Del cuerpo y sus interpretaciones

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Beatriz Preciado, en una imagen de su cuenta de Facebook.

Todo el mundo se ha metido agriamente con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por sus creencias sobre el matrimonio homosexual, que asocia al peligro de la supervivencia de la especie. Piden su dimisión los mismos que se han metido con el fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, por cesar al fiscal jefe en Cataluña, Martín Rodríguez Sol, quien publicó su opinión favorable al referéndum independentista en esa región.

¿En qué quedamos? Si se defiende que un cargo público no debe gozar de libertad de expresión sobre asuntos tan delicados habrá que ponerse de acuerdo en las consecuencias, sean o no sean favorables a las creencias de cada quien.

Sobre el asunto matrimonial, no creo que la pervivencia de la especie peligre porque el Estado proteja a homos y heteros por igual. A decir verdad, la pervivencia de la especie peligra por el comportamiento de la propia especie consigo misma y con todo bicho viviente sobre la faz de Gea, ella incluida, en su totalidad. Así que.

Pero me pasma la facilidad con que el patio se espanta de unas cosas y no se plantea la crítica de otras que a lo mejor afectan a sus propias creencias. Por eso, seguramente, es buena práctica la de cuestionar intelectualmente lo que tenemos como seguro e inamovible.

¿De verdad los que critican al ministro tienen claro cuáles son las representaciones de la sexualidad y el cuerpo humano, cuál su aspiración a la plena libertad? ¿Nadie de cuantos se ofuscan en la crítica de las creencias del otro ha tenido algún fallo de interpretación en su vida? Jo, qué suerte. Yo me paso la vida hecha un lío con según qué cosas.

Beatriz Preciado  dirige un curso en el Reina Sofía  (MCARS) que durará varios meses, y en el que trata de ilustrar sobre un mundo vasto y misterioso: Somateca, producción biopolítica, feminismos, prácticas queer y trans. Preciado es una investigadora contumaz, en la tercera acepción del DRAE, y enseña Historia Política del Cuerpo, en la Universidad de París VIII. Ha escrito varios libros, de los cuales, uno -Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en "Playboy" durante la guerra fría- quedó finalista al Premio Anagrama de Ensayo de 2010.

El pasado día 9 dio una primera conferencia en el museo, sobre ¿La muerte de la clínica?, partiendo de la obra de Michel Foucault, El nacimiento de la clínica (1963), en la que se planteaba cuál será el modelo de gestión somatopolítica de las sociedades neoliberales contemporáneas. La línea teórica de BP es que “el sujeto moderno no tiene cuerpo. Es una somateca: un aparato somático denso, estratificado, saturado de órganos gestionados por diferentes regímenes biopolíticos que determinan espacios de acción jerarquizados en términos de clase, de raza, de diferencia de género o sexual”.

De la certeza sobre los sexos y las cosas, los géneros y sus papeles y funciones  quizás debamos pasar a las preguntas, las dudas y las disquisiciones que remueven la tierra bajo nuestros pies, abriendo abismos que es mejor afrontar para no caer en ellos, me parece.

Sostiene Preciado que los movimientos feministas, antiesclavistas, transexuales son movimientos de rebelión somática, en definitiva, que se sublevan por verse excluidos del contrato ilustrado de los derechos humanos. Sostiene cosas más mediáticas en una interesante entrevista de hace casi tres años, en El País.

A mí también me parece difícil la terminología que encierra tanta agrupación conceptual pero, como afirma BP, igual que aprendemos idiomas podemos aprender sobre nuestro propio cuerpo y su relación con las construcciones humanas, ya sean arquitectura o sociología, arte o política. Claro que ésa es otra; la de aprender idiomas.

4 Comments
  1. Iñaki says

    «Todo el mundo se ha metido agriamente con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por sus creencias sobre el matrimonio homosexual, que asocia al peligro de la supervivencia de la especie. Piden su dimisión los mismos que se han metido con el fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, por cesar al fiscal jefe en Cataluña, Martín Rodríguez Sol, quien publicó su opinión favorable al referéndum independentista en esa región.»

    ¿De verdad ve contradicciones en eso? Más bien es consecuencia: en ambos casos se critican mentalidades consideradas fascistas y retrógradas, enemigas de la libertad. No tiene nada que ver con si el político de turno «puede» o no hacer declaraciones en ciertos ámbitos, sino si dichas declaraciones son insultos a la inteligencia y a la libertad.

    Fernández Díaz puede tener las creencias retrógradas que quiera, pero lo que no puede es coartar libertades desde su cargo público, en base a esas creencias. Y, suponiendo que sea honrado (mucho suponer), si tiene esas creencias se entiende que actuará en consecuencia (coartando, por tanto, libertades).

    El caso de Rodriguez Sol es el opuesto: no se le censura (no lo censura Torres Dulce) por defender ideas retrógradas, sino todo lo contrario. Se le censura por defender libertades.

    Lógico (independientemente de que usted lo considere incorrecto) que la misma gente critique en un caso a Fernández Díaz, y en otro a Torres Dulce.

  2. celine says

    Los que se expresaron opinando fueron Fernández Díaz y Rodríguez Sol, Iñaki. No vale hacer trampas.

  3. Los pavos también somos gente says

    Lo interesante es contrastar esta noticia con la que el País publicaba sobre las columnas de la escritora brasileña Clarice Lispector, cuando utilizaba seudónimo para publicar sus consejos para mujeres. Aunque lo más significativo será conocer si Beatriz Preciado usa crema facial, la marca y el precio de la misma. Es decir, que debajo de un determinado discurso subyacerá siempre el discurso de la acción, que es el que importa.

  4. Y más says

    ¿Qué pasa con la crema facial? Yo la uso desde la mili y me importa una higa lo que tengas encerrado en tu pequeño cerebro de pavo. ¿Ves «los pavos también somos gente» cómo funciona un cerebro estereotipado?

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