Tania Sánchez: "La batalla de Podemos Madrid no es una batalla estatal"

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Tania Sánchez, diputada de Podemos en el Congreso e integrante de Proceso Adelante, poyecto para la renovación del partido en la Comunidad de Madrid, en un momento de la entrevista con cuartopoder.es. / Álvaro Minguito

Su actividad política ha sido frenética durante los últimos dos años. A finales de 2014 se presentó a las primarias de IUCM para ser candidata en las elecciones autonómicas. Pocos meses después, y tras ganar esas primarias, abandonó la formación junto a un grupo de militantes por las diferencias insalvables con la dirección de aquella federación, hoy renovada. No concurrió en los comicios madrileños de 2015 pero sí lo hizo como candidata al Congreso tanto el 20D como el 16J, ya con la confluencia de Unidos Podemos. Entremedias, una investigación judicial encargada por el PP y que fue archivada, la situó en el punto de mira. Ahora está inmersa en un nuevo proyecto: la renovación de Podemos en la Comunidad de Madrid. Forma parte de la iniciativa y más que posible candidatura, de Proceso Adelante, junto a otras personas como Rita Maestre. Tania Sánchez (Madrid, 1979) recibe a cuartopoder.es en su despacho del Congreso de los Diputados para explicar las líneas generales de Adelante y otros asuntos de actualidad en el partido.

— ¿Qué valoración hace del proceso llevado a cabo en esta asamblea ciudadana en cuanto al contacto con las bases para la realización de los documentos?

— Una parte tiene que ver con que todas las iniciativas han hecho un recorrido por la Comunidad de Madrid, por sus círculos, convocando encuentros y debates. Eso lo ha hecho todo el mundo. Entiendo que ahora hay gente que está queriendo teorizar que han hecho más encuentros, pero los hemos hecho todo el mundo. Esto tiene un elemento positivo y es fundamentalmente que te permite saber en qué nos estamos equivocando colectivamente y qué tenemos que mejorar. En esa parte ha sido muy fructífero encontrar propuestas que cumplían los objetivos que todos teníamos y que eran diferentes. Hay una segunda fase en la que nos estamos encontrando todos los equipos para hablar y debatir. Lo primero que se está demostrando es que hay quienes habían construido una cierta caricatura del resto de compañeros de Podemos. Cuando te sientas a discutir es evidente que la caricatura no es más que eso. Ahí hay dos opciones: o discutir con seriedad y honestidad intelectual, que es lo que Proceso Adelante está intentando, o seguir peleando con un espantapájaros que en realidad no existe. Quien se quiera empeñar en este segundo camino, se equivocará.

— ¿Qué lineas políticas destacaría de los documentos presentados por Proceso Adelante?

— El elemento central lo resumimos en una idea que es la estrategia política de Podemos Madrid. El rumbo y decisiones que tenemos que marcar deben tener una proa. Lo definimos con una frase sencilla: queremos un Podemos que sea capaz de ganar antes de ganar. Eso significa varias estrategias a la vez. Primero, un Podemos que organice su estructura de una forma en la que haya claridad. Creo que hay propuestas que están resolviendo inquietudes de los círculos con una cierta opacidad de cómo va a ser el modelo organizativo. Creo que el nuestro es claro. Sabes dónde se toman las decisiones, cómo y quiénes. Cada militante sabe cuáles son los caminos para participar. Deseo que seamos capaces de encontrar una propuesta organizativa que sea clara. Cuando no se tiene un modelo claro de organización y no se sabe cómo se toman las decisiones es que alguien las está tomando en algún sitio que no conocemos. El segundo elemento que tiene la idea es claramente poner en valor y seguir profundizando algo que ya está pasando. Es que toda esa red que ya hemos tejido de concejales del cambio, diputados, alcaldes, etc, de alguna manera tiene que ser más imbricada con la organización política. Más aterrizada en los círculos y territorios y más capaz de traducir a la mayoría social la explicación de cómo se están haciendo las cosas de otra manera. Es decir, que la gente sepa que hay un camino distinto del que está desarrollando el PP. El tercer elemento es ser capaces de construir un movimiento popular que cambie el pensamiento y el sentido común para consolidar una nueva cultura política. Que tengamos la audacia de saber que ya somos mayoría social pero que necesitamos articularla para que esa institucionalidad cambie los hábitos de la vida cotidiana de la gente.

