Susana Ye *

Actualización de las 20:15 con la concentración celebrada en la Plaza del 2 de Mayo
Apenas 12 horas después de que Patio Maravillas okupara una nueva sede en la calle San Mateo de Madrid, en pleno barrio de Malasaña, un fuerte contingente de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) desalojó el edificio por orden de la Delegación del Gobierno. El colectivo, que lleva año y medio sin un espacio donde desarrollar su actividad, han denunciado la ilegalidad de la intervención. "No tenían orden judicial. Se trata de una decisión política", dice José, uno de los portavoces del movimiento ciudadano.
A las 11:49 horas de la noche del sábado, los activistas dieron la voz de alarma y pedían refuerzos: "La Policía Nacional amenaza con el desalojo del Patio ¡Acude a mostrar tu rechazo!". Pasados 15 minutos, los agentes irrumpieron en la propiedad okupada. Una vez dentro, pidieron los documentos de identidad de las 16 personas presentes y ordenaron que dejaran el lugar. "En cuanto oímos fuera ruidos decidimos sentarnos tranquilamente. Cuando entraron no opusimos resistencia y dijimos que había una anciana y una chica en silla de ruedas", comenta uno de los testigos.
Por su parte, una de las chicas desalojadas afirma a cuartopoder.es que temía por su seguridad. "Yo estaba visitando el espacio para organizar encuentros de intercambio de idiomas los viernes y, de repente, nos dijeron que iba a venir la Policía. Oía gritos y golpes. No sabía muy bien qué estaba pasando". Mientras ellos estaban a la espera, los mediadores se encargaron de lidiar con la situación, con unos siete vehículos policiales a la puerta del edificio. José, uno de los portavoces del Patio Maravillas, afirma que la intervención de esta madrugada es una jugada sin costes. "Hemos agotado las vías legales y se han paralizado las conversaciones con el Ayuntamiento en las que pedíamos un espacio social para los ciudadanos", afirma este activista.
Tras retirarse pasadas las 00.30 horas de la pasada noche las furgonetas policiales, las personas desalojadas más la veintena de simpatizantes que se acercaron para mostrar su apoyo y resistencia mantuvieron una asamblea en una calle cercana al metro Tribunal. Allí, debatieron sobre si volver a okupar el edificio esa misma noche o proceder a elegir otras propiedades de la administración pública. Tras cerca de hora y media de diálogo en los que algunos votaron por esta opción, se decidió que era más prudente estudiar los pasos a seguir en otra reunión a las 12:00 de este domingo.
Por el momento, la primera asamblea celebrada minutos después del desalojo tuvo como ejes la respuesta a una intervención que consideran ilegal. "Han dejado claro que si volvemos a hacer esto van a volver a disolverlo. Les da igual que sea ilegal y luchamos contra el tiempo", comentó uno de los miembros. "Se trata de una batalla de comunicación. Hemos de ser más firmes en nuestra postura", apuntó otro. Los reunidos decidieron conjuntamente fijar una hora de manifestación como protesta púbica contra el desalojo. Así, quedó fijado el acto a las 18:00 en la Plaza del 2 de mayo, punto emblemático de encuentro en el mismo barrio en que se sitúa la fallida nueva sede del Patio Maravillas. Las anteriores okupaciones fueron en la calle del Divino Pastor y en la calle Pez.
Cargos públicos de Podemos e IU, en la concentración del Patio Maravillas
Al acto de esta tarde en la Plaza del 2 de mayo acudieron decenas de manifestantes. Entre ellos, hizo acto de presencia los concejales de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de la capital Carlos Sánchez Mato (dirigente de IU) y Guillermo Zapata, y el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid Pablo Padilla, antes miembro activo de Patio Maravillas.
Zapata consideró "preocupante" la posible ilegalidad del desalojo. "Y más si se hizo por una decisión política que no se explica de dónde viene", añadió.
Por su parte, Padilla denunció la instrumentalización una vez más de la Policía. "Lo de anoche demuestra que son una herramienta del Gobierno"
Los asistentes no pudieron salir de la céntrica plaza en el corazón del madrileño barrio tras media hora concentrados en el lugar. "Los policías dicen que la calle es suya y no nuestra", se quejó José, portavoz del Patio Maravillas. En cada calle que comunicaba con la plaza había un mínimo de dos vehículos de la Policía Nacional desplegados, con entre seis y ocho agentes más los ocho de a pie que permanecieron junto a la estatua que conmemora el inicio de la Guerra de la independencia de España frente a las tropas francesas.







Ah, ah., si dan espacios para desarrollar «nuestras» actividades, yo también quiero uno; grande, iluminado y con buena calefacción.