La muerta luz de las estrellas

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Imagen de la actuación de Tool en Barcelona en el año 2006. / Wikipedia
Imagen de la actuación de Tool en Barcelona en el año 2006. / Wikipedia

Con algunas bandas de rock ocurre un poco lo mismo que con unas breves vacaciones o una agradable velada entre amigos: justo cuando uno empieza de veras a disfrutar de ellas, se acaban. Me sucedió, por ejemplo, con Dire Straits, a quienes vi en Madrid, en el Román Valero, en la gira del Brothers in Arms, donde tuvieron la osadía de abrir fuego con Ride across the river, que sigue siendo una de las canciones más misteriosas y originales de Mark Knopfler. Dicho sea de pasada, los fanáticos de Dire Straits veníamos sacudidos por el seísmo guitarrero de Alchemy, un doble en directo cuyos créditos aseguraban que había sido grabado en diversos conciertos a lo largo de una gira por los Estados Unidos; sin embargo, si uno coloca el volumen lo suficientemente alto, justo unos segundos antes del primer mazazo de sonido, se escucha un berrido inequívoco desde la grada: "¡Viva Alcorcón!"

Con The Police casi no hubo oportunidad de cogerles el tranquillo: sonaron por la radio tres o cuatro canciones prodigiosas y cuando uno iba a buscar el manantial, ya se había secado y sólo quedaba agua embotellada. Entre choques de egos, giras extenuantes, peleas y malentendidos, el trío más espléndido del rock se desintegró en pedazos después de cuatro obras maestras que brotaron en chorro una tras otra en apenas un lustro. Por brillante y variada que sea, la larga carrera en solitario de Sting (otro tanto puede decirse de Knopfler) no es más que un meteorito errante nacido de la explosión de una estrella.

La denominación "estrella del rock" es asombrosamente precisa, no sólo por el resplandor universal y la potencia de la luz que emanan, capaz de atravesar océanos y décadas, sino también por la triste constatación de que muchas de esas estrellas ya están muertas cuando su luz llega hasta nosotros. Nos ocurrió con Jimi Hendrix, que ardió como su guitarra en el escenario mucho antes de que pudiéramos abrirnos de orejas; nos ocurrió con Led Zeppelin, que no sobrevivió a la muerte de su gran batería John Bonham. Suena un ruido de fondo particularmente obsceno en esas bandas que, como U2, se mantienen intactas a lo largo del tiempo, como si desobedecieran la mecánica celeste del negocio del rock merced a algún pacto satánico. Casi tan extrañas como los Rolling Stones o los AC DC, que continúan actuando más allá de la edad de la jubilación, a pesar de que la muerte les ha amputado miembros carismáticos. Nadie con los oídos en su sitio podría pensar que Queen hallaría reemplazo para la voz Freddie Mercury, aunque su última canción en vida se titule, precisamente, The show must go on. En el rock la ley de la inercia viene escrita en un reguero de pólvora que trae aquella sentencia romántica: "Vive deprisa, muere deprisa y deja un hermoso cadáver". Si no se obedece a rajatabla, puede darse el caso de asistir a espectáculos tan penosos como ver a Bob Dylan cantando ante el Papa.

Quizá lo más triste de todo sea, cuando en lugar de la vejez, la enfermedad, los malos rollos o la mala suerte, lo que se entromete en el camino de una gran banda de rock es su propia leyenda. Tal es el caso del cuarteto estadounidense de metal progresivo Tool, que lleva ocho años sumido en el silencio. Después de cuatro obras capitales en el género (Ænima, de 1996, está considerado uno de los mejores discos de la década), en 2006 vio la luz 10.000 Days, su último trabajo hasta la fecha, y desde entonces, cada cierto tiempo, han ido anunciado puntualmente que estaba a punto de salir su nuevo trabajo. Finalmente revelaron que se encontraban inmersos en una tremenda batalla legal contra su propia aseguradora, un litigio que dura ya más de un lustro y en el que llevan gastados millones de dólares. No parece que los abogados sean la mejor compañía para encerrarse en un estudio, aunque también es cierto que en ese largo eclipse creativo cada uno de los miembros de la banda han colaborado en diversos proyectos, en especial el vocalista y líder Maynard James Keenan, que no para quieto. Pero Tool es otra cosa, una estrella incandescente, una simbiosis musical que muchos, entre ellos el propio Robert Fripp, han comparado con King Crimson. Muy probablemente, más que el interminable proceso judicial, lo que ha paralizado a Tool es la responsabilidad de brillar otra vez a la altura de su gloria.

jipi (YouTube)
3 Comments
  1. hugodolz says

    Querido David:
    Con el disco Alchemy de Dire Straits, en la mano, y leyendo los créditos (los cuáles tú mencionas), no se lee en ningún momento que estuviera grabado en EEUU.
    El disco está grabado en las noches del 22 y 23 de Julio de 1983, en el antiguo Hammersmith Odeon de Londres (creo que ahora es el Apollo). De hecho, la canción Solid Rock se volvió a repetir, ya que al grupo le salió bastante mal y el manager hizo volver a entrar a la gente al teatro para repetir la canción, y les salió espléndidamente.
    En el vídeo (ya DVD) del disco se ve perfectamente el teatro por fuera y por dentro, lo que disipa completamente las dudas.
    Para más señas y evitar confusiones, el Alchemy se grabó durante la gira «Love Over Gold» del 82-83. El concierto al que acudiste del Román Valero ya pertenece a la gira «Brothers in Arms» del 85-86.
    Y te felicito por haber asistido, porque yo nunca tuve la oportunidad de verlos en directo.

    Saludos.

  2. Víctor says

    Eso de «Suena un ruido de fondo particularmente obsceno en esas bandas que, como U2, se mantienen intactas a lo largo del tiempo…» para mi lo suena es que las bandas y los músicos que perduran en el tiempo quieren seguir trabajando independientemente de su edad y longevidad, alargando su discografía y continuando con su verdadera pasión, porque a partir de cierto punto se ve qué banda quiere seguir porque le gusta y no por el dinero. Por suerte hay muchos grupos como Mötorhead, Black Sabbath (con innumerables idas y venidas de miembros), Ozzy Osbourne y Alice Cooper, que siguen publicando nuevo material, dejando el pasado en el pasado y siguiendo adelante.

  3. pacífico says

    Eso lo gritó un primo mío de Alcorcón, que en aquellas trabajaba de camarero en un pub en Camden. En los bises también le gritó a Mark Knopfler: «Viva la madre que te parió», pero la grabación no lo registró.

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