Las chicas de plomo

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Escena de la serie española 'Las chicas de oro'. / rtve.es

Las chicas de oro, la promocionada serie que La 1 estrenó a toda orquesta para iniciar temporada con el gancho infalible del gratísimo recuerdo de la serie original y la producción eficaz y casi siempre exitosa del omnipresente José Luis Moreno, el ex ventrílocuo devenido en rey midas, valga la comparación áurea, ha perdido en un mes más de un millón de espectadores y 8,5 puntos de share.

Como Moreno y sus amigos de RTVE confían mucho los unos en los otros y en ellos mismos, se han pasado por alto el intento fallido de adaptación dirigido por José Antonio del Real hace 15 años con título y nombres distintos, pero con los mismos personajes y coproducido también por TVE. Se llamaba Juntas, pero no revueltas, duró unos meses y la protagonizaban Kity Manver, Amparo Baró, Mónica Randall y Mercedes Sampietro. Un fracaso en los tiempos en que empezaba a brillar la ficción española. 

Las chicas de oro de este siglo, la serie que nos ocupa, aunque mantenga todavía los lunes por la noche a tres millones de incautos pegados al televisor, no consigue levantar el vuelo y tiene bastantes probabilidades de quedarse planeando por la parrilla pública hasta agotar el crédito de los 13 capítulos de rigor por dos razones evidentes: la calidad de los guiones es inversamente proporcional a la de las actrices, que es bastante, y éstas están mal dirigidas, yo diría que no lo están.

Los guionistas no han sabido encontrar las voces propias de los personajes, que sólo mantienen su personalidad por el recuerdo lejano de la serie primigenia, de hecho cualquier línea de diálogo puede ser intercambiada entre ellos sin que se resienta el personaje, el capítulo o la serie más de lo que ya pueda estar a estas alturas. Y a pesar de los esfuerzos denodados de Alicia Hermida (Sofía), Concha Velasco (Doroti -en eufemística traducción, suponemos por la placidez fonética-), Lola Herrera (Blanca) y Carmen Maura (Rosa) por mantener por sí mismas la credibilidad de unos diálogos que parecen escritos por sus enemigos, sus personajes se difuminan en una especie de masa común de chistes fáciles, humor chabacano y risas enlatadas que no engancha ni con pegamento y medio.

Pareciera que los guionistas, a cuyo frente está oficialmente José Luis Rodríguez –esperemos que no sea Zapatero-, se hubiesen lanzado a escribir chistes que oscilan de la grosería a la ingenuidad con la rapidez de un pedo y a ponerlos en boca de cualquiera en una especie de carrera por ver quién dice más tonterías en menos tiempo -como si les pagasen a comisión por chiste escrito- para que luego alguien con menos sentido de la oportunidad que una mosca cojonera meta con calzador risas artificiales.

Tampoco tienen mucho interés en mantener cierta coherencia histórica o rigor temporal. En el capítulo pasado Doroti contaba que en su juventud “se lío con un gasolinero polaco sin papeles”: nos tememos que en los años cincuenta los únicos polacos que había por aquí eran los catalanes para algunos, discúlpeseme la comparación, y los únicos papeles de los que se hablaba eran los de arroz de los Ideales.

Sólo en las tramas en las que entran personajes de fuera para interactuar con `las chicas´ la serie coge un poco de altura. Los diálogos se enriquecen, el ritmo se ralentiza y además de reírnos sólo cuando nos apetece podemos mantener cierto interés por lo que les pase a los personajes, que por fin salen de ese lugar común viscoso y ensombrecido por el aura mítica de la serie norteamericana.

Estas chicas de oro corren el grandísimo riesgo de convertirse en una especie de matrimoniadas, pero sin Avelino, en un sucedáneo de Escenas de matrimonio, esa serie de tres parejas de distintas generaciones y largo periplo por las teles patrias desde la concepción en Noche de Fiesta: ya tienen el mismo productor, el mismo humor y posiblemente la audiencia sea cualquier día la misma. Una fórmula de éxito asegurado. Al tiempo.

Las protagonistas de la serie original. / rtve.es

Una lástima que estas grandes actrices tengan que acabar haciendo estos papeles tan ingratos para ganarse las lentejas. Si la serie sobrevive esta temporada, probablemente ninguna vuelva a repetir por malita que esté la cosa y difícil que les resulte conseguir personajes dignos a las mujeres de cierta edad. Se admiten apuestas.

Para quien a estas alturas no lo sepa, Las chicas de oro es una adaptación fidelísima de una famosa y premiada serie de televisión norteamericana homónima que se vio en España a finales de los ochenta y principios de los noventa y estaba protagonizada por Bea Arthur (Dorothy), Rue McClanahan (Blanche), Estelle Getty (Sophia) y Betty White (Rose), la única actriz sobreviviente de las cuatro.

