Móviles chivatos en el centro comercial

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La última tecnología que hará las delicias de los empresarios de grandes superficies en todo el mundo se llama Footpath (Recorrido a pie). Se trata de un sistema que permite rastrear la posición de los clientes de un centro comercial gracias a la señal emitida por sus teléfonos móviles, según informa la revista estadounidense Time.

Este ingenio, creado por la compañía Path Intelligence y ya instalado en centros comerciales de Reino Unido y Estados Unidos, utiliza varios sensores que, colocados estratégicamente en el interior del edificio, pueden reconocer, localizar y almacenar las distintas señales que emiten los teléfonos móviles de los visitantes del centro.

Con esta información, un programa también desarrollado por la compañía elabora unos informes en los que figuran los trayectos más comunes dentro del recinto.

Las posibilidades comerciales parecen muy claras: conocer el trayecto de los clientes permitirá a los responsables del negocio medir la efectividad de la publicidad que las personas se encuentran en su camino; elegir cuidadosamente la disposición de estanterías y escaparates; e incluso llegar a saber cuál es el motivo por el que los visitantes pasan mucho por esa esquina o muy poco por aquélla.

Además, los creadores aseguran que la tecnología es inocua, al ser incapaz de conocer el número de teléfono y la identidad de su propietario, y que los empresarios sólo la usarán para mejorar las estrategias de marketing en el interior de sus establecimientos. En definitiva, para "conocer el impacto de sus decisiones de negocio", como explican en su página web.

Pero cualquiera con dos dedos de frente podrá suponer que nos encontramos ante el enésimo invento que puede acabar convertido en otro vampiro de datos personales. Cruzar la información del rastreo de señales de móvil con la que se obtiene en los sistemas electrónicos de pago de las cajas y en las cámaras del circuito cerrado de televisión podría proporcionar al vendedor un perfil muy completo de su cliente; y nada anónimo.

La compañía puede argüir que no ha creado este sistema con ninguna intención aviesa y que lo que suceda una vez vendido el producto no es asunto suyo. Para colmo, este tipo de tecnologías agresivas tienen mucho más arraigo cuando la situación económica es mala y el derecho a la intimidad es menos importante que las cifras de paro. Así que no será extraño que muy pronto estos aparatos u otros muy parecidos lleguen a los centros comerciales españoles. Tiempo al tiempo.

Actualización 29-1-2011, 19.00 horas: Los centros comerciales de Estados Unidos que habían instalado Footpath retiran este sistema a petición del senador del Estado de Nueva York Charles E. Schumer. Según este político "no es razonable" que los visitantes sólo puedan evitar el rastreo de sus móviles apagándolos: "Un comprador no debería elegir entre la posibilidad de ponerse en contacto con amigos y familiares en caso de emergencia y su derecho a la intimidad". Además, Schumer cree que la información podría caer "en manos equivocadas" y ha pedido a la Comisión Federal de Telecomunicaciones que analice con más profundidad las implicaciones legales de esta tecnología.

3 Comments
  1. Mente-cato says

    Bien por el senador Schumer!

  2. celine says

    Otra traducción de footpath recuerda los «senderos» públicos británicos para disfrutar de la naturaleza. El miedo cada vez más instalado en nuestras sociedades vuelve tarumbas a los hombres de negocio. La consigna es desafiarlos, retarles a duelo, incordiar al máximo como consumidores ya que -al parecer- es la única prerrogativa que nos dejan. Pues, hala, a incordiar: no gastéis ni un chavo esta Navidad: perdonad la vida de pollos, pavos, jabalíes, cordericos, capones y demás almas vivientes. Eso aliviará vuestro colesterol y os quitará unos quilitos de la parte de la cintura. Nada de turrón. A charlar con los amigos alrededor de una botella de vino o un café de los que duran dos o tres horas.

  3. Pedro says

    ¡Di que sí, celine!

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