— Respecto a aspectos organizativos se habla mucho de la duplicidad o limitación de cargos. Ustedes proponen que ese tema sea consensuado y que no sea utilizado como arma electoral en este proceso. Los otros dos proyectos principales asumen el tema de “una persona, un cargo interno”. ¿Qué opinan?

"Quien quiere pelearse no está pensando en resolver los problemas de nadie sino en cuántos votos le da hacer tal propuesta"

— Parece que no estamos teniendo mucho éxito en eso. Se está cayendo en el error que pretendíamos evitar. Cuando escuchas a la militancia lo que te dice es que no peleemos y resolvamos sus problemas. Creo que quien quiere pelearse porque de alguna manera quiere polarizar la campaña no está pensando en resolver los problemas de nadie sino en cuántos votos le da hacer tal propuesta. Hay dos candidaturas que proponen sólo un cargo interno, hay otras que son más honestas y dicen que sólo un cargo, sea público o interno. Esta última corre el riesgo de desconectar a los cargos públicos de la estructura orgánica. Eso es una mala noticia. Creo que está bien que no todo el poder orgánico esté en manos de cargos públicos pero no desconectarlo del todo. La otra propuesta creo que es un poco tramposa. Porque claro, si eso tiene por objeto distribuir el poder, estamos diciendo que un secretario general municipal no puede participar de un Consejo Ciudadano Autonómico. ¿Él no puede participar del órgano y un consejero autonómico o secretario general autonómico sí puede ser senador, diputado o eurodiputado? Creo que es un poco hipócrita esa posición. Tiene más sentido sentarnos y aterrizarlo en términos más razonables. Es decir, si queremos limitar el poder y distribuirlo, establezcamos mecanismos que combinen tener un cargo público y no tenerlo. Que además eso equilibre el volumen de cargos públicos que tienen que estar en un órgano. Pero seamos conscientes también que muchas veces tiene que ver con las funciones que ejerce cada uno y que es positivo que haya interrelación entre los niveles de estructura de la organización. Si ellas están aisladas y sólo tienen los espacios de discusión territoriales, yo creo que perdemos colectivamente riqueza y que al final se estará concentrando el poder de una manera distinta porque dejaremos fuera a quienes forman parte de los órganos municipales que me parece más interesante que quienes tenemos un cargo público.

— Ahora es el tiempo de los acuerdos con otros documentos. ¿Qué intenciones tienen de llegar a consensos con otros proyectos? Desde Reinicia Podemos mandaron un comunicado el domingo en el que los señalaban directamente a ustedes por la dificultad que veían para llegar a acuerdos políticos. “Entendemos que hay diferencias políticas con Adelante tras la conversación con su equipo porque respecto a la acción institucional nosotras planteamos utilizar las instituciones como un medio para el empoderamiento ciudadano y no como un fin en sí mismo”, señalaron.

— Tuvimos un encuentro el pasado jueves y nuestra sensación es otra. Cuando alguien dice que es difícil llegar a acuerdos con nosotros porque entendemos las instituciones como un fin en sí mismo, creo que sigue caricaturizando para generar una polarización porque nosotros ni lo hemos dicho, ni lo hemos escrito, ni lo hemos pensado en ningún caso. Por supuesto que las instituciones son herramientas. Es más, las instituciones que hoy tenemos tienen una capacidad limitada como herramienta de transformación. Es nuestra obligación trabajar para cambiarlas, eso sí lo hemos dicho. Entiendo que haya gente que se sitúe siempre desde una visión de oposición y piense que las instituciones van a ser el reflejo del poder de otros. Nosotros aspiramos a que sean el reflejo del poder del pueblo. Por tanto, se muten y sean de manera distinta. No vamos a renunciar a esa ambición y aspiración. Si alguien ha renunciado a su voluntad y asumen que siempre van a responder a la voluntad de los poderosos, desde luego hay una diferencia de diagnóstico, de objetivo o de hacia dónde quieres llegar con esta herramienta política. Incluso con esa diferencia creo que no sería difícil ponerse de acuerdo en muchas cosas.

