Los mejores libros de ficción en castellano de 2016

Realizar una lista, por extensa que sea, de las mejores narraciones publicadas en español a lo largo de este año es, no sólo ilusorio, se publican varios miles de títulos al año, y la cifra no baja de cinco mil sino, lo que peor, está condenada al fracaso de antemano porque siempre habrá alguien que reproche, y con razón, que en la lista no hemos metido tal magnífica novela y, sin embargo, hemos colado alguna de mediocre factura. La subjetividad es, en este caso, necesaria bajo pena de caer en tontería o soberbia, que aquí es similar por la sencilla razón de que no conozco ser humano, aún sea bajo forma de crítico, a quien se le haya condenado a leerse toda la producción de ficción habida en un año. Hemos optado, es lo más sencillo y honesto, por dar una guía de las doce más una mejores narraciones publicadas en español, como las campanadas de año viejo al que hemos añadido una más, que al que suscribe le parecen esenciales para el disfrute del lector. Pido perdón si en esta lista se me ha pasado un futuro Kafka.

Fernando Aramburu. Patria.
Muchos opinan que Patria (Tusquets) debería ser calificada como la novela del año. Describe cuarenta años de historia de Euskadi a través de la memoria de dos familias amigas y enfrentadas últimamente a cuenta de la división entre ciudadanos buenos y malos a que dio lugar la lucha armada de ETA. Patria es la necesaria novela sobre lo que ha significado esa guerra civil soterrada y que muy pocos escritores han reflejado en sus libros. En la narración caben las fantasmagorías de los dos bandos, la actitud de la Iglesia Católica, el papel del matriarcado... todo ello estructurado en cien capítulos breves que adoptan el papel de relatos casi independientes y finalmente trabados en un destino común. Una gran novela.

 Primer capítulo de Patria.

Mario Vargas Llosa. Cinco esquinas.
Parece que ha transcurrido más tiempo desde que se publicó, pero Cinco esquinas (Alfaguara) es novela de Vargas Llosa publicada este año. Según su autor, es su narración más improvisada y lo cierto es que junto a grandes aciertos se cuelan, al modo de demonios, pequeños descuidos, como las escenas de lesbianismo que Mario Vargas Llosa, le ha pasado siempre, no domina porque no es autor dotado para el erotismo. Cuando describe personajes secundarios inmersos en la corrupta dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos se acerca plenamente a sus mejores logros, que son enormes, véase Conversación en la catedral o La casa verde o La ciudad y los perros o La guerra del fin del mundo o buena parte de La fiesta del chivo y en esta novela los hay, como la periodista que investiga un caso de chantaje

 Fragmento de Cinco esquinas.

Jorge Edwards. La última hermana.
El escritor chileno Jorge Edwards no es sólo el autor de Persona non grata y de Adiós Poeta, emotivo retrato de quien fue su amigo Pablo Neruda, sino narrador de dilatada obra e intensa trayectoria. La última hermana (Acantilado), su última novela, es una historia ambientada en el París de la ocupación alemana y narra la transformación de María, dama de la alta sociedad chilena que, ya viuda, milita en la Resistencia francesa. Lejos de cualquier heroísmo ideológico, Edwards se decanta por una rebelión vital, que es más importante. María asiste al recogimiento de montones de niños judíos, lo que le acarreará problemas con la Gestapo, el empobrecimiento de su patrimonio y la persecución. Edwards se acerca aquí a un modo de narrar que recuerda los momentos más civilizados de la novela europea de principios de siglo, desde Henry James a Stefan Zweig pasando por el inevitable Mann.

Extracto de La última hermana.

Juan Carlos Chirinos. La manzana de Nietzsche.
Juan Carlos Chirinos es escritor venezolano residente en España desde hace dos décadas, poseedor ya de una extensa obra, la mayoría realizada en nuestro país. Chirinos es oriundo de Valera, ciudad venezolana andina y lugar de nacimiento de un gran escritor, Adriano González León, que en su día representó cierta ruptura vanguardista en la literatura de aquel país. Chirinos, como González León, es escritor rompedor y en esta colección de relatos, magnífica, La manzana de Nietzsche (Ediciones La Palma), nos topamos con lo mejor de este escritor, como si sus múltiples intereses hubiesen convergido de buena estrella en cada uno de estos relatos, relatos donde nos encontramos referencias varias y variadas, desde el mundillo de la cultura pop a Borges pasando por Simón Bolívar, Valle Inclán, Miranda o Bugs Bunny. Habita en estos cuentos gran parte de las obsesiones del autor, desde la impronta vampírica pasando por la referencia erudita, lo que da como resultado una fascinante y rara colección de retratos, desde Nietzsche a Einstein pasando por Piaget o Chomsky o el mismo Demóstenes.

Roberto Bolaño. El espíritu de la ciencia ficción.
El último, por ahora, inédito de Bolaño. El espíritu de la ciencia ficción (Alfaguara) es libro esperado por multitud de seguidores del fallecido escritor chileno, cuya obra ha pasado al dominio de Alfaguara, que tiene previsto publicar su obra completa, después de que la viuda del escritor cediese sus derechos a Willy, el Chacal, el agente literario más poderoso del mundo. Este libro lo escribió Bolaño en Blanes entre 1980 y 1984 y narra los avatares de Remo Morán y Jan Schrella en el D.F. en los años setenta, ¿les suena?, un poco al modo de precursores de Roberto Belano y Ulises Lima de Los detectives salvajes. Y ello de tal modo que bien podríamos afirmar que es una suerte de narración precursora de la famosa novela de Bolaño y que le dio fama.

