Los trabajadores de ‘El País’ acuden a la conciliación como paso previo a la huelga

[Actualización del 3 de noviembre, a las 22:00 horas, con el resultado del acto de conciliación y de una asamblea de trabajadores]

La conciliación entre empresa y trabajadores se ha celebrado sin avenencia, al no ofrecer ninguna solución la directiva para desbloquear la negociación del convenio. Sin embargo, todavía no se convocarán formalmente las jornadas de huelga. Los trabajadores, reunidos en asamblea, han decidido volver a celebrar un referéndum el próximo día 8 de noviembre para ratificar la huelga. En la votación del pasado 20 de octubre existieron dos propuestas: paros parciales y dos jornadas de huelga y la anunciada de paros el 18, 19 y 21 de noviembre, siendo ésta última la que recibió más apoyos. Para que toda la plantilla pueda votar la misma propuesta es por lo que se realiza una nueva elección. También se ha planteado en la asamblea la posiblidad de retirar la firma durante la campaña electoral pero no se ha aprobado la medida al afectar únicamente a los redactores y no a otros miembros de la plantilla como administración o marketing.

Hace dos semanas los trabajadores del diario El País decidieron en asamblea ir a la huelga los próximos días 18, 19 y 21 de noviembre. El motivo es el mismo que les lleva movilizando desde hace casi un año: la aprobación del nuevo convenio colectivo. Sin embargo, antes de que la convoquen formalmente deben pasar por un acto de conciliación con la empresa, que se celebrará ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA),  el próximo día 3 de noviembre.

En esa reunión, empresa y comité deberían llegar a un acuerdo que no parece fácil. Por un lado, la empresa pretende que los nuevos periodistas que se incorporen a la plantilla de El País lo hagan con una retribución económica inferior  en un 50% a la que existe en la actualidad y peores condiciones sociales. Además, pretenden congelar los salarios de toda la plantilla durante tres años, bajar los pluses que se cobran en la actualidad y congelar la antigüedad. Los trabajadores, por su parte, aceptan perder una parte de su retribución a cambio de que ingresen en plantilla hasta 12 periodistas que en la actualidad trabajan como colaboradores, con contratos de autónomos dependientes o cobrando las colaboraciones por pieza.

Las reducciones salariales que propone la empresa se unirían a las que ya se han practicado, pues se ha eliminado una paga extra que los profesionales cobraban en el mes de septiembre, lo que supone una reducción del 6% en el salario anual.

Según los trabajadores, el problema del convenio surgió hace tres años cuando la empresa que englobaba a redacción, publicidad, talleres y administración se desgajó y el convenio dejó de regir colectivamente para hacerlo sólo personalmente. Por ello, las nuevas incorporaciones no están adscritas a un convenio de empresa que les defienda sino que, actualmente y hasta que se apruebe el nuevo, se rigen por el convenio del sector, que es de carácter residual y contempla una retribución para un redactor de 13.000 euros brutos anuales.

La convocatoria de huelga  es la medida de presión que va a usar la plantilla para intentar desbloquear la negociación del convenio si la conciliación ante el SIMA no resulta satisfactoria para sus intereses. En el mes de junio, la asamblea de trabajadores decidió retirar su firma, durante una semana, de las informaciones. La única respuesta que recibió de la empresa fue un editorial firmado por el director y los tres anteriores directores en los que se les tachaba de irresponsables, entre otras lindezas, y al que no se les dejó responder a través del periódico. Con ese antecedente, el paro de tres días anunciado parece inevitable.