"Hay gente que ya tenían decidido
antes de presentar
los documentos con quién iba a llegar
a acuerdos y con
quién no"

Lo que estamos percibiendo es que hay gente que ya tiene decidido con quién va a llegar a acuerdos y con quién no. Y que lo tenían decidido antes de que se pusiesen encima de la mesa los documentos. Porque nosotros lo que leemos, sin caricaturizar a nadie, es que la mayor parte de documentos tienen elementos que se complementan entre sí. Sería muy positivo que buscásemos la manera de que eso no se perdiera. Es decir, que si Adelante Podemos tiene propuestas que otros equipos han mejorado, si saliera aprobado nuestro documento, que esas no se pierdan. En esa fase estamos. Hay algo más importante, que mucha gente se está tomando muy en serio este proceso. Nosotros también, por respeto a esa gente. Nosotros no teníamos decidido con quién íbamos a acordar cosas y con quién no. Lo que hemos encontrado es mucha gente que no tenía decidido con quién iba a pactar previamente y que está haciendo propuestas muy interesantes. El domingo hubo un encuentro de todas las candidaturas. Intentamos llegar a un acuerdo de la Comisión de Garantías, algo perfectamente factible. En el modelo territorial hay un entroncado común a todo el mundo que es la necesidad de estructuras intermedias y de una relación más fluida entre las direcciones y los círculos. Hay matices en cómo se componen esos órganos, cuáles son las competencias, etc. Aspiramos a incorporar muchas cosas de muchos documentos, algunos ni los habíamos previsto. Si alguien ya tiene decidido que su gestión de documentos es la excusa para componer candidaturas que sumen a unos y aíslen a otros, convendría que lo explicara cuanto antes.

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La diputada de Unidos Podemos, en su despacho del Congreso. / A. M.

— Entonces, si las diferencias son de matices, ¿por qué no es posible una candidatura común? ¿Por qué hay tantas iniciativas separadas?

— Hemos dicho desde el principio, a pesar de que se nos ha acusado de lo contrario, que una cosa es el proceso de documentos y otra cosa la candidatura. Hemos hecho una elaboración de documentos queriendo contar con muchísima gente. Creo que lo que hemos escuchado en los círculos es que nos pusiéramos de acuerdo lo máximo posible. Porque hay cosas en las que si no nos ponemos de acuerdo, no funcionará Podemos. Nuestro objetivo es que funcione Podemos, no que se convierta esto en una batalla para ver quién gana y quién pierde. Esta es la primera cosa que queremos cambiar. Necesitamos una cultura organizativa que no vaya de quién gana o pierde. Esa cultura la heredamos de Vistalegre. Y luego, hay que normalizar algo con mucha calma. Será una fase posterior a los documentos. Vamos a tener diferencias en valorar quién tiene mejores capacidades o equipos para formar la dirección de Podemos. Eso no debería ser un problema. Y no es una pelea de poder, es el convencimiento de quién crees que lo puede hacer mejor y quién peor. Porque hay que elegir. En esto hay que quitar dramatismo. Sobre todo si somos capaces de generar unos buenos documentos para que la dirección que salga, al menos es nuestra voluntad, no dirija Podemos en términos de mayorías y minorías sino que dirija Podemos en términos de construcción colectiva de un proyecto en el que todas las diferencias tienen que ser capaces de ser acogidas y entendidas. Ahora, también la gente tiene que tener voluntad. Con lo que me comentabas de Reinicia, si alguien ha decidido que tiene diferencias políticas insalvables, creo que no está dando un buen precedente. No hay diferencias insalvables, no lo percibo así.

— Cuando se presentaron hubo mucha gente que mostró su disconformidad con las formas utilizadas. Desde Manolo Monereo, muy cercano a usted, pasando por Pablo Iglesias y por las otras candidaturas. ¿Es normal que el secretario general de Podemos diga que se ha enterado por la prensa y desde su sector se les acuse de deslealtad? ¿Hay un ambiente sano en la organización?

