“La cultura ha hecho mucho más por el pueblo saharaui que la política”

Nueva sesión de las jornadas El conflicto saharaui hoy. Europa ante la descolonización pendiente, organizadas conjuntamente por el grupo del Europarlamento GUE/NGL y por cuartopoder. En la sesión celebrada este martes, se analizaba la relación solidaria entre el mundo de la cultura y el pueblo saharaui, unos vínculos que se han ido tejiendo durante de años a través de proyectos como el FiSahara (Festival Internacional de Cine del Sáhara) o el festival de arte, ArTifariti. Invitados de lujo: la cantante Amparo Sánchez, el guitarrista de Vetusta Morla Guille Galván, la poeta y periodista Laura Casielles, el periodista musical Fernando Íñiguez o el cineasta saharaui Dah Salama.

Evidentemente, el actual momento en el Sáhara ha tenido bastante presencia en el acto celebrado online por seguridad ante la covid-19. El pasado 13 de noviembre, Marruecos violaba el alto el fuego vigente desde 1991 y se retomaba el conflicto bélico en el Sáhara Occidental. De esto, y otros temas, han hablado las personas invitadas a esta conversación que ha sido presentada por el eurodiputado del GUE/NGL, el anticapitalista Miguel Urbán y moderadas por nuestro compañero Miguel Muñoz.

El periodista Íñiguez, quien vivió su juventud en el Sáhara español y fue uno de los impulsores del FiSahara, reflexiona sobre cómo "cuando la gente va por primera vez al Sáhara, encuentra algo que se cree que no existía". Por ello, pone en valor proyectos culturales "como Un micro para el Sáhara o el propio Fisahara, que ayudan a visibilizar esta situación”. Para el periodista, amante de la acción, hay que hacer algo ante la grave situación actual y propone: “Hacer una marcha verde a la inversa, españoles y saharauis juntos”. Y es que, según reivindica este periodista, lo del Sáhara “es un conflicto político". "De las cosas mal hechas de la Transición, una es la descolonización del Sáhara. El referéndum era una obligación de España desde el franquismo”, recuerda.

La cantante Amparo Sánchez recuerda su viaje a los campamentos: "Volví a encontrarme con Mariem Hassan en los campamentos y allí fue la primera vez que cantamos juntas, un recuerdo maravillosa de improvisar con ella en aquella haima”. Sánchez reivindica el papel del artista en esta causa: “Queremos una solución, sobre todo un referéndum, que el pueblo saharaui pueda votar y vivir en libertad. Lo que podamos hacer, lo haremos”. “Este es un conflicto político que requiere una solución política”, añade.

Otro artista asiduo de los campamentos de población saharaui refugiada, pues ha participado en varios proyectos, recuerda: "Como Vetusta Morla fuimos a dar unos talleres a los campamentos de música, teatro, malabares. La sensación es que lo que los saharauis me aportaron fue más de lo que yo dejé, la cultura saharaui es inmensa”. Recuerda cómo en 2003, “surgió la idea de celebrar el FiSahara, que fuera el primer festival del mundo que se dejara de celebrar cuanto antes, para que se hiciera junto al mar”, con respecto al Sáhara Occidental ocupado por Marruecos militarmente. “Nuestra intención como Vetusta Morla siempre fue ayudar a dar voz a esta causa saharaui, cada Gobierno español, cuando llega a Moncloa, se olvida”, hace memoria y reflexiona: “No podemos hablar de paz porque dejaran de haber tiros en 1991. No ha habido paz, en 45 años de campamentos en el desierto no hay paz, es violencia”.

El cineasta saharaui, Dah Salama, está becado en el Instituto del Cine de Madrid y forma parte de la primera generación de la Escuela de Cine Abidin Kaid Salek de los campamentos, otro proyecto del FiSahara. Así lo explica: “En FiSahara sale la idea de formar una escuela de cine en los campamentos. Desde ahí, empezaron a matricularse los que hoy son los primeros cineastas saharauis”. “En el 2013, la primera película que se hizo cien por cien saharaui: Patria dividida”, añade, poniendo en valor cómo este pueblo ha empezado a contar su propia historia también a través del cine.

“Estoy con los nervios y la rabia que da que empiece la guerra de un día para otro. Todo el pueblo saharaui está movilizado”, se reconoce en estos momentos en los que la guerra ha regresado al Sáhara. “La política no ha hecho nada para el pueblo saharaui, pero la cultura muchísimo. La cultura es más fuerte que la política”, concluye este joven cineasta.

Laura Casielles, poeta y periodista, tiene palabras muy bonitas para la poesía de la Generación de la Amistad. “Los poetas de la Generación de la Amistad son autores y autoras saharauis que viven en el exilio y escriben en castellano, yo entré al tema del Sáhara por su literatura”, recuerda. “Que la literatura de la Generación de la Amistad esté escrita en castellano traía una extrañeza fundamental: ¿por qué escriben en castellano?”. Esta cuestión le hace reflexionar: “Esto tiene unas causas políticas y tiene que tener unas soluciones políticas. Recuerdo que en el inicio del movimiento solidario con el Sáhara estuvo Marcos Ana”.

Además, Casielles considera que “la memoria sobre el Sáhara conecta con nuestra propia memoria”. “Cuando hay conflictos tan largos como este, dejamos de oír. Una película, una canción, una poesía o una novela sí que nos recuerdan lo que es la muerte”, también pone en valor la importancia de la cultura como forma de lucha, y recuerda otro gran proyecto, que ella misma inspiró: Provincia 53: "Con Provincia 53 hicimos unos talleres con gente joven en los campamentos para pensar cómo hacer memes, hay que escuchar también los nuevos lenguajes, también es cultura”.