Los periodistas ‘freelance’ recurren al ‘crowdfunding’ para reinventarse y sobrevivir

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Imagen que utiliza Mercè Molist en su campaña de 'crowfunding' para recaudar fondos y poder cubrir el congreso sobre seguridad informática. / verkami.com

El crowdfunding o financiación colectiva se ha convertido en una tabla de salvación para medios y periodistas. Muchos de los nuevos proyectos periodísticos que han nacido desde la crisis han recurrido a esta fórmula para sostener su pequeña estructura de costes y seguir haciendo su trabajo. Bien es verdad que no es el único sector que acude a la aportación masiva de fondos para financiar iniciativas de diversa índole. Proyectos relacionados con el cine o con campañas solidarias también han utilizado el crowdfunding para recaudar dinero.

No hace muchos días desde este medio se informaba de la campaña lanzada por el programa Carne Cruda de Javier Gallego para conseguir 40.000 euros y poder volver el próximo 1 de octubre. Años atrás se daba cuenta desde este blog de Vía 52, un semanario online que decidió acudir a las donaciones colectivas a través de Goteo.org, una de las plataformas de crowdfunding más utilizadas. Son solo dos de los muchos ejemplos que encontramos en el nuevo ecosistema mediático que, dadas las dificultades para acceder a financiación pública o privada (préstamos), se ve obligado a buscar otras vías para obtener fondos.

También los periodistas freelance han decidido recurrir a este método y son muchos los que, debido a su dilatada experiencia profesional, han logrado sus objetivos. Es el caso de Mercè Molist, una veterana periodista que ha colaborado en varios grandes medios y que desde hace unos años para acá ha puesto en marcha ya dos campañas de crowdfunding. La primera, para financiar su libro Hackstory sobre la historia de la comunidad hacker y, la segunda, para cubrir un congreso de seguridad informática al que está interesada asistir y para el que ha pedido 669 euros.

Molist, en declaraciones a cuartopoder.es, justifica su decisión de esta manera: "Me pareció un experimento interesante. El periodismo tradicional está muriendo y, con él, los periodistas, especialmente los freelance. Hace 10 años, cualquier gran medio en el que colaborase me habría pagado el viaje y el trabajo de cubrir el evento. Pero hoy ya no se pagan desplazamientos y menos si sólo eres colaborador. Así que toca inventar cosas nuevas". Añade en este sentido que sus ganas de reinventarse como periodista y de asistir a Navaja Negra, el congreso de seguridad informática que antes citábamos, se juntaron para poner en marcha esta idea. A su juicio, es una iniciativa muy interesante que sean los propios lectores los que paguen al periodista por su trabajo, no por la información, que es cosa bien distinta. "El mecenas-lector paga para que se lleve a cambio una cobertura informativa de la que todos los lectores disfrutarán", comenta. Pero es que, además, y según la cantidad que done el lector, éste puede acceder a determinados servicios como por ejemplo recibir avisos por correo cuando aparezcan nuevas crónicas. Su exitosa experiencia con Hackstory le lleva a ser optimista con la segunda campaña, algo que también avalan los datos, pues ya ha recaudado 615 (el 80%) y aún quedan días.

Aunque es cierto que en España no está muy extendido que se pague por la información o se financien campañas para que un medio o periodista haga información, el crowdfunding es, en opinión de Molist, una fórmula interesante para los periodistas, porque "ya que los medios no nos pagan porque están desapareciendo o pagando cantidades misérrimas, alguien tiene que pagar nuestro trabajo. ¿Por qué no el público, pero a través de formas alternativas al simple pago por noticia?".

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