"Hemos intentado normalizar Podemos Madrid
y romper con
la dinámica
de conflictos enquistados"

— Entre las reacciones que tuvo nuestra propuesta, me preocupan más la de los círculos que la que han tenido los dirigentes. En eso tenemos que hacer autocrítica porque las bases entendieron que estábamos presentando una candidatura. Que quienes componíamos esa foto éramos una candidatura cerrada. Desde luego no lo era y no lo es. Ni siquiera recuerdo la totalidad de personas de esa foto. No está cerrado que puedan incorporarse más caras. Ahí hay que ser autocríticos porque eso sí me preocupa. Por otro lado, creo que la apertura del proceso era poco conocida por las bases. Hay gente que se enteró por esa rueda de prensa. Mucha gente nos preguntaba por qué habíamos abierto ese melón de cambiar el CC. Les decíamos que era una decisión del órgano. A partir de ahí hay una parte en las reflexiones de determinados dirigentes que creo que, sinceramente, en la parte de autocrítica, no se ha entendido lo que estamos haciendo. Hemos intentado normalizar Podemos Madrid, romper con la dinámica de los últimos meses de conflictos enquistados que no permitían tomar decisiones de manera colectiva y que sólo nos conducían a la confrontación. Es decir, a ir un espacio de o tú o yo en bloques que no sólo significan los dirigentes sino que detrás de eso hay un montón de círculos. Hemos querido romper esa lógica y normalizar que gentes que vienen de culturas, trayectorias y posiciones distintas, incluso de haberse enfrentado con muchísima dureza, somos capaces de pensar que es un momento histórico para Podemos. Para mirar hacia adelante, respetar los debates colectivos y dirigir conjuntamente una organización. Eso con dos objetivos. Uno porque Madrid es crucial para ganar España. Si no tenemos una dirección capaz de dirigir a toda la organización y sólo se dirige a una parte, con la voluntad de menospreciar o eliminar a otra, no tendremos la capacidad de ganar. Y dos, porque Madrid no es España. Podemos lo ha dicho en toda su posición política y lo tiene que decir también orgánicamente. La batalla de Madrid no es la batalla de España. Quien quiera tutelas estatales o convertir esta batalla en una estatal creo que le está faltando el respeto a las bases madrileñas y cada uno de los Podemos territoriales, que tienen el mismo derecho que Madrid a decidir el futuro colectivo. Nosotras no queremos tutelas de nadie, no queremos referenciarnos con nadie y no queremos abrir un conflicto estatal con algo que tiene que discutir Madrid con sus militantes y pensando en la gente de Madrid.

— Pero esta normalización, a día de hoy, no parece haberse conseguido.

— Empecé antes diciendo que no se había entendido lo que hemos querido hacer. ¿Por qué? Esto ya no lo sé. Creo que hay quienes han decidido que hay que ir a una guerra y les da igual todos los esfuerzos colectivos para que eso no pase. A pesar de esa decisión de una minoría de gente, creo que merece la pena la inmensa mayoría de gente en Podemos que quiere que Vistalegre sea superado por un proceso de acuerdo y fortaleza en la unidad. En eso vamos a seguir trabajando en Madrid y eso vamos a aportar a cualquier debate.

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Sánchez, durante otro momento de la entrevista con este medio. / A. M.

— En cualquier caso, hay un debate estatal candente. Si no es un debate de etiquetas, ¿sobre qué es el debate? ¿Las diferencias políticas son sólo de matices? ¿Se está debatiendo sobre estrategia? ¿Sobre tono? ¿Sobre la relación con el PSOE?

— En el CCE del pasado sábado, al que me invitaron como cargo público, observé algo que dijo Manolo Monereo. Creo que el problema que estamos teniendo es que no están bien preparados los debates. Un debate no sale bien si uno no prepara de qué quiere debatir, acota los asuntos, etc. Podemos está debatiendo de una cosa crucial en la que todos estamos de acuerdo; es que tenemos que cerrar el modelo Vistalegre porque se ha cerrado la ventana de oportunidad y pasamos a una época más pausada. Lo primero que hay que debatir es sobre qué bases de acuerdo hay y no de caricaturas como por ejemplo circulistas contra burócratas. Todos hemos visto debates en la izquierda en los que la vía de la simplificación evita el debate real de fondo. Aquí hay un debate de fondo. Podemos nació con unas características que lo hacían muy potente respecto a los partidos tradicionales. Acertaron en decir que si habían cambiado las relaciones de poder y la sociología en el tránsito del S.XX al S.XXI, las organizaciones que representen a las mayorías sociales, a las clases populares o, si se quiere, a la clase obrera, han de adaptarse a esa realidad. Es decir, un partido o sindicato pensado en claves de fábrica no sirve en una realidad de telemárketing. Podemos introdujo cosas muy positivas al respecto pero falta afinar cómo funcionan en la dinámica de la vida cotidiana, fuera la vida electoral. Lo primero que tiene que debatir Podemos es sobre qué bases se construye el nuevo proyecto organizativo de la herramienta del S.XXI. La segunda cosa, esto lo ha dicho también Pablo y estoy de acuerdo con él en eso, es la estrategia para sumar mucho más de los 6 millones de votos que hemos podido tener en algún momento. Eso fue el segundo acierto de Podemos. Cuando el 25 de mayo salió Pablo Iglesias y dijo que no estaban contentos porque había venido a ganar el país y no ser testimoniales, esa voluntad es colectiva. Hay una discusión sobre cómo sumar a los que faltan. Ahí nadie está pensando en bolsas de votantes. Aunque alguien caricaturice la posición y diga que no se trata de pensar en los votantes del PSOE. Un acierto de Podemos es no cerrar las bolsas de votantes, ni siquiera las nuestras. Aunque tengamos 5 millones de votos, nadie garantiza que si no trabajamos políticamente en una dirección no tengamos 1 dentro de 3 años. Por tanto no hay que tener complejos pero hay que tener audacia porque con 5 millones de votos hay mucho por hacer siendo conscientes de que no son para siempre. Lo tercero que debate Podemos es, toda vez que no somos una fuerza outsider sino que tenemos representación institucional, cómo se construye la relación entre el trabajo en las instituciones y en la sociedad. Cómo se construye un movimiento popular en un momento de reflujo de la movilización. Por tanto, teorizar sobre los movimientos sociales de lucha y de resistencia es algo falaz porque hay muy pocos. Tiene más sentido debatir cómo hacemos que los movimientos y la ciudadanía organizada participen de una transformación cultural y política profunda en la que la democracia vuelva a ser eje de relación de las gentes a la vez que somos capaces de ayudar a que, frente a determinadas agresiones que van a venir de los poderes económicos, vuelva a iniciarse un ciclo de movilización. Todo esto combinado con un trabajo institucional que no es sólo de oposición. Porque con los números del Parlamento uno tiene capacidad de cambiar una ley aunque eso suponga capacidades limitadas para que eso se ejecute. Para discutir todos estos ejes tiene que haber una dirección política con voluntad de analizarlos con rigor y bajarlos a la gente para que los discutan. Es decir, antes de que llegue Vistalegre, convendría que los círculos hayan debatido de algunos ejes fundamentales.

— Iglesias destacó el domingo en televisión que una de las diferencias que mantiene con Íñigo Errejón es su visión sobre la sociedad. Decía que éste pensaba que era más conservadora que Podemos. Por el contrario, Iglesias es más optimista con ella. ¿Dónde se sitúa usted?  ¿Está la sociedad española preparada para Podemos?

"La sociedad ha demostrado en numerosas ocasiones ir por delante de
sus partidos"

— La sociedad española ha demostrado en numerosas ocasiones ir por delante de sus partidos. Para empezar yo no he oído nunca a Íñigo (Errejón) decir una cosa así. Tampoco a Pablo y ese día fue la primera vez. Si queremos salir de los debates de caricaturas, algo que se acordó en el CCE, no sigamos en los medios de comunicación poniendo calificativos y apelativos que en rigor no se han dado. Por otro lado, en esto soy más de la opinión de Jorge Moruno en el sentido de que hay mucha más inteligencia colectiva en la sociedad que en los partidos, incluido el nuestro. Ahora bien, hay que ver cómo hacer que esa inteligencia no se quede fuera del proceso de cambio. El 26-J apunta a que ha habido gente que, por diferentes motivos, ha dado un paso atrás. Habría que pensar, con mucho más rigor que la simplificación o el retorno a las posiciones duras y blandas o a si nos hemos disfrazado o no, etc. Hay motivaciones más profundas que se nos están escapando.

— En su documento dicen que hay que mirar a los partidos de igual a igual. Sobre el PSOE, que hay que aplicar “geometría variable” para gobernar con ellos. Es un aspecto que está saliendo mucho en el debate y se ha apuntado también como diferencias estratégica entre las candidaturas ¿Cómo tiene que ser la relación con ese partido?

— La contradicción del PSOE tiene que ver con la capacidad menguante de dirigir los anhelos de una mayoría social que habitualmente está fuera de las estructuras de poder. Y en el sometimiento creciente a los poderes económicos y de quien no se presenta a las elecciones. En esas contradicciones tenemos que relacionarnos con ellos, afianzándolas. Creo que es lo que hemos hecho. Lo crucial no es si nos podíamos abstener, participar de un Gobierno o si en Barcelona se gobierna con el PSOE y en Madrid a pesar de ellos. La contradicción para el PSOE es cuando tú dices que lo central de nuestro debate tiene que ver con la contundencia en la posición y objetivos políticos. Cuando uno es absolutamente inflexible en el contenido de la política que va a defender, eso es lo que afianza o de alguna manera agudiza las contradicciones. Sobre eso tiene que estar el eje de la relación. Es decir, ¿es posible llegar a un acuerdo con el PSOE? Si están dispuestos a acordar la política en términos de lo que nosotros no vamos a renunciar, sí. Si llegar a acuerdos con ellos supone renunciar a posiciones políticas, no. Eso depende obviamente de cada caso o de cada momento. Nos parece más honesto decir eso que bajo ningún concepto llegaremos a acuerdos con ellos salvo excepciones. Eso nos parece una forma de hacer demagogia.

— Parece que Rita Maestre tiene intención de encabezar una candidatura. ¿Usted aspira a tener responsabilidades en la próxima dirección?

— Creo que hay dos cosas que no tienen duda en este momento. Una que Ramón Espinar se va a presentar, por más que diga que no. Y que además lo ha decidido mucho antes de que empezara el proceso autonómico y eso lo sabe mucha gente. Es una decisión que tenía tomada, me atrevo a decir que antes de que empezaran las segundas elecciones. Y que la campaña electoral algo tuvo que ver con esa decisión. La otra cosa es que Rita ha dicho que sería un honor para ella y que está dispuesta a jugar ese papel. En mi caso estoy a disposición de lo que se decida. No tengo nada cerrado ni decidido. Desde luego sí que desmiento todas las veces que se cuenta en palabras en off sin nombres ni apellidos, cosa que me molesta mucho porque si alguien quiere decir una cosa debería salir su nombre. Hay gente que cuenta a los periodistas que en realidad Rita se va a retirar y me voy a presentar yo a secretaria general. Eso es rotundamente falso y la gente que dice eso debería decirlo con su nombre y apellido.

5 Comments
  1. ificrates says

    1) está muy bien que hables de batalla, el término militar es el más adecuado.
    2) por supuesto que si ganais Madrid, siendo Podemos un partido centralista y jerarquizado, aspirais a controlar toda la organización. Tan cortos no somos. Pero vosotros si sois cortitos si pensais que vais a triunfar donde fracasaron Austrias y Borbones. Este pais es imposible de centralizar por causas geográficas y antropológicas.

  2. Au Trueba says

    Esta señora es una piedra en el zapato de podemos,al igual que lo fué en IU,le gusta figurar y no aporta solo su paseo tertuliano que tanto daño hizo de su paso pro una concejalia,

  3. luca says

    A quienes la querían ver dónde hoy está, ahí la tenéis y que disfrutéis de su comprobada capacidad de conspirar, traicionar y vivir del cuento.
    Bueno, del cuento y también de lo que salga en Rivas.

  4. Eli says

    Por el bién de Podemos, esperemos que esta panda no manden en Madrid. La única lucha de esta gente es que no les quiten la poltrona.

  5. Latuluma says

    Por allí donde pasa, no deja titere con cabeza, ahora Podemos sufrira su propio caballo de trolla, Tania Sánchez destrozó IU.CM, traicionando a un montón de gente, todavía recuerdo aquella rueda de prensa con el no, punto, no. Como supongo que su ambición no ha cambiado y su piel camaleonica tampoco… destrozará podemos madrid. Con su pan se lo coman.

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