XENOFOBIA / Madrid acoge la primera manifestación en España organizada por migrantes y racializados

Miles de personas gritan contra la “España racista” y la Ley de Extranjería

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Cabecera manifestación de este domingo contra el racismo en Madrid.
Cabecera manifestación de este domingo contra el racismo en Madrid./ M. F. S.

Ni quieren ser ciudadanos y ciudadanas de segunda clase, ni necesitan el tutelaje del activismo europeo y blanco para reclamar el lugar que les corresponde en la sociedad española. Este viernes Madrid ha acogido la primera gran manifestación en este país organizada por personas migrantes y racializadas, aquellas que históricamente sufren racismo. Unas 3.000 personas según la Policía, aunque la cifra podría ser mayor según la organización, han tomado la ciudad para gritar 'no' a una Ley de Extranjería que les discrimina y, en su lugar, revindicar una ley de reconocimiento de las comunidades racializadas que proteja su diversidad étnico-racial, sexual y de género. En su manifiesto han destacado que España sigue siendo “racista, xenófoba y violenta” 25 años después de una tragedia que prendió una lucha hoy todavía viva.

La fecha del 13N evoca un triste aniversario de muerte que ya es símbolo de una causa. Hace 25 años la dominicana Lucrecia Pérez Martos se convirtió en la primera víctima mortal del racismo reconocida en nuestro país. Cuatro encapuchados, un guardia civil y tres menores cercanos al movimiento ultraderechista, entraron en las ruinas de la discoteca Four Rosses, un espacio donde esta mujer de 32 años habitaba junto a otros dominicanos en situación de calle, y la acribillaron a balazos. El constante acoso al que estaban sometidas las personas migrantes estalló como una bomba en la opinión pública. La Audiencia Provincial de Madrid sentenció dos años más tarde que Lucrecia fue asesinada por ser “extranjera, negra y pobre”.

Representantes de las comunidades latinoamericanas, gitanas, africanas, afrodescendientes, negras, árabes, musulmanas, asiáticas han participado en esta manifestación para reivindicar que el racismo no es solo un problema “social” sino un problema “político” que se alimenta desde las instituciones. Además de pedir la derogación de la Ley de Extranjería, han exigido el cierre de los Centros de Internamiento de Etranjeros (CIE), el fin de las redadas racistas, la militarización de las fronteras, las devoluciones en caliente, la criminalización de los manteros y la exaltación del colonialismo en plazas y monumentos. También han acudido a la marcha el delegado de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid y dirigente de IU, Carlos Sánchez Mato, los ediles de Ahora Madrid Guillermo Zapata, Rommy Arce y Pablo Carmona, así como el exJefe Mayor del Ejército Julio Rodríguez, la diputada de Podemos Rita Bosaho y la responsable de Migraciones de Podemos en la Comunidad de Madrid Dina Bousselham

A lo largo de la manifestación, que ha partido de Cibeles a las 17.00 y ha alcanzado la Puerta del Sol unas dos horas más tarde, se han repetido lemas como “Madrid será la tumba del racismo”, “no es clasismo, es racismo” o “Lucrecia, hermana, nosotras no olvidamos”. En la lectura del manifiesto, los organizadores han recordado que “España nunca ha sido blanca” y que ya es hora de que el Estado reconozca “una diversidad racial que ha sido sistemáticamente ignorada”.

Moha Gerehou, presidente de SOS Racismo Madrid.
Moha Gerehou, presidente de SOS Racismo Madrid./ M. F. S.

“Hasta ahora hemos estado detrás en las manifestaciones, pero debemos colocarnos delante”, indica Moha Gerehou, presidente de SOS Racismo Madrid. Sin ser migrante, porque ha nacido en Huesca, ha sufrido en acoso racista en primera persona. Tuvo que soportar una campaña en Twitter de varias personas que instaban a hacer una puja para “cazarle”, en una clara alusión a la esclavitud, además de insultos como “simio de mierda, vete de España” acompañados de simbología nazi. Cree que queda mucho por hacer porque el racismo subyace “tanto en las instituciones, como en las leyes o en los propios medios de comunicación” donde vemos como proliferan “los titulares racistas”.

Aya, una manifestante valenciana, de origen marroquí.
Aya, una manifestante valenciana, de origen marroquí./ M. F. S.

En la cabecera de la manifestación y entre carteles de “Ser inmigrante no significa ser ignorante”, “mi cultura no es tu disfraz” o “marginan para explotar”, Patricia explica que nació en Madrid, pero que “todos los días”, de un modo u otro, alguien se encarga de recordarle que es “negra”. Aya, por su parte, que es de Valencia y origen marroquí, subraya que es necesario llevar la lucha antirracista desde una perspectiva moral a otra más política. En su caso, sabe que puede sufrir la discriminación de las autoridades, pero se solidariza con todos aquellos que además “pueden acabar en un CIE” sin haber cometido delito alguno.

Alex, un chico trans procedente de Ecuador.
Alex, un chico trans procedente de Ecuador. / M. F. S.

La comunidad latinoamericana toma su lugar en la marcha para protestar contra “el colonialismo estructural”, que consideran vigente a día de hoy. Las mujeres del colectivo 'Feminismo comunitario tejido España' señalan que hay racismo en el mundo laboral donde siempre preguntan el lugar de nacimiento o en el ámbito escolar, donde los hijos de migrantes son encasillados como menos capaces que el resto. Álex, un chico de Ecuador, reseña que se siente doblemente discriminado por su origen y su condición de trans. “En España, como inmigrante, ni siquiera tienes derecho a cambiarte el DNI”, lamenta.

Xirou, una chica china.
Xirou, una chica china, que denuncia haber sufrido trato racista y discriminatorio./ M. F. S.

En la protesta, que trataba de abarcar a todas las poblaciones, la comunidad china era la gran ausente. Xirou Xiao indica que la convocatoria no ha llegado a sus medios o a sus redes sociales aunque, igualmente, es una cuestión cultural. Los chinos no están acostumbrados a participar en manifestaciones, que no están permitidas en su país, y también prefieren “no dar problemas”. Esto no quiere decir que no les preocupe el racismo o cuestiones derivadas, “como la falta de seguridad en sus tiendas”, señala. Además, acusa que la población china en España tiene recursos económicos limitados y se ven obligados a trabajar en establecimientos precarios en condiciones que los españoles no aceptarían. “Los españoles tienen refranes racistas como 'trabajas como un chino', pero a nosotros también nos gustaría poder disfrutar de vacaciones”, indica. Ella misma ha sufrido la discriminación al acudir a un médico, que la atendió diciéndole: “Hola chinita, has llegado tarde chinita, ¿qué te pasa chinita, no hablas?”. “Sentí mucha rabia”, recuerda.

Representantes de la asociación de Gitanas Feministas.
Representantes de la asociación de Gitanas Feministas./ M. F. S.

Carmen Fernández, vicepresidenta Asociación de Gitanas Feministas, cree que es importante protestar para que “el racismo y el antigitanismo” deba ser perseguido institucionalmente. Piensa que los gitanos y las gitanas lo sufren constantemente, “a la hora de trabajar, de estudiar, de alquilar a una casa o incluso al acudir a la compra”. Eso se basa, considera, en que “el antigistanismo se ha cultivado durante años” y es necesario ponerle fin con “medidas políticas y educativas”.

El año que viene todavía habrá más gente que se sume, han indicado los organizadores desde el escenario situado en la Puerta del Sol. La marcha ha transcurrido en tono festivo, también había una gran carga emocional y rabia contenida.  Piensan “pelear por una sociedad sin racismo”, pero ahora deben enfrentarse a un entorno hostil. Desde el micrófono comunican que se han creado varios grupos para acompañar a las personas que hayan participado en la manifestación y que tengan miedo de regresar solas a casa.

1 Comment
  1. florentino del Amo Antolin says

    En las personas nos unen todas las cosas, nos separan pocas, pero muy añejas maceradas en un estado ininacional ultra; los : Putos Moros, Sudacas de mierda, Rumanos ladrones, Gitanos… Una labor cultural dentro de la pluriculturalidad. Cada nacionalidad, Autonómia, ciudades; hay un trabajo que seguir, para conseguir atajar ese mancillamiento de los Derechos Humanos Universales. Lucrecia Perez Martos… En nuestra mente !.

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