“La violación de las mujeres es muy normal en el Sahara ocupado”

Acabamos de atravesar el 25N, Día contra la Violencia de Género. Las mujeres saharauis se enfrentan a la reactivación del conflicto saharaui, a un nuevo escenario de guerra desde el alto al fuego de 1991. Sin embargo, no ha habido paz real para el pueblo saharaui. En el Sahara ocupado la represión marroquí ha sido constante y es salvaje contra las mujeres. Estos días se ha denunciado la violación de una menor saharaui por policías marroquíes. Allí “la violación de las mujeres es normal”, ha subrayado Jadiyetu Mohtar (Unión Nacional de Mujeres Saharauis) al hablar de la violencia que sufren las activistas cuando son detenidas.

El papel de la mujer en la charla saharaui ha sido el tema de la última sesión de las jornadas 'El conflicto saharaui hoy. Europa ante la descolonización pendiente' que han sido organizadas conjuntamente por cuartopoder y el El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica. En esta charla se ha destacado la importancia de las mujeres saharauis en la lucha por la autodeterminación de su pueblo.

Con los hombres en las guerra, las más mayores levantaron los campamentos de refugiados de Argelia con sus propias manos y fueron clave en la construcción de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD). Después, han trabajado para sembrar una solución pacífica al conflicto, desde las instituciones saharauis y la educación en sus familias. “Las mujeres saharauis hemos trabajado durante décadas por la paz”, ha destacado Mohtar.

Las mujeres saharauis siempre han estado “en primera fila” de las movilizaciones y reivindicaciones, ha destacado Hayat Ergueibi, joven activista saharaui por los Derechos Humanos en los territorios ocupados, estuvo seis meses en la cárcel por este motivo. La habitual represión de las autoridades marroquíes en este territorio hacia los saharauis (encarcelamiento, tortura, vejaciones, desapariciones) se han visto incrementadas desde la reactivación del conflicto a mediados, según la activista. “Por ejemplo, hace cuatro días a una menor le quitaron la ropa y la violaron”, ha denunciado. Su único delito, han asegurado, llevar una camiseta con la bandera saharaui.

“La mujer saharaui tiene un estatus que no tienen ninguna mujer árabe y musulmana. Marruecos sabe perfectamente que si las denigran, las violan, tocan una fibra sensible”, ha denunciado Mohtar. “La mayor violencia contra las mujeres también es la ocupación”, ha subrayado. Y pese a estos peligros, hay mucha valentía. "Yo he sentido miedo cuando he viajado allí y me han detenido y he visto la fuerza que tenían las mujeres. Ellas reivindicaban el Sahara para los saharauis y no les daba miedo”, ha relatado Elvira González, de la Red Madrileña de Apoyo a las Mujeres Saharauis (Red Mansa).

La situación de los campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia), donde reside también la dividida población saharaui, es diferente. Allí sí que había preocupación de las mujeres más mayores ante la aparente falta de interés de las más jóvenes en tomarles el relevo de liderazgo político y social. Pero esa situación ha dado un vuelco con la vuelta al enfrentamiento armado. “Nos ha sorprendido de manera muy grata que las jóvenes fueran las primeras que respondieron a la llamada del Frente Polisario”, ha explicado.

Las jóvenes saharauis se han mostrado voluntarias para incorporarse a las instituciones, al Ejército y a los talleres de confección de uniformes. Las que están en la diáspora han ofrecido su ayuda para poder colaborar en lo que se necesite en los campamentos de Tinduf. “Ha sido un despertar. Han tenido la oportunidad de revivir lo que les habíamos contado las mayores porque ellas no habían vivido situaciones de guerra”.

Las activistas saharauis han pedido observadores internacionales sobre el terreno para documentar los abusos de las autoridades marroquíes en el Sahara ocupado, especialmente en este nuevo episodio de guerra. También han llamado al Gobierno español y a todos los movimientos de hombres y mujeres que “no sean indiferentes” con este nuevo episodio del conflicto y apoyen al pueblo saharaui en su lucha “por la dignidad”. Las mujeres también defienden que, aunque la guerra no es la situación deseada, lucharán hasta morir, si es preciso, para conseguir la libertad.