Fragmento de El espíritu de la ciencia ficción.

Daniel Jiménez. Cocaína.
Es ésta la novela de un escritor novel de elevada calidad. Cocaína (Galaxia Gutenberg) narra la historia de Daniel, un tipo de 30 años, de empleos marginales y que se gasta 60 euros diarios en su ración de farlopa. Del infierno le salva la literatura, saltando por encima del suicidio de su hermana y del despojo social en que se ha convertido. Escrito al modo de un puñetazo en la mandíbula del lector, Cocaína es, sobre todo, libro prometedor: promete una futura obra de considerable factura, pero esto es sólo conjetura. Quedémonos con lo que hay.

Primer capítulo de Cocaína.

Patricio Pron. No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles.
Curiosa incursión de Pron en tres generaciones de una familia italiana donde asistimos al nacimiento del fascismo, al auge de las Brigadas Rojas y a la Italia actual sumida en una profunda crisis, No derrames tus lágrimas... (Random House) cuenta la investigación, al cabo de los años, de un asesinato cometido en el Congreso de Escritores Fascistas y que es motivo de reflexión sobre la historia de 40 años de una Italia de la posguerra nada exenta de oscuras tramas y crímenes inconfesos donde la literatura se alía a la política.

Fragmento de No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles.

Ariana Harwicz. Precoz.
Precoz (Rata Editorial) es la última nouvelle publicada en España de Ariana Harwicz, una joven escritora argentina representativa de lo mejor que se está haciendo en la literatura latinoamericana de reciente factura. Cuenta las relaciones entre una madre y su hijo con un estilo denso, de rara belleza poética, donde no sobra nada y cualquier detalle es significativo. Harwicz borda la nouvelle, parece destinada a ese difícil género de escasa difusión en España, al igual que el cuento.

Ernesto Pérez Zúñiga. No cantaremos en tierra de extraños.
El granadino Pérez Zúñiga es uno de los más genuinos representantes de la generación de escritores españoles que rondan la cuarentena. No cantaremos en tierra de extraños (Galaxia Gutenberg) es, quizá, su novela más acabada y representa un cambio de rumbo en lo tocante al modo que tiene el autor de enfrentar el hecho literario. Es la historia olvidada de la resistencia española en los años de la Francia ocupada. Es, también, la historia reivindicativa del amor, de la pasión y, por supuesto, un claro homenaje al estilo de la épica, desde las novelas de Max Aub a las películas del Oeste. Un memorable libro.

Primeras páginas de No cantaremos en tierra de extraños.

José Esteban. El crimen de Mazarete.
Escrita (Reino de Cordelia) a la manera de Sciascia, se narra el caso verídico de un aceitunero muerto en Mazarete y por cuya causa y por una cadena de errores judiciales, fueron agarrotados dos inocentes. Sucedió en 1902 y Esteban relata como gracias a dirigentes republicanos como Melquíades Alvárez  y Gumersindo Azcárate la cosa no llegó a mayores, implantándose cierta razón. Novela de denuncia, ya digo, a la manera de Sciascia, Esteban toca un género, el de la literatura documental, inexistente en España.

Primeras páginas de El crimen de Mazarete.

Arturo Pérez-Reverte. Falcó.
A mí no me entusiasma la literatura de Pérez-Reverte, pero tengo que admitir cierta obligada empatía con un público que lo adora. Quédense con el título, Falcó (Alfaguara), porque tenemos para rato: deja Alatriste y se nos embarca, mediante la creación de un detective, Lorenzo Falcó, en thrillers ambientados en los tiempos del fascismo. Historia de espionaje en la Europa de la Guerra Mundial, la novela posee intensidad narrativa y es deudora de los grandes clásicos del suspense europeo, salvando sean las distancias, incluso un Eric Ambler. De seguro que la cosa acaba en serie. ¿Qué nos apostamos?

Fragmento de Falcó.

Alfredo Conde. El beato.
El beato (Algaida) es una de las novelas históricas más originales publicadas este año. Premio Ateneo de Valladolid y estructurada al modo de las antiguas viñetas de santos, se describe la historia de Fray Julián de Chaguaizoso que desde su Galicia natal acaba siendo santo en el México del siglo XVI. Novela de corte mágico, no desmerece de las grandes que dieron celebridad a su autor, vale decir, El grifón o Siempre me matan. Un modelo del género, tan falto del mismo.

Primer capítulo de El Beato.

Raimundo Castro. Los imprescindibles.
Es ésta la obra en la que el periodista Raimundo Castro se ha dejado la piel en los últimos quince años. Los imprescindibles (La Esfera de los Libros) es una historia que trata del maquis en diversas partes de España, no sólo en León, que es la más conocida. Es novela de corte épico, al modo de Galdós, de quien se siente deudor pero, al contrario que éste, incide en los aspectos de claroscuros de las historias de los personajes tratados mediante su inmersión, digamos en términos unamunianos, en la intrahistoria de cada uno de ellos. El resultado es esta descomunal novela que se codea al lado de las mejores que han tratado el tema, desde Marsé a Julio Llamazares pasando por César Gavela o el mismo Mendoza. Recomendable.

Primer capítulo de Los imprescindibles. La novela de los últimos maquis.

En suma, una literatura que goza de buena salud. Ya podremos: somos veintidós países.