Las mujeres pierden presencia en la ciencia y la tecnología

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Para elaborar este ránking y sus previsiones (peor y mejor escenario), las autoras tuvieron en cuenta la presencia de la mujer en la ciencia y la tecnología. También analizaron su acceso a los recursos, estatus social, presencia en los órganos de decisión o las políticas de conciliación familiar. WISAT

Hay datos que, de sorprendentes, desmontan mitos. Con el desarrollo económico y el impulso educativo, la igualdad de género en los campos de la tecnología y la ciencia debería estar más cerca. Sin embargo, a medida que la sociedad del conocimiento se expande en los principales países del mundo, las mujeres se van quedando atrás. Un amplio estudio global muestra incluso que en algunos campos y países están retrocediendo. Las causas de esta moderna brecha digital parecen estar en la vieja pero persistente desigualdad de oportunidades.

La organización Mujeres en la Ciencia y la Tecnología Global (WISAT) elaboró un indicador de igualdad de género en la Sociedad del Conocimiento que investigadores de varios países, entre ellos España, han llenado de datos. El más llamativo es que la brecha de género sigue existiendo en todos los países y regiones analizados, incluso en aquellos donde las llamadas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están más desarrolladas, como Estados Unidos y Europa.

El estudio, en el que se ha analizado la presencia de la mujer en las carreras técnico-científicas y en el mercado laboral relacionado con las TIC, incluye a Indonesia, Corea del Sur, India, Brasil, Sudáfrica, además de los dos mencionados. En todos ellos el nivel de participación de las mujeres en lo que se viene llamando la Sociedad y Economía del Conocimiento está muy lejos de la paridad.

Un de los factores que frenan la igualdad es la escasa presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas. Los datos son de 2010. WISAT

En los campos de la innovación, la ciencia y la tecnología, el número de mujeres es "alarmantemente bajo", dice este informe financiado por la Fundación Elsevier. En algunas áreas específicas, como la ingeniería, la física y la informática, ningún país supera el 30% de representación femenina.  Además, el número de mujeres que trabajan en estos sectores está retrocediendo. La educación, considerada un motor de paridad, también está fallando: en aquellas sociedades donde el número de alumnas de disciplinas científicas ha aumentado, no se ha producido una mejora de su paridad en el mercado de trabajo relacionado.

"Estas economías operan bajo el paradigma existente de que si damos a las chicas y mujeres un mayor acceso a la educación, podrían lograr la paridad con los hombres en esos campos", dice Sophia Huyer, autora principal del estudio y directora de WISAT. "El informe muestra que el acceso a la educación no es una solución en si misma. Sólo es una parte de lo que debe ser un enfoque multidimensional", añade.

Aún mas preocupante es el hecho de que vamos hacia atrás. En países como Estados Unidos, la presencia de las mujeres en los campos científico-tecnológicos está descendiendo. "Es difícIl entender las razones de este retroceso y no siempre sabemos porqué", cuenta Huyer. "Se sabe que en tiempos de dificultades económicas, las mujeres tienden a perder sus trabajos en favor de los hombres. Así fue en la crisis que vivieron los países asiáticos en los 90 y puede ser el motivo de las tendencias regresivas que vemos hoy", completa.

Las mujeres europeas son las que presentan una mejor situación relativa, ocupando la primera o segunda posición en los distintos parámetros. En segundo lugar aparecen las estadounidenses, lastradas por su baja puntuación en salud y estatus social. Puede sorprender que Brasil ocupe el tercer lugar del ranking, por encima de países como Corea del Sur. Pero es el primero en participación de las mujeres en los campos de la ciencia, la tecnología y la innovación. Sólo el menor número de oportunidades y la escasez de mujeres en los puestos de toma de decisiones TIC, lo han relegado al tercer puesto.

El caso de Corea del Sur muestra que la educación no basta como vector de desarrollo de la igualdad. Aunque el acceso de las mujeres coreanas a la educación TIC y la disponibilidad de recursos es muy amplio, su traslación a la vida política y al mercado laboral es muy reducida. Como dice el informe, "esto muestra que el país no ha conseguido apoyar a sus mujeres para que participen activamente en su éxito económico". Este caso refleja como ningún otro, que no hay correlación entre el Producto Interior Bruto y la igualdad de género.

Las mujeres suponen menos del 20% del mercado laboral científico-tecnológico. Solo EEUU supera esa cifra. No hay datos de Europa. WISAT

Para que el retraso de la mujer en la Sociedad del Conocimiento se haya reducido cuando repitan el estudio dentro de unos años, Huyer apunta varias ideas: "Asegurar que se toman las políticas sociales apropiadas, como las relacionadas con el cuidado de los hijos, permisos de maternidad y programas de conciliación familiar, para que las mujeres puedan trabajar fuera de casa sin verse penalizadas por sus responsabilidades familiares". Otra de sus propuestas es que las instituciones públicas de investigación "contraten, promuevan y financien" a las científicas en igualdad de condiciones que a los científicos. Huyer propone incluso un sistema de cuotas para la representación femenina en los niveles de gestión y consejos del sector privado y de las administraciones.

En caso contrario, y como dice el informe, esta creciente brecha digital privará a los países de la experiencia, creatividad y habilidades de las mujeres. "Lo que hará disminuir las posibilidades de una nación de lograr el progreso, reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos".

5 Comments
  1. celine says

    Me parece que es un espejismo creer que la situación de las mujeres haya mejorado tanto como para que no hagan falta cuotas que respetar en empresas y centros de decisión. Sigue siendo evidente que, a la chita callando, la corbata le puede a la falda, por ser delicada y no usar la expresión primera que se me había ocurrido. No sólo en ciencia y negocios; si se repara en los «media» se verá cómo la presencia femenina es cada vez más rara, incluso en los ámbitos culturales, tan supuestamente femeninos. En tiempos duros, las mujeres, las últimas (y los viejos y los niños, of course). Así es la especie que se pretende sapiens.

  2. Ángel says

    Habrá que dar un aviso muy serio a los señores del premio Nobel. Siguen dándoselo de una firma abrumadora a hombres, manifestando así su machismo más rancio. ¡País!

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