La empresa de ‘El País’, dispuesta a mejorar las indemnizaciones de los 129 despedidos

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Una de las protestas silenciosas que se realizaron en la redacción madrileña de 'El País'. / elpaiscomite.blogspot.com.es

Los 129 trabajadores de El País que han sido despedidos a lo largo de esta semana podrían gozar de una segunda oportunidad. Tras recibir sus cartas de despido por correo electrónico y firmar su  finiquito ante un notario, ahora la empresa se hace eco de las peticiones de un sector de la plantilla y acepta reconsiderar el acuerdo que no se firmó, por la negativa de la Asamblea de trabajadores.

Algunos compañeros consideran muy injusto que, tras decidir la asamblea de trabajadores no aceptar el acuerdo propuesto por la dirección, los despedidos recibieran la mínima indemnización legal y no la que se había negociado con El País, que suponía una mejora sustancial en lo económico. Por ello, trasladaron al Comité la solicitud de celebrar una asamblea para pedir a la empresa que continúe negociando, a pesar de que se haya hecho efectivo el ERE y los despedidos ya estén en su casa.

Ayer se celebró una asamblea informativa en la que se acordó trasladar a los despedidos la solicitud de la plantilla, para conocer  si ellos aprobarían que se cerrara el ERE con un acuerdo, mejorando sus condiciones económicas. La firma del acuerdo supondría la retirada de la demanda colectiva y de las demandas de cada trabajador.

La empresa, al conocer el movimiento que se estaba generando en la redacción, se ha apresurado a poner en la mesa un nuevo acuerdo, que mejora ligeramente alguna de las condiciones del anterior, incrementando las indemnizaciones para los salarios más bajos y subiendo un 5% las condiciones de las prejubilaciones. Se mantiene el pago de las indemnizaciones en tres veces, garantizadas mediante pagarés, aunque aceptan pagar la totalidad de las más bajas. En el caso de las prejubilaciones presentan dos modalidades: percibir una indemnización de una vez o recibir de la empresa la compensación económica pactada mensual hasta el momento de la jubilación. Sólo a los que aceptaran la primera opción no se les vetaría la posibilidad de trabajar en otros medios. Esta medida de impedir a los prejubilados colaborar en otros medios fue una de las más rechazadas por la redacción a la hora de votar el acuerdo. La empresa ahora la suaviza, dando la opción de percibir una indemnización, que a ella le resulta más rentable económicamente.

La ratificación del acuerdo pasa no sólo por la aceptación de los despedidos, sino también por la del resto de la plantilla. Tras la aprobación de los primeros se celebraría una asamblea de trabajadores que deberían ratificarlo pues, para los que se quedan, aprobar el acuerdo significa una reducción de salario de un 13% de media. La ejecución del ERE no ha ido acompañada de la reducción de salarios, pero si se firmara un acuerdo, ésta es una de las condiciones. A cambio, la empresa se compromete a mantener las condiciones que se firmen para los despidos que se puedan producir en el período de un año. Además, la firma del acuerdo, probablemente, abriría un período de bajas voluntarias, lo que provocaría que algunos despedidos forzosos volvieran a su puesto de trabajo.

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