Raúl Capín: «Los medios pequeños somos incómodos para el Gobierno»

Ayer, a las cuatro de la tarde, salían de los calabozos de los juzgados de instrucción los fotógrafos Adolfo Lujan y Raúl Capín, tras casi treinta horas detenidos. El atestado que sirvió de base a su detención,  se compone, en su mayoría, de informes de los agentes sobre la manera de trabajar y la actuación de algunos fotógrafos que cubren las manifestaciones y protestas ciudadanas que, recalcan, no es delictiva pero, entienden, desprestigia a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.  También "acusan" a estos fotógrafos de hacer un trabajo parcial y propagandístico. En definitiva, han investigado su trabajo. La última parte del atestado se centra en la actuación concreta de Raúl y Adolfo, a los que acusan de desórdenes públicos y de atentado contra la autoridad.

Sobre las diez de la mañana del miércoles, llegaron a casa de Capín cuatro policías, uno de ellos encapuchado y le sacaron, a empujones y en pijama, de casa. "Al final, uno de los policías de la brigada de información accedió a que volviera a entrar en casa para vestirme", comenta.

Raúl atiende a los medios en la calle, en una protesta que ha convocado #Acampadasol por la tarde frente a la Delegación del Gobierno de Madrid. Casi un centenar de personas corean cánticos contra la policía y contra Cifuentes, mientras él, prácticamente recién salido del calabozo nos cuenta: "Las pruebas son unas fotos en las que salgo haciendo mi trabajo de fotógrafo en una manifestación; son las únicas que ha aportado la policía. El juez me ha preguntado si era cierto que yo había agredido a un policía para que una chica se pudiera escapar y me ha enseñado una foto que publicó 'La Razón' hace un mes en la que se me ve apoyado encima de una persona, que no está identificada como policía ni nada, pero como había una gran aglomeración de prensa, a mí me empujan por detrás y entonces yo me apoyo en esa persona y eso es lo que se ve, no se ve ninguna agresión". 

"En cuanto a los hechos del día 25 de abril –continúa–, la acusación es por desórdenes públicos. El juez me ha preguntado si participamos en desórdenes públicos guiando a la gente y le he dicho que no. Habíamos recibido incluso amenazas de la gente que estaba allí, porque no querían que hiciéramos fotos. Después, tres personas encapuchadas y sin identificación se abalanzaron contra unos chavales y parece que eran policías. En las fotos que hicimos se ve a Adolfo en un ángulo distinto al mío porque nos íbamos viendo todo el rato, y la policía dice que íbamos guiando al grupo. Lo que íbamos haciendo era seguir el recorrido de la manifestación".

"También nos ha preguntado –añade– si trabajamos en medios de comunicación. Tanto Adolfo como yo colaboramos en medios digitales pequeños. Yo también colaboro con 'Mundo Obrero', y a veces publicamos cosas que no hacen los grandes medios, que practican una censura encubierta, y la parte de nuestro trabajo le es incómoda al Gobierno".

Ni la FAPE, ni la Asociación de la Prensa de Madrid ni la Asociación Nacional de Informadores Gráficos se han manifestado contra la detención de estos fotógrafos. La única respuesta que han dado es que estaban investigando los hechos y que de momento no tenían nada que manifestar. La respuesta de Raúl es contundente: "tanto la FAPE como la Asociación de Informadores Gráficos hace tiempo que van por su lado, pactan con Delegación de Gobierno que hay  que llevar un chaleco blanco y de esa manera distinguen a los distintos tipos de informadores. El trabajo que deberían hacer es defender la libertad de información la haga quien la haga. Si no se pronuncian dan un paso atrás en el reconocimiento de las nuevas formas que existen de información en las redes".

Sí se han pronunciado otros colectivos profesiones como FotogrAcción, el Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM) y la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), y desde el ámbito político, el diputado de IU Ricardo Sixto ha exigido el cese inmediato del director general de la Policía y la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para explicar la detención de los dos fotoperiodistas.

La última pregunta era obligada:

– ¿Saldrás mañana con tu cámara?

– "Sí, yo voy a seguir haciendo mi trabajo sin miedo, porque creo que lo último que se puede tener es miedo ante esta escalada represiva".

La falta de respuesta de los medios "convencionales" ante este atropello a la libertad de información es preocupante. La postura del Gobierno ya es conocida. Hace tres días, el Grupo Popular en el Parlamento Europeo, en el que se incluyen los diputados del PP, votó en contra de una resolución que pide garantizar la libertad de prensa y la independencia del trabajo de los periodistas, así como establecer un control anual sobre los cambios que se producen en las leyes que regulan los medios de comunicación en los estados miembros.