10 Comments
  1. MULTIVAC says

    La verdad es que con las protagonistas que tiene la serie, merecía la pena intentar engancharse, en mi primer intento AGUA, claro que insistimos por las protagonistas, y en el segundo intento, de nuevo, AGUA. He desistido, creo que tiene razon, Sr Serrano, obviamente no son las actrices, sino los dialogos, y las tramas, lo que hace que uno se sienta HUNDIDO…. el problema, que al desistir, es que si mejora no me enterare, salvo que lea que sube la couta de pantalla, indicador de que va mejorando?

  2. celine says

    Sí que ha sido un fiasco. Como siempre le ocurre a la ficción española, los diálogos son verdaderamente estúpidos, el humor basto y vergonzante, la dirección de actores, nula o mala. Menuda receta para una ensalada indigesta. Y craso error copiar al dedillo (menos en la calidad) a la recordada serie norteamericana.

  3. Icoman says

    Me quedo con la serie de los 80 sin duda. Es dificilisimo igualar un producto tan bueno aunque supongo que había que intentarlo. Nuestras actrices tienen calidad pero a veces eso no lo es todo. Sr Serrano, le invito a que haga su próxima crónica sobre GR 12 (no confundir con CR7). Vi a un tío con la gorra ladeada,gafas tipo Hurkel y ropa de colores rarisima que es para meterlo en una vitrina y contemplarlo… Vaya pieza!! Y canta y todo!! jejej…

  4. hook says

    La original no me intereso.
    La copia ni ver ni oir ni catar.
    Para cuando algo de este siglo, y dejamos el pasado en paz.

  5. KING SPINCH says

    ¿Por qué no echar la culpa también a las actrices, queridos contertulios? ¿Por respeto? ¿Por antigüedad? ¿Por galones y premios? No, me niego a lo de «cría fama y échate a dormir».

    El que el guión sea malo, que lo es, no es óbice para hacer un papel cómico digno.

    Dicho de otra manera, el que no estén dirigidas, no es una excusa para que no sepan (y son artistas con el «culo pelao» para saber esto a estas alturas del partido) que para que un chiste de diálogo funcione, por malo que sea, no hay que interpretarlo al estilo «Chiquito de la Calzada». Para que se me entienda, no hay que «hacerse el gracioso» ni poner cara jactanciosa de «qué gran cómica soy… la gente se está partiendo ahora el culo conmigo».

    Si analizamos un poco la serie USA (¡qué peligro las comparaciones!) las actrices defendían su papel con dignidad sin juzgarlo. La que es tonta no sobreactúa la «tontez»; la que es mala, no actúa pensando «el espectador tiene que ver que soy mala», y así siguiendo.

    Resumiendo, a los intérpretes españoles nos sobra un poco (me incluyo, por supuesto, para no parecer pedante) del «interpreta como puedas», y nos falta un poco más de técnica, formación profesional, letras y investigación… sobre nuestro arte. Debemos desterrar ya el «aprende bien las frases y llega a la marca» y el ponerse en brazos del director y del guión como muñecos de trapo. Los actores que entiendan así la profesión… son los que deberían estar en el paro. En cursos de reciclaje, por supuesto.

  6. MULTIVAC says

    Sr. King Spinch, el guion es el guion, y lo que no da de si, una interretacion no «lo maquilla». Un chiste estilo dos jaguars diciendo «jaguar you» no deja de ser un desastre, indpendiente que un buen actor/actriz lo hace con una dignidad que evita la verguenza ajena y un mal actor/actriz lo hace de tal manera que sale en un zapping. Quiza sea cierto lo que dice del actor español, la sobreactuacion etc… pero en el caso concreto de «las chicas de Plomo» yo, por los dos capitulos que he visto, es mas por Guion, que por actrices… se las salva de la quema, por el historial de interpretaciones que tienen a sus espaldas que hacen que ataquemos solo al Guion… a no ser que en los contratros de las actrices les permitan modificar el guion… cosa que dudo que el Sr de los Muñecos lo permita, por lo que dicen por ahi.

  7. ATS says

    No tengo ninguna duda de que los guionistas de esta serie, dada la crisis, deben tener un primer empleo en el que dejan las neuronas, y claro, a la hora de escribir los guiones de la serie ya no les queda imaginación. Las mejores carcajadas me las he echado con las incongruencias de sus diálogos y sus errores temporales. ¿Desde cuándo un nieto monta una fiesta con su abuela en casa y además se le pone farruco? En fin, una pena desaprovechar a unas actrices tan geniales.

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