Partículas aceleradas
Los físicos del CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear) andan saltando de alegría por un descubrimiento del que no debería decirse aún nada, aunque los medios ya se han disparado afirmando esto y lo de más allá, en plan cotorra, como que el hallazgo deja anticuadas las tesis del gran Albert Einstein. El caso es que ante su propio pasmo, han observado partículas de neutrinos capaces de moverse a mayor velocidad que la luz, algo que hasta ahora, se daba por imposible.
Concretamente, para que se hagan una idea, lo que dicen es que lo que hicieron fue disparar un haz de neutrinos –no me pregunten de dónde los sacaron- a 730 kilómetros bajo tierra, desde Ginebra a la frontera italiana. ¿Y qué observaron? Pues que los tales neutrinos viajaron a 60 nanosegundos (60.000 millonésimas de segundo, ¿vale?) más deprisa que la luz.
Debo confesar que, aunque me gusta la velocidad en algunas cosas, como conducir, por ejemplo, procuro no saltarme los 120 kilómetros por hora porque la broma sale bastante cara. Conducirse uno mismo a 299.792 kilómetros por segundo ya me parece un abuso de imaginación. Y sobrepasar esa velocidad, ya me da igual, porque en esas cifras hace tiempo que he saboteado mi propia capacidad de fantasía.
De modo que los científicos que llevan mucho tiempo investigando en su programa Opera –el nombre lo puso un italiano, ya se nota- están asombrados y casi mudos. El director del equipo, Dario Autiero, que tuvo que presentar el hallazgo el pasado viernes, 23 de septiembre, hizo plausibles esfuerzos por no parecer un chiflado tocado por la gracia, dada la satisfacción que le embargaba. Normal. Aseguró que se ha trabajado con 15.000 neutrinos y hay que tener en cuenta que estas investigaciones comenzaron en 2006. El Santo Job habría sido físico nuclear de haber nacido en nuestra era.
La física es fascinante para los que no tenemos ni pajolera idea pero atendemos con esmero y buena voluntad a este tipo de hallazgos. Recuerdo bien la primera vez que oí que los seres humanos y todas las cosas, estamos atravesados de neutrinos por todas partes y en todo momento (no es de extrañar, dada la velocidad a la que se mueven las criaturas) sin que nos enteremos. Su masa es pequeñita, inferior a unos 5,5 eV/c al cuadrado, según la wiki, y de ahí que no perturben la materia cuando la atraviesan. Poesía en acción.
La soberbia humana suele destacarse cuando habla por boca de un científico. Por poner un ejemplo clásico, cuando oponen la ciencia a la creencia en Dios. Pero, si los neutrinos existen y tienen este comportamiento, ¿por qué no va a existir Dios? Ya sabemos que a los neutrinos nosotros les importamos un pimiento, pero ¿por qué va a ser distinto con Dios? Visto los derroteros que está tomando el mundo, tampoco parece que le importemos gran cosa a Dios.
Me alegra que la comunidad científica esté tan contenta con sus experimentos con el acelerador de partículas, porque así los neutrinos también influirán en nuestro optimismo. Quién sabe si se pudiera aplicar el acelerador a las campañas electorales para ahorrarnos tiempo a todos. Por lo pronto, los europeos ya han puesto estos resultados en manos de japoneses y estadounidenses, que también están trabajando en la materia.
Lo que sorprende es el ejemplo puesto por otro físico del equipo, Alvaro de Rújula -que días antes del experimento respondió a preguntas de la gente-, quien aseguró que, de confirmarse este descubrimiento, una persona podría viajar hacia atrás en el tiempo y matar a su madre antes de nacer. Hombre, como ejemplo me parece algo inconveniente. Quizás debería hacérselo ver este estupendo científico.
