patentes con Nokia y Microsoft. Y le queda un pleito por poner y es a Google, su verdadero objetivo. 

"No es ninguna coincidencia que los últimos productos de Samsung se parezcan mucho al iPhone y al iPad, desde la forma del hardware a la interfaz de usuario y hasta en el embalaje,", ha dicho a Reuters un portavoz de Apple. La decisión de un juzgado de Düsseldorf es provisional pero hasta que no haya un fallo definitivo que descarte o confirme que Samsung ha usado varias patentes de Apple en su nuevo aparato, la compañía surcoreana tendrá que dejar de importar las Galaxy Tab. Hace una semana, y ante una demanda similar, Samsung retrasó la llegada de esta tableta al mercado australiano. También en Estados Unidos, las autoridades está revisando otra demanda de Apple.

La compañía californiana domina de forma abrumadora el mercado de las tabletas. Sólo en la primera mitad de este año, Apple vendió 14 millones de iPad, el doble de lo que Samsung (su más inmediato perseguidor) esperaba vender de su Galaxy en todo el año. Apple quiere que las cosas sigan igual. Su iPad abrió un nuevo mercado. A medio camino entre los móviles más avanzados y los portátiles, estos aparatos han encontrado una gran acogida entre los usuarios. Tras la estela de Apple, muchas otras compañías han sacado sus propios modelos, como Motorola, HTC o la propia Samsung. Todas comparten el mismo sistema operativo, Android, y todas han sido demandadas por Apple.

El sistema Android, basado en software libre, fue creado por Google para hacerse un hueco en el explosivo mercado de los teléfonos móviles avanzados, hasta entonces dominado por Apple. Lo que hace ahora Apple es defenderse del envite de Google pero en el trasero de los fabricantes que usan Android. Los móviles con este sistema operativo han permitido la eclosión de un ecosistema de fabricantes, programadores y operadoras, algo que no facilitaba el sistema cerrado del iOS de Apple. Con 550.000 nuevos terminales activados cada día, hace meses que adelantaron en ventas al iPhone.  La compañía de Steve Jobs aún domina el sector de las tabletas pero, de seguir la senda de los móviles, sólo es cuestión de tiempo que el iPad sea adelantado...si las patentes y los jueces no lo impiden.

En cada móvil avanzado (y tableta) hay unas 250.000 patentes en juego. Apple, Nokia y Microsoft controlan cerca de 50.000 entre las tres. Google, el nuevo actor, apenas 600. Aunque es cierto que el buscador no fabrica aparatos, es su software el que va dentro de los móviles y tabletas. El buscador nunca ha sido muy amante de las patentes. Ha apostado más por la innovación que por los litigios. Pero los otros grandes del sector tecnológico, que llevan más tiempo en el negocio del móvil sí que usan las patentes. Dicen que es para proteger sus innovaciones, pero más parece que sea para evitar la llegada de nuevos competidores.

En junio pasado se produjo una de las alianzas más extrañas que se puedan imaginar. Apple y Microsoft encabezaron una puja por un conjunto de patentes de la empresa en bancarrota Novell. Pagaron 4.500 millones de dólares para evitar que Google las comprara. "Microsoft y Apple han estado siempre a la greña, por lo que cuando se meten juntos en la cama tienes que empezar a preguntarte qué está pasando", escribió en el blog corporativo un iracundo David Drummond, vicepresidente y jefe de asuntos legales de Google. Lo que está pasando es que Android está protagonizando la nueva oleada de la innovación mientras que Microsoft y Apple lo fían todo a las patentes que usan como barreras legales de entrada.

Todavía hoy Apple es un gran innovador. Según una lista elaborada por la revista Forbes, la firma de la manzana es la quinta más innovadora. Pero su política de acaparamiento de patentes y la creciente apuesta por los litigios pueden distraerla de su origen e historia de productos rompedores. En el pasado más reciente hay un caso similar. IBM, el gigante tecnológico del siglo XX, lleva 18 años siendo el principal registrador de patentes del mundo. Sólo el año pasado obtuvo 5.896, era la primera vez que se superaba la cifra de 5.000 en un año. Según Forbes, IBM no aparece entre las 100 primeras empresas innovadoras.

Las patentes pueden ser un buen negocio: impiden que nuevos actores entren en el mercado y obligan a los grandes a pactar licencias e intercambiar derechos de uso. Pero no tienen nada que ver con la innovación.

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