Macron bate récords de impopularidad mientras Le Pen sube en las encuestas

  • Solo el 25% de los franceses aprueban la acción del presidente

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PARÍS.- A seis meses de las elecciones europeas, Emmanuel Macron atraviesa las horas más bajas de su mandato presidencial. Según una encuesta del instituto Ifop, solo el 25% de los franceses aprueban la acción del presidente. Macron acaba de batir su récord de impopularidad y se sitúa entre sus predecesores Nicolas Sarkozy y François Hollande, que hasta ahora eran los presidentes menos queridos de la Quinta República francesa. Por si este dato no fuese suficiente para amargarle el otoño al joven dirigente, otro sondeo del Ifop prevé que el Reagrupamiento Nacional (antiguo Frente Nacional) de Marine Le Pen ganará las elecciones europeas de mayo de 2019 con el 21% de los votos, dejando a La República en Marcha de Macron en segundo lugar (19%).

Macron está pagando el precio de su agenda de reformas de corte neoliberal, que han encontrado la oposición de gran parte de quienes le votaron en las presidenciales de 2017. Además de la reforma laboral aprobada por decreto hace un año, han provocado un profundo descontento medidas como el recorte de 5 euros en las ayudas sociales – que contrasta con los miles de millones gastados anualmente en ayudas a las grandes empresas. La popularidad de Macron también ha sufrido el impacto del llamado ‘caso Benalla’, que mostró que el jefe de seguridad del presidente se hizo pasar por policía y agredió a manifestantes. Como contamos en cuartopoder.es, la peregrinación del presidente por los principales escenarios de la Primera Guerra Mundial a principios de noviembre no fue suficiente para recuperar el apoyo perdido y el éxito de la movilización de los ‘chalecos amarillos’ contra la subida de impuestos a la gasolina ha empeorado la situación de Macron.

El único consuelo para Macron es que por ahora no parece haber una alternativa de gobierno definida. “Si el Reagrupamiento Nacional es primero en las encuestas es más por la debilidad y el desmembramiento de las ilusiones de renovación que generó Macron que por su trabajo propio”, explica Guillermo Fernández, investigador en la Universidad Complutense de Madrid y experto en la extrema derecha francesa. “En realidad el RN no está haciendo nada nuevo, solo aguantar. Y con eso le puede valer para ganar las elecciones europeas de mayo, como le ocurrió en 2014”.

El partido conservador Los Republicanos (LR), que ocupa el tercer puesto en la encuesta del Ifop (14%), está lejos de la hegemonía electoral que consiguió con Nicolas Sarkozy. Los Republicanos todavía no se han recuperado de la ‘OPA hostil’ que les hizo Macron, fichando para su gobierno a líderes conservadores como Edouard Philippe, hoy primer ministro. Además, la encuesta de Ifop atribuye más de un 6% de la intención de voto al partido ultraconservador Francia en Pie, liderado por Nicolas Dupont-Aignan, que apoyó a Le Pen en las presidenciales de 2017. Guillermo Fernández considera que “el éxito de Dupont-Aignan unido al pobre resultado de Los Republicanos supone un incentivo para que la derecha clásica termine aceptando la idea de la unión de las derechas”, la línea defendida por la joven líder ultraderechista Marion Maréchal-Le Pen.

El lado izquierdo del espectro político se debate entre el desánimo y la esperanza de que los ‘chalecos amarillos’ impulsen un ciclo de movilizaciones contra el gobierno. La Francia Insumisa (FI) de Jean-Luc Mélenchon ha pasado del 19% de los votos que consiguió en las presidenciales de 2017 al 11% que le atribuye la encuesta. Aunque sigue siendo considerada la principal fuerza de oposición por más de un tercio del electorado, FI sufre los efectos de la reacción desmesurada de Mélenchon tras el registro policial de la sede del partido y el domicilio de varios de sus líderes en el marco de una investigación por financiación ilegal. El antiguo candidato presidencial denunció una “operación política”, entró por la fuerza en la sede precintada y protagonizó ruidosos enfrentamientos con periodistas durante una semana. La buena noticia para los ‘insumisos’ es que el movimiento de los ‘chalecos amarillos’ está ocupando todo el espacio mediático y el espectáculo que dio Mélenchon parece olvidado. Además, FI espera beneficiarse del reciente fichaje de Emmanuel Maurel y Marie-Noëlle Liennemann, dos líderes del ala izquierda del PS que han anunciado su apoyo a Mélenchon.

Las perspectivas electorales de la izquierda también se ven amenazadas por la división. Aunque la Francia Insumisa tiene la ambición de aglutinar a toda la izquierda, varias candidaturas le hacen sombra. Según la encuesta del Ifop, Europa Ecología-Los Verdes obtendría el 7% de los votos y el Partido Socialista el 6,5%, mientras que el Partido Comunista y Générations (el movimiento del ex candidato presidencial socialista Benoît Hamon) se tendrían que conformar con un 3% cada uno. Una hipotética suma de las candidaturas a la izquierda de Macron superaría el 30% de los votos, pero las divisiones son demasiado profundas como para imaginar esta alianza - especialmente en relación a la Unión Europea, donde la postura crítica de FI respecto a los Tratados de la UE contrasta con el europeísmo entusiasta de los sectores más moderados de la izquierda.

Aunque Macron prometió una renovación total, la política francesa parece seguir el mismo guion que durante el mandato de Hollande: un presidente impopular por su empeño en poner en marcha reformas neoliberales rechazadas por gran parte de su electorado, una oposición de izquierdas incapaz de presentar una alternativa sólida y una extrema derecha que recoge los frutos del descontento sin demasiado esfuerzo. Solo quedan seis meses para cambiar el guion antes de las próximas elecciones.

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