Con la vendimia de este año lanzada y las habituales previsiones sobre el precio al alza o a la baja de la uva, algunas denominaciones de origen vinícolas se han convertido en otro enemigo a batir por los partidarios de la explotación de los hidrocarburos de esquisto mediante fractura hidráulica, el 'fracking' que tanta controversia viene causando. Ediles del PP han tenido que pronunciarse contra la política 'pro-fracking' de su partido.
Un ayuntamiento gobernado por el Partido Popular, el de Yecla, se ha visto obligado a aprobar en Pleno una moción respaldada por todos los grupos políticos (PSOE e IU además del 'popular') para prohibir las prospecciones en busca de gas de esquisto en ese término municipal murciano. Este ha sido el resultado casi inmediato del pronunciamiento del consejo rector de la Denominación de Origen de Yecla, el pasado julio, en contra de la explotación de gas de esquisto que se pretendía realizar en esa zona del llamado Altiplano murciano.
Los directivos de la D.O. Yecla justificaron su oposición al 'fracking' no solo por la necesidad de ingentes cantidades de agua que son necesarias para realizar esas extracciones y la contaminación subsiguiente de acuíferos y subsuelo por la inyección de productos químicos disueltos en ella, sino que además pusieron el acento en la existencia de otras fuentes de energía disponibles en la zona: “Existen otras posibilidades de desarrollar energía sin consumir fósiles, como son las energías renovables (solar y eólica), donde nuestro municipio es rico en recursos y no existe peligro alguno ni para la población ni para las actividades. Además, no generan residuo alguno», pusieron negro sobre blanco los bodegueros y productores vinícolas yeclanos a finales de julio.
Los viticultores yeclanos no han sido los primeros. Justo al inicio del verano, un mes antes del pronunciamiento que ha forzado al Ayuntamiento a declararse contrario al 'fracking', los bodegueros y productores de vino agrupados en la Denominación de Origen de Jumilla ––también en el Altiplano murciano lindante con La Mancha albaceteña–– pidieron que se dejaran sin efecto las autorizaciones para realizar prospecciones en busca de gas de esquisto en el término municipal, otorgadas por el Gobierno regional del PP.
En este caso, los bodegueros jumillanos seguían, con un año de retraso, el camino trazado por el Pleno del Ayuntamiento, también gobernado por el PP, que en mayo de 2013 se pronunció contra la fractura hidráulica por los riesgos que conlleva para la agricultura en general y la viticultura en particular. Fue aquel un aldabonazo a las autorizaciones ya otorgadas para prospecciones por la Comunidad Autónoma de Murcia, siguiendo las directrices del PP estatal transmitidas por el ministro de Industria, José Manuel Soria, que se prodiga sin desmayo en favor de la fractura hidráulica.
Actualmente hay tres proyectos de 'fracking' que afectan a la D.O. Jumilla: Aries I, Aries II y Leo. Otros dos (Acuario y Escorpio) se pretenden hacer en terrenos incluidos en la D.O. Yecla. Esta última es una demarcación pequeña (unas 6.000 hectáreas), con ocho productores y ocho bodegueros que exportan el 90% de su producción. La de Jumilla es mucho mayor pues abarca 50.000 hectáreas (casi la mitad en la provincia vecina de Albacete), con 45 bodegas que generan 4.500 empleos. Según expresó por escrito en junio pasado la D.O. Jumilla cuando pidió la prohibición del 'fracking' «si se contamina alguno de nuestros acuíferos, los daños para la denominación de origen serían incalculables».
Esas D.O. murcianas que declaran en contra del 'fracking' no son pioneras, en cualquier caso, pues fue la española más conocida, la de Rioja, la que marcó el camino en diciembre de 2013, cuando trazó la estrategia para el año en curso. Entonces, el Pleno del Consejo Regulador acordó "por unanimidad solicitar a las autoridades competentes de las tres comunidades autónomas [La Rioja, 43.885 hectáreas; País Vasco, Álava, 12.934; y Navarra, 6.774] por las que se extiende el territorio de la D.O. Calificada Rioja que adopten las medidas oportunas para que en dicho territorio no se concedan permisos ni otros títulos que habiliten el uso de la fractura hidráulica como técnica de muestreo, exploración y extracción de gas”.
La clara postura riojana solamente ha encontrado eco, de momento, en dos de las D.O. murcianas. La tercera, la de Bullas, como muchos otros territorios productores de vino en España, sigue teniendo el tema “en estudio”. Pero las tres que han adoptado decisión clara al respecto están seguras de cuál sería el problema derivado de la fractura hidráulica: la contaminación de acuíferos y subsuelo puede dañar directamente la actividad agrícola y, concretamente, la tierra sobre la que crecen las cepas vinícolas. Cosa que redundaría inevitablemente en la calidad y prestigio de los caldos, en primer lugar, y en la supervivencia de un sector con miles de puestos de trabajo y beneficios económicos notables, en segundo.
Para entender que es el shale gas y el fracking,
es recomendable ver el documental Gasland:
http://vimeo.com/75524062
Los canallas siempre hacen lo mismo: grandes y peligrosas obras, de coste desmesurado o de peligro desmesurado…. Y SIEMPRE pagamos los mismos. Va siendo hora que los de abajo terminemos con esta minoría de edad que nos han colocado, es nuestra ruina como personas.