La AN condena a los jóvenes de Alsasua a entre 2 y 13 años por “desórdenes públicos y amenazas”

La Audiencia Nacional, que juzga los altercados ocurridos en Alsasua en octubre de 2016, ha hecho pública la sentencia a los ocho acusados. En ella, condena a entre 2 y 13 años de prisión y descarta el delito de terrorismo, por el que eran juzgados, y los condena por "lesiones, desórdenes públicos y amenazas".

La Sala Primera de la AN sí aprecia agravantes de abuso de superioridad y odio y considera que actuaron "movidos por la animadversión y el menosprecio hacia la Guardia Civil". La sala ha descartado condenarles por terrorismo al "no quedar plenamente acreditado la finalidad terrorista de su acción y tampoco su vinculación o pertenencia a ETA".

La Audiencia Nacional ha impuesto 13 años de prisión a Oihan Arnanaz e Iñaki Abad. 12 años a Jokin Unamuno y Adur Ramírez de Alda; Jon Ander Cob, Julen Goikoetxea y Aratz Urrizola a 9 años y Ainara Urkijo, a dos.

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Las peticiones iniciales de condena se situaban entre 12 años y medio y 62 por sendos delitos de terrorismo y amenazas.

Un juicio polémico

Los hechos ocurrieron la madrugada del 15 de octubre de 2016 en la localidad navarra de Alsasua, donde hubo una pelea entre varios jóvenes del pueblo y dos guardias civiles que estaban en el bar Koxka. El día 18, COVITE presentó una denuncia en la que acusaba a ocho jóvenes de un delito de terrorismo. En el juicio se pidieron condenas de entre 12 y 62 años por delitos de terrorismo y amenazas.

El juicio, que comenzó el 16 de abril, lo hizo rodeado de polémica al conocerse, poco a poco, las pruebas que habían sido desestimadas en un inicio por la Sala Primera de la AN. Entre ellas, un vídeo en el que Adur Ramírez, uno de los acusados, aparecía vestido con una camiseta negra, mientras que los Guardias Civiles y sus parejas habían asegurado, tanto en su declaración como en el juicio, que iba vestido de rojo.

También se hizo público otro vídeo en el que se veía cómo, momentos después de la pelea, uno de los guardias civiles y un joven se estrechaban la mano y que desmentía una de las versiones de un guardia civil.