Grupos yihadistas disputan al movimiento de liberación tuareg el control del Azawad

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Un grupo de milicianos tuareg fotografiados al comenzar la ofensiva lanzada por el MNLA en la zona norte de Mali. / Tamazgha.fr

Nada más tomar Tombuctú el 1 de abril, el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) se apresuró a reafirmar su objetivo de instaurar en esta región fronteriza con Mauritania y Argelia un régimen de “libertad, justicia y paz duradera”, asegurando “a los Estados vecinos y a la comunidad internacional” que “la liberación del Azawad contribuirá a reforzar la seguridad, el desarrollo y la paz para una mejor integración de los pueblos, las culturas y una mayor estabilidad de la zona del Sáhara y el Sahel”.

Con estas palabras, el MNLA quería distanciarse de otros grupos, con orientación yahadista que también son activos en esta parte del norte de África. Entre ellos se encuentran el AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico) y el MUJAO (Movimiento para la Unicidad y la Yihad del África Occidental). Este último es una escisión de la anterior, y se le atribuyen tanto el secuestro de los cooperantes españoles en los campamentos saharauis de Tinduf en octubre de 2011 como el ataque contra una comisaría en Tamanrasset, al sur de Argelia, a comienzos de marzo.

Bandera del Azawad utilizada por el MNLA.

El MNLA no solamente ha negado tener nada que ver con estos movimientos salafistas sino que ha prometido expulsarlos del Azawad, igual que ha hecho con las fuerzas gubernamentales. Asímismo ha marcado distancias respecto a Ansar Edine (Soldados de la Fe), liderado por Iyad Ag Ghali, un antiguo dirigente tuareg que en los años 90 aceptó los acuerdos con el Gobierno de Bamako y que llegó a controlar, en colaboración con el Ejército, la  provincia de Kidal, de donde es originario. Después y hasta el año 2010, trabajó para el presidente ahora destituido por la junta militar como consejero consular en Yedda, la segunda ciudad de Arabia Saudí, muy cerca de La Meca.

La principal diferencia entre estas dos organizaciones estriba en que los seguidores de Iyad Ag Ghali pretenden implantar la charia (ley islámica) en todo el Estado de Mali, mientras que el MNLA lucha por fundar una república laica, democrática e independiente solo en el Azawad. En sus distintos comunicados, el MNLA ha desmentido en varias ocasiones estar colaborando con Ansar Edine.

Sin embargo, tanto las agencias internacionales France Presse y Reuter como medios locales presentan testimonios de que esa colaboración, al menos desde el punto de vista bélico, se ha producido en algunas operaciones militares como las que permitieron conquistar la guarnición de  Aguelhok o las ciudades de Gao y Tombuctú.

Bandera semejante a la utilizada por Ansar Edine en Tumbuctú.

De acuerdo con estas fuentes, en el barrio central de esta última ciudad, declarada patrimonio de la Humanidad y donde está ubicada la valiosa Biblioteca Andalusí de la familia Kati, se habría producido la sorprendente circunstancia de que primero entraron las columnas del MNLA, izando su bandera cuadricolor (roja, negra, verde y amarilla), para que después los milicianos de Ansar, con Iyad Ag Ghaly al frente, se dedicaran a arriarlas para sustituirlas por la suya (negra con un círculo blanco y versículos coránicos). Los tuaregs del MNLA no niegan la presencia de Ansar en el centro de la ciudad pero sí que la controlen, refirmando su posición de no permitir a los salafistas aprovecharse de las circunstancias para asumir un protagonismo que no les corresponde.

No es ninguna casualidad que una enseña muy similar a la colocada en Tombuctú por Ansar sea utilizada por franquicias de  Al Qaeda en Irak, Yemen y otros países con fuerte presencia yihadista. Incluso, el periódico de Bamako Info-Matin, publicado en lengua francesa,  establece una relación directa entre Iyad y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), a través de su propio clan tuareg, varios de cuyos miembros también pertenecerían a esa organización, citando expresamente a uno de ellos, Hamada Ag Hama, conocido como Abdelkrim Taleb.

Nadie sabe explicar si Ansar Edine es solo una organización islamista radical que se considera “una parte de la sociedad de Mali”, como declaró el cheick Ag Aoussa, brazo derecho de Iyad, a la agencia France Presse, o bien si, en realidad, es el caballo de Troya con el que Al Qaeda podría ampliar su ámbito de acción por el África subsahariana, aprovechando la profunda crisis por la que atraviesa Mali.

Tampoco queda claro, de acuerdo con estas informaciones, cuál de estos dos proyectos políticos –el del MNLA y el de Ansar- terminará imponiéndose en el Azawad, dado que, en principio, resultan incompatibles. Según se dice en el artículo titulado Nord Mali. Demain la Charia?, de Info-Matin, dirigentes de ambas fuerzas confrontaron sus posiciones ideológicas con la pretensión de tomar una postura común. Este periódico precisa que los debates tuvieron lugar en Tessalit, junto a la frontera argelina, y que las discusiones duraron tres días,  tras los cuales ambas partes no llegaron a un acuerdo.

Pocos días después, un comunicado de Ansar Edine difundido por France Presse reivindicaba la toma de varias localidades por “nuestros soldado de Dios”, añadiendo que “los que no estén con nosotros deberán abandonar nuestro territorio”. Tal vez por ello, en otro comunicado, el MNLA reiteraba su oposición a crear un estado islámico y advertía a las potencias occidentales del peligro que suponía abandonar a su suerte al Azawad. En este sentido y refiriéndose expresamente a Al Qaeda en el Magreb Islámico, el MNLA aseguraba que ellos eran “el único dique contra esta organización terrorista”.

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