Trump fulmina a la fiscal general por oponerse sus órdenes de inmigración
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha destituido este lunes fulminantemente a la fiscal general en funciones, Sally Yates, apenas unas horas después de que saliera a la luz una carta en la que pedía al Departamento de Justicia no acatar la orden ejecutiva sobre inmigración firmada este viernes (ver vídeo). La orden suspende las concesiones de estatus de refugiado e impone una moratoria provisional a la entrada de ciudadanos de Irán, Irak, Siria, Yemen, Sudán, Somalia y Libia.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha anunciado en un comunicado a través de su cuenta de Twitter que Yates, una de las sobrevivientes de la era Obama, ha sido relevada por haber “traicionado” al Departamento de Justicia y que su puesto lo ocupará, en funciones, Dana Boente, actual fiscal del distrito este del estado de Virginia.
“Ha llegado el momento de ponerse serios a la hora de proteger a nuestro país", subrayaba el comunicado del portavoz presidencial.
Yates, en una carta enviada al Departamento de Justicia con fecha del 27 de enero --el mismo día que se firmó la orden ejecutiva-- recordaba que es su "responsabilidad" determinar la posición de este departamento ante este tipo de órdenes. Soy responsable de asegurarme de que la posición que tomamos ante los tribunales es consistente con la solemne obligación de esta institución de buscar siempre la justicia y apoyar lo que es correcto", explicaba la misiva.
"Consecuentemente con esto”, subrayaba el escrito por el que ha sido cesada la fiscal general, “mientras siga siendo la fiscal general en funciones, el Departamento de Justicia no presentará argumentos en defensa de la orden ejecutiva hasta que esté convencida de que deba hacerlo".
Las medidas de Trump en materia de inmigración recibieron ayer mismo la contestación de miles de personas que acompañados por miembros del Senado y de la Cámara de Representantes se manifestaron frente a la sede de la Corte Suprema en Washington. Han tenido también repercusiones fuera de los Estados Unidos. En Gran Bretaña se han recogido un millón y medio de firmas contra la visista del magnatario norteamericano (ver vídeo).
