Los jóvenes se están quedando sordos

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Jóvenes músicos de Sydney tocando el didjeridoo. / Joaquín Mayordomo

Hace tiempo que los otorrinolaringólogos vienen avisando de que los jóvenes se pueden quedar sordos si no toman precauciones. Escuchar el MP3, el MP4 o cualquier otro reproductor de sonido por encima de 80 decibelios daña el oído; entonces las lesiones podrían ser irreparables. Mas resulta que hoy vivimos inmersos en el ruido. España es un país ruidoso por excelencia; el segundo del mundo tras Japón. Así lo corroboran estos datos: un 30% de las viviendas españolas sufre contaminación acústica. Y si se habla de personas, más de 9 millones soportan a diario niveles de ruido superiores a los 65 decibelios, que es lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como límite aceptable.

Volviendo al ruido y a los jóvenes: la demanda de consultas en los centros sanitarios por problemas de audición, entre personas de 10 a 35 años, no ha parado de crecer últimamente. “La primera recomendación que yo les hago es que no usen cascos para oír música; introducirse ese pequeño artilugio con altavoz en el oído siempre aumenta el riesgo de sufrir un daño mayor”, dice el otorrinolaringólogo Miguel Ángel López, responsable de la Unidad de Acúfenos del hospital Virgen del Rocío de Sevilla. López lleva 12 años atendiendo a pacientes con problemas de audición; por su consulta han pasado más de 10.000 personas de todas las edades, muchas de ellas jóvenes. “Entre un 90 y 95% de los jóvenes que vemos en la Unidad llegan ya con daños celulares debido a esa exposición continua al sonido alto de la música que escuchan”, explica.

El sonido es un martillo, una presión continua que golpea y machaca las células. “Y una célula dañada es una célula muerta para toda la vida”, reconoce López. Además es una droga; cuanto más fuerte lo recibes, más flotas con él. El sonido excesivo adormece, produce bienestar... Y esto es el peligro, pues, al final termina haciendo daño. Entonces surgen los problemas: los zumbidos, los pitidos, ruidos continuos... Algunos jóvenes los combaten fumando marihuana por sus efectos relajantes o tomando otros analgésicos por su cuenta; la marihuana también produce sueño e inhibe de molestias o de los efectos del dolor. “A los adultos nosotros le damos melatonina algunas veces, que es una hormona natural que produce el cerebro, y que sirve para alterar o mejorar los biorritmos del paciente”, comenta López.

Ante este panorama, la petición de los expertos a la industria audiovisual es que ésta ponga limitadores en los aparatos de sonido; un limitador que impida ir más allá de los 80 decibelios evitaría males mayores.

Cuando se presenta la sordera súbita o acúfenos o tinnitus (pitidos o ruidos permanentes en los oídos) hay que acudir al médico e iniciar un tratamiento lo antes que se pueda. Se calcula que en España hay 1,5 millones de personas con acúfenos —un 80% de ellas jóvenes—, aunque sólo entre el 1 y 2% viven una situación de gravedad. Los acúfenos, que hoy no tienen cura, sí pueden prevenirse y paliarse al menos si se tratan enseguida, y, en todo caso, sí es posible estabilizarlos y evitarle a quien los sufre caer en la desesperación. No debe olvidarse que éste es un problema que mina la salud: falta de concentración en el trabajo o en los estudios, trastornos del sueño, irritabilidad constante, ansiedad... De imposible solución por el momento, la terapéutica propuesta para ellos es compleja. Esta tiene que ver mucho con la actitud ante la vida que mantienen las personas que los sufren. Así, el especialista Miguel Ángel López propone diez preceptos para no sufrirlos nunca —relajarse, respirar profundamente, comer sano, conducirse con armonía por la vida o mantener la coherencia psicológica, son algunos de ellos—, que al final resume en dos: “Conocerse a uno mismo y practicar el altruismo”.

En la Unidad de Acúfenos del hospital sevillano que coordina este bioquímico y otorrinolaringólogo se practica un protocolo novedoso de cinco puntos que les está dando muy buenos resultados por ahora.

Contemplar la naturaleza es una buena medida para combatir el estrés y los acúfenos. / J. M.

Salvo en el caso de los jóvenes que, en general deben problemas de oído casi siempre a la potencia extrema con la que escuchan la música, muy superior a esos 65 decibelios que aconseja la OMS, pero que en algunas discotecas o conciertos superan los 125 decibelios, el estrés es la causa primigenia más común entre los pacientes que acuden a consulta en el hospital sevillano. Los acúfenos —o la propia sordera súbita—, tienen en muchos casos, señala López, un origen psicosomático que acaba manifestándose de esta forma. A partir de aquí, el especialista sevillano aplican los inevitables cinco pasos que les van a permitir tener un conocimiento global, a la vez que minucioso, del paciente y, en consecuencia, podrá precisar mejor el diagnóstico y saber por qué, de pronto, una persona sana se queda sorda o empieza a escuchar ruidos, pitidos insoportables, lo que sea... en su cabeza, día y noche.

Tras la lógica auscultación del sistema auditivo (primer paso) el especialista procede luego a un análisis más amplio (segundo paso) de la nariz, garganta, cabeza... “La resonancia magnética nos permite descubrir casi siempre que ha habido isquemia cerebral (microinfartos) que son la causa, muchas veces, de la eclosión auditiva”, explica López. El tercer paso sirve para constatar, en una auscultación más amplia del cuerpo, cómo este tipo de pacientes acuden frecuentemente con una importante contracción de cuello y espalda. El cuarto paso tienen que ver con la vida de la persona y su salud en general. “Se procederá entonces a hacer una amplia analítica en la que ciertas variables como la prolactina se ve que están profundamente alteradas”. El quinto y último paso tiene que ver con el entorno familiar y social. Y entonces se confirma casi siempre, según los médicos, que el estrés al que vive sometido el paciente es, por lo general, el causante principal de esos microinfartos que hacen que estalle el oído (sordera súbita) o que empiecen los acúfenos.

Por eso a nadie extraña que ahora sean empresarios (la crisis tiene la culpa) los que llenen las consultas de los otorrinolaringólogos. Pero también los jóvenes aficionados a la música, como se ha dicho, y aquellos otros, estudiantes de carreras en las que se da gran competencia: medicina, ingenierías y las llamadas carreras de doble titulación. Otros grupos, quizá menos sospechosos, como las mujeres que se ven inmersas en un proceso de fecundación in vitro, o las personas mayores que heredan, también son pacientes habituales de los otorrinos.  “¡Ay, las herencias...!  No se imagina la gente la cantidad de sordos que dejan”, concluye López

Algunas webs de consulta relaciondas con los zumbidos de oídos:

http://www.apat.tk/ (asociación de personas afectadas de acúfenos o tinnitus)

http://www.eutinnitus.com/nation.php?cid=12 (información sobre acúfenos en general)

http://www.acufenos-info.com/

http://www.fisterra.com/salud/1infoconse/acufenos.asp

1 Comment
  1. megabackus says

    cual es la conclucion este articulo no sirve de nada. doctor por las huevas eso